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«En qué momento se jodió» es una compilación en la que se narra cronológicamente la historia política del viejo departamento del Magdalena y el del segregado Cesar.
“El Cesar se jodió desde el momento en el que los valores se trastocaron, cuando dejamos de ser sencillos y pasamos a ser ambiciosos, no supimos manejar la racionalidad ante el auge y fuimos presa fácil de la desesperación ante la crisis”, dice el autor Miguel Maldonado. EL PILÓN reseña y analiza.
Es el primer libro de Miguel Maldonado Martínez, vallenato raizal, dedicado a la estrategia y el análisis político. «En qué momento se jodió» es una compilación en la que se narra cronológicamente la historia política del viejo departamento del Magdalena y el del segregado Cesar.
Ante el poco conocimiento de la historia Maldonado dice que “nos hemos enfrascado en creer que la vida todo es caja, guacharaca y acordeón, desde hace unos años para acá casi todos los que escriben, se dedican a escribir de vallenato, de canciones, compositores y autores, pero la vida es más que eso, para un país, una región, un departamento o un municipio y sus habitantes resulta muy difícil evolucionar y construir un futuro mejor si no conocen su historia a profundidad, acá no hay literatura ni registros de nuestra verdadera historia”.
El libro se propone, según el autor, mostrar la historia ‘no contada’ de este territorio, de manera objetiva, sin pasiones, real, cruda y sin filtros ni maquillaje a través de hechos, entrevistas, anécdotas, personajes, gobernantes y gobiernos, hechos relevantes de lo que después sería el departamento del Cesar entre 1930 y 2024, que después de años de investigación sale a la luz pública.
Le preguntamos a Maldonado: “¿En qué momento se jodió el departamento del Cesar?”. Y responde que “la pregunta surge cuando se quiere profundizar en el porqué de la decadente situación política, económica e institucional del joven departamento. La respuesta a este interrogante es que el Cesar se jodió desde el momento en el que los valores se trastocaron, cuando dejamos de ser sencillos y pasamos a ser ambiciosos, no supimos manejar la racionalidad ante el auge y fuimos presa fácil de la desesperación ante la crisis, saltamos de ser unas buenas personas, aisladas del resto del mundo dedicados al agro y a lo local que no era mucho. De ahí pasamos al auge y decadencia del algodón, atravesamos una corriente de la bonanza marimbera, el contrabando importado por los vecinos del departamento de La Guajira, surcamos los espinosos caminos del despojo de la tierra, el nacimiento de la guerrilla y llegamos a las garras del paramilitarismo que se organizó de la mano del crecimiento de la explotación del carbón, para terminar sumidos en las fauces de la corrupción desenfrenada. Corrupción administrativa, corrupción privada y corrupción judicial que nos tiene zambullidos en la pobreza, ya que hay un robo continuado y perverso de los recursos de regalías por la explotación de los combustibles fósiles” .
Y continúa, porque no quiere ahorrarse la oportunidad de ratificar la validez de su trabajo: “La mayoría de nosotros sabemos que el departamento del Cesar es un pueblo rico en recursos. De sus entrañas han salido las riquezas que Colombia exporta y le reportan ríos de dineros, el carbón ha hecho que el Cesar reciba billones en regalías; pero si miramos qué tenemos, con qué contamos o qué nos hace falta, creo que, sin temor a equivocarme, es más lo que nos falta que lo que tenemos. En el Cesar confluyeron muchos factores que no nos permiten avanzar como región. Nuestro deterioro como sociedad vino de la mano del auge económico, nuestra música y nuestra disposición de relacionarnos con élites, produjo un tipo de vinculación con las esferas políticas y económicas del orden nacional”.
Maldonado Martínez ha dedicado más de veinte años a la consultoría y asesoría política y electoral, ejercicio que le ha permitido contacto con la clase política dirigente de los departamentos que conformaron el llamado ‘Magdalena Grande’: La Guajira, el Cesar y el Magdalena. Eso le permitió estar al lado de personajes protagonistas que menciona, objeto de sus observaciones y críticas. Entonces, dada esa relación, es una forma de representar también sus vivencias y experiencias.
De modo que es también un libro personal. “Reencontrarme con mis raíces, recrear mi vida, sobre todo la infancia y adolescencia, hacer mi aporte a la historia y contar vivencias propias, porque desde el año 60 hasta el presente he sido partícipe de la misma por mi trabajo como estratega y asesor de campañas políticas; por eso mi versión tiene mucho de realidad y poco de ficción», puntualiza el escritor.
Algodón, auge, esplendor, riqueza, ruina, desigualdad, despojo, apropiación, vallenato, guerrilla, carbón, paramilitares, regalías, despilfarro, corrupción, clientelismo, campañas, dinero, pobreza y miseria son las palabras con las que Maldonado define el contenido del libro que tiene como principales protagonistas desde los años 30 del siglo pasado a Alfonso López Pumarejo, Pedro Castro Monsalvo, Ciro Pupo Martínez, José Eugenio Martínez, José Francisco Socarrás, Rafael Carrillo Lúquez, Clemente Quintero Araújo, Alfonso Araújo Cotes, José Antonio Murgas, Crispín Villazón de Armas, Aníbal Martínez Zuleta, Manuel Pineda Bastidas, Jorge Dangond Daza, Manuel Germán Cuello Gutiérrez, Álvaro Araújo Noguera, José Guillermo ‘Pepe’ Castro, Luis Rodríguez Valera, Alfonso López Michelsen, Consuelo Araújo Noguera, Rafael Escalona, Rodolfo Campo Soto, Lucas Gnecco Cerchar, ‘Ape’ Cuello, Cielo Gnecco Cerchar, Jorge Gnecco Cerchar, Jaime Blanco Maya, Ricardo Palmera Pineda y Rodrigo Tovar Pupo.
No se queda en el listado de personajes que hace, y que hicieron la historia de la región, desde hace casi un siglo. “Mi compromiso es con la historia y las nuevas generaciones. Me motiva contar la historia política de Valledupar y del Cesar, desde la época de la apacibilidad de ser un pueblo pequeño extraviado, las etapas de Pedro Castro Monsalvo. Exponer acerca del algodón y la emoción por la creación de un nuevo departamento pujante. Describir la forma en la que los vallenatos se lo inventaron con su primer gobernador, Alfonso López Michelsen. También en el texto, se apostilla la propuesta de Consuelo Araújo de crear un festival anual en torno a la música de acordeón”.
Transcribimos el pasaje del libro: “‘Yo soy vallenato de los verdaderos’ pregonaba el compositor Alonso Fernández Oñate. Yo soy hijo del Magdalena Grande, nací en Valledupar cuando aún pertenecía al Magdalena y nací seis años antes de crearse el departamento del Cesar, en el barrio Gaitán, la antigua calle 14.
“Soy hijo de Eneida Martínez Rodríguez, ella nunca se quitó el de Maldonado. Mi mamá nació en La Sierrita, un sector muy bonito en el municipio de San Juan del Cesar, y siendo ella muy pequeña la familia materna se trasladó a Valledupar. Mi abuela fue la profesora Sara Rodríguez Mendoza (hermana de Antonio Rodríguez tío “Toño”, abuelo del acordeonero Sergio Luis Rodríguez), y mi abuelo José Domingo Martínez hombre de campo, trabajador incansable, ambos de familias reconocidas por su honradez y buenas costumbres. Mi papá fue Miguel Maldonado Manjarrez, recordado docente, periodista y dirigente cívico, nacido en Ciénaga, Magdalena”.
Los cesarenses tendrán unos interesantes pasajes de su historia al leer el libro, que cubre un vacío de la historia más reciente, que no agota las nuevas perspectivas e investigaciones que de seguro surgirán, por el oportuno libro de Maldonado.
Hay aspectos de la vida departamental que quedarían para la posteridad y que tal vez habrían hecho muy extenso su trabajo -aunque el autor al final del libro dice que este es apenas un abrebocas de investigaciones que hará de conexiones políticas del Cesar con La Guajira y el Magdalena-, como la relación con Venezuela, la conexión de las élites vallenatas con Bogotá mientras se deslindaban de la de Santa Marta, de cómo se desarrolló la relación con el sur del departamento y sus vicisitudes; también hay personajes que no alcanzan a ser protagonistas en el libro pero que sí lo fueron de la política regional como Carlos Arturo Marulanda, Darío Quintero, Milciades Cantillo, Alfonso Mattos, Basilio Padilla, o Cristian Moreno Panesso, un fenómeno electoral que emergió del centro del Cesar, de la forma en que se cayeron los predominios familiares de Castros, Campos o Araujos en la política, y cómo jugó el voto de opinión en algunas elecciones locales, los votos que dieron curules parlamentarias del Cesar a la Anapo y al M-19 en el Cesar, los roles del General Rojas Pinilla y Carlos Pizarro, las veleidades progresistas de profesionales y líderes de la alta sociedad vallenata enfrentados al ‘establecimiento’, la historia del movimiento social , de cómo lo nacional ha condicionado la política local, el papel de los medios de comunicación; entre otros personajes y aspectos que el presente libro no aborda pero que al publicarse abre camino para los nuevos investigadores.
Una faceta que requiere un gran libro, y que va más allá de los hechos documentados y testimoniales obtenidos por la Comisión de la Verdad sobre la violencia en el departamento, es la génesis de la violencia y su macabro desarrollo para los derechos y la vida humana. Se transcriben, en el libro reseñado, algunas declaraciones de testigos, en procesos judiciales, pero no contrasta con la defensa de los imputados. No es el propósito del autor hacer un trabajo periodístico de contraste de fuentes sino narrar una historia general de la política.
Vale mencionar, como campo de futura investigación, la influencia de la música en el curso de los acontecimientos políticos: cómo el vallenato fue un elemento de diplomacia y conquista de centros de poder favoreciendo la causa de la creación del nuevo departamento del Cesar; o el papel de canciones de época electoral como aquella de Hernando Marín en la competencia entre Mauricio Pimiento y Pepe Gnecco por la gobernación con el estribillo “si te compran el voto, si te compran el voto, cógelo y vota por otro” .
En ocasiones el hecho de abordar la historia más reciente sin el suficiente tiempo transcurrido desde el acaecimiento de hechos, en que se van decantando las cosas y los análisis, suele obnubilar cualquier trabajo histórico. Pero el autor, sin ser un historiador, asume con valentía la tarea, con tres elementos que presumen independencia: el libro lo publicó él con sus propios medios, no se evidencia la presencia de un editor (hay algunas imprecisiones que saltan de bulto, aunque no afecten el deseado mensaje) y el abordar la historia tan reciente, aún en desarrollo de acontecimientos públicos, siendo un consultor y asesor de políticos locales. Lo que podría quitarle mérito al escrito, sin embargo, al contrario, hace manifiesto que ha procurado ser fiel a lo acontecido y lo menos subjetivo en sus afirmaciones. Que no se limitan a la cronología de los hechos y circunstancias sino que se atreve, en algunos pasajes, al análisis e interpretación de ellos.
El autor ha informado a EL PILÓN que en Valledupar el libro se puede adquirir en la Tienda Compae Chipuco y en la peluquería ‘Aquí es José Luis’; y en Nido de Libros (Barranquilla), Martha Gómez Libros (El Banco, Magdalena), Librería Café Boscán (Sincelejo), Ábaco libros y café (Cartagena), Grámmata (Medellín) y Books And Books (Bogotá).Próximamente en Amazon, Mercado Libre, Kobo, Apple Books, Google Books y Bookmundo.
Redacción EL PILÓN
«En qué momento se jodió» es una compilación en la que se narra cronológicamente la historia política del viejo departamento del Magdalena y el del segregado Cesar.
“El Cesar se jodió desde el momento en el que los valores se trastocaron, cuando dejamos de ser sencillos y pasamos a ser ambiciosos, no supimos manejar la racionalidad ante el auge y fuimos presa fácil de la desesperación ante la crisis”, dice el autor Miguel Maldonado. EL PILÓN reseña y analiza.
Es el primer libro de Miguel Maldonado Martínez, vallenato raizal, dedicado a la estrategia y el análisis político. «En qué momento se jodió» es una compilación en la que se narra cronológicamente la historia política del viejo departamento del Magdalena y el del segregado Cesar.
Ante el poco conocimiento de la historia Maldonado dice que “nos hemos enfrascado en creer que la vida todo es caja, guacharaca y acordeón, desde hace unos años para acá casi todos los que escriben, se dedican a escribir de vallenato, de canciones, compositores y autores, pero la vida es más que eso, para un país, una región, un departamento o un municipio y sus habitantes resulta muy difícil evolucionar y construir un futuro mejor si no conocen su historia a profundidad, acá no hay literatura ni registros de nuestra verdadera historia”.
El libro se propone, según el autor, mostrar la historia ‘no contada’ de este territorio, de manera objetiva, sin pasiones, real, cruda y sin filtros ni maquillaje a través de hechos, entrevistas, anécdotas, personajes, gobernantes y gobiernos, hechos relevantes de lo que después sería el departamento del Cesar entre 1930 y 2024, que después de años de investigación sale a la luz pública.
Le preguntamos a Maldonado: “¿En qué momento se jodió el departamento del Cesar?”. Y responde que “la pregunta surge cuando se quiere profundizar en el porqué de la decadente situación política, económica e institucional del joven departamento. La respuesta a este interrogante es que el Cesar se jodió desde el momento en el que los valores se trastocaron, cuando dejamos de ser sencillos y pasamos a ser ambiciosos, no supimos manejar la racionalidad ante el auge y fuimos presa fácil de la desesperación ante la crisis, saltamos de ser unas buenas personas, aisladas del resto del mundo dedicados al agro y a lo local que no era mucho. De ahí pasamos al auge y decadencia del algodón, atravesamos una corriente de la bonanza marimbera, el contrabando importado por los vecinos del departamento de La Guajira, surcamos los espinosos caminos del despojo de la tierra, el nacimiento de la guerrilla y llegamos a las garras del paramilitarismo que se organizó de la mano del crecimiento de la explotación del carbón, para terminar sumidos en las fauces de la corrupción desenfrenada. Corrupción administrativa, corrupción privada y corrupción judicial que nos tiene zambullidos en la pobreza, ya que hay un robo continuado y perverso de los recursos de regalías por la explotación de los combustibles fósiles” .
Y continúa, porque no quiere ahorrarse la oportunidad de ratificar la validez de su trabajo: “La mayoría de nosotros sabemos que el departamento del Cesar es un pueblo rico en recursos. De sus entrañas han salido las riquezas que Colombia exporta y le reportan ríos de dineros, el carbón ha hecho que el Cesar reciba billones en regalías; pero si miramos qué tenemos, con qué contamos o qué nos hace falta, creo que, sin temor a equivocarme, es más lo que nos falta que lo que tenemos. En el Cesar confluyeron muchos factores que no nos permiten avanzar como región. Nuestro deterioro como sociedad vino de la mano del auge económico, nuestra música y nuestra disposición de relacionarnos con élites, produjo un tipo de vinculación con las esferas políticas y económicas del orden nacional”.
Maldonado Martínez ha dedicado más de veinte años a la consultoría y asesoría política y electoral, ejercicio que le ha permitido contacto con la clase política dirigente de los departamentos que conformaron el llamado ‘Magdalena Grande’: La Guajira, el Cesar y el Magdalena. Eso le permitió estar al lado de personajes protagonistas que menciona, objeto de sus observaciones y críticas. Entonces, dada esa relación, es una forma de representar también sus vivencias y experiencias.
De modo que es también un libro personal. “Reencontrarme con mis raíces, recrear mi vida, sobre todo la infancia y adolescencia, hacer mi aporte a la historia y contar vivencias propias, porque desde el año 60 hasta el presente he sido partícipe de la misma por mi trabajo como estratega y asesor de campañas políticas; por eso mi versión tiene mucho de realidad y poco de ficción», puntualiza el escritor.
Algodón, auge, esplendor, riqueza, ruina, desigualdad, despojo, apropiación, vallenato, guerrilla, carbón, paramilitares, regalías, despilfarro, corrupción, clientelismo, campañas, dinero, pobreza y miseria son las palabras con las que Maldonado define el contenido del libro que tiene como principales protagonistas desde los años 30 del siglo pasado a Alfonso López Pumarejo, Pedro Castro Monsalvo, Ciro Pupo Martínez, José Eugenio Martínez, José Francisco Socarrás, Rafael Carrillo Lúquez, Clemente Quintero Araújo, Alfonso Araújo Cotes, José Antonio Murgas, Crispín Villazón de Armas, Aníbal Martínez Zuleta, Manuel Pineda Bastidas, Jorge Dangond Daza, Manuel Germán Cuello Gutiérrez, Álvaro Araújo Noguera, José Guillermo ‘Pepe’ Castro, Luis Rodríguez Valera, Alfonso López Michelsen, Consuelo Araújo Noguera, Rafael Escalona, Rodolfo Campo Soto, Lucas Gnecco Cerchar, ‘Ape’ Cuello, Cielo Gnecco Cerchar, Jorge Gnecco Cerchar, Jaime Blanco Maya, Ricardo Palmera Pineda y Rodrigo Tovar Pupo.
No se queda en el listado de personajes que hace, y que hicieron la historia de la región, desde hace casi un siglo. “Mi compromiso es con la historia y las nuevas generaciones. Me motiva contar la historia política de Valledupar y del Cesar, desde la época de la apacibilidad de ser un pueblo pequeño extraviado, las etapas de Pedro Castro Monsalvo. Exponer acerca del algodón y la emoción por la creación de un nuevo departamento pujante. Describir la forma en la que los vallenatos se lo inventaron con su primer gobernador, Alfonso López Michelsen. También en el texto, se apostilla la propuesta de Consuelo Araújo de crear un festival anual en torno a la música de acordeón”.
Transcribimos el pasaje del libro: “‘Yo soy vallenato de los verdaderos’ pregonaba el compositor Alonso Fernández Oñate. Yo soy hijo del Magdalena Grande, nací en Valledupar cuando aún pertenecía al Magdalena y nací seis años antes de crearse el departamento del Cesar, en el barrio Gaitán, la antigua calle 14.
“Soy hijo de Eneida Martínez Rodríguez, ella nunca se quitó el de Maldonado. Mi mamá nació en La Sierrita, un sector muy bonito en el municipio de San Juan del Cesar, y siendo ella muy pequeña la familia materna se trasladó a Valledupar. Mi abuela fue la profesora Sara Rodríguez Mendoza (hermana de Antonio Rodríguez tío “Toño”, abuelo del acordeonero Sergio Luis Rodríguez), y mi abuelo José Domingo Martínez hombre de campo, trabajador incansable, ambos de familias reconocidas por su honradez y buenas costumbres. Mi papá fue Miguel Maldonado Manjarrez, recordado docente, periodista y dirigente cívico, nacido en Ciénaga, Magdalena”.
Los cesarenses tendrán unos interesantes pasajes de su historia al leer el libro, que cubre un vacío de la historia más reciente, que no agota las nuevas perspectivas e investigaciones que de seguro surgirán, por el oportuno libro de Maldonado.
Hay aspectos de la vida departamental que quedarían para la posteridad y que tal vez habrían hecho muy extenso su trabajo -aunque el autor al final del libro dice que este es apenas un abrebocas de investigaciones que hará de conexiones políticas del Cesar con La Guajira y el Magdalena-, como la relación con Venezuela, la conexión de las élites vallenatas con Bogotá mientras se deslindaban de la de Santa Marta, de cómo se desarrolló la relación con el sur del departamento y sus vicisitudes; también hay personajes que no alcanzan a ser protagonistas en el libro pero que sí lo fueron de la política regional como Carlos Arturo Marulanda, Darío Quintero, Milciades Cantillo, Alfonso Mattos, Basilio Padilla, o Cristian Moreno Panesso, un fenómeno electoral que emergió del centro del Cesar, de la forma en que se cayeron los predominios familiares de Castros, Campos o Araujos en la política, y cómo jugó el voto de opinión en algunas elecciones locales, los votos que dieron curules parlamentarias del Cesar a la Anapo y al M-19 en el Cesar, los roles del General Rojas Pinilla y Carlos Pizarro, las veleidades progresistas de profesionales y líderes de la alta sociedad vallenata enfrentados al ‘establecimiento’, la historia del movimiento social , de cómo lo nacional ha condicionado la política local, el papel de los medios de comunicación; entre otros personajes y aspectos que el presente libro no aborda pero que al publicarse abre camino para los nuevos investigadores.
Una faceta que requiere un gran libro, y que va más allá de los hechos documentados y testimoniales obtenidos por la Comisión de la Verdad sobre la violencia en el departamento, es la génesis de la violencia y su macabro desarrollo para los derechos y la vida humana. Se transcriben, en el libro reseñado, algunas declaraciones de testigos, en procesos judiciales, pero no contrasta con la defensa de los imputados. No es el propósito del autor hacer un trabajo periodístico de contraste de fuentes sino narrar una historia general de la política.
Vale mencionar, como campo de futura investigación, la influencia de la música en el curso de los acontecimientos políticos: cómo el vallenato fue un elemento de diplomacia y conquista de centros de poder favoreciendo la causa de la creación del nuevo departamento del Cesar; o el papel de canciones de época electoral como aquella de Hernando Marín en la competencia entre Mauricio Pimiento y Pepe Gnecco por la gobernación con el estribillo “si te compran el voto, si te compran el voto, cógelo y vota por otro” .
En ocasiones el hecho de abordar la historia más reciente sin el suficiente tiempo transcurrido desde el acaecimiento de hechos, en que se van decantando las cosas y los análisis, suele obnubilar cualquier trabajo histórico. Pero el autor, sin ser un historiador, asume con valentía la tarea, con tres elementos que presumen independencia: el libro lo publicó él con sus propios medios, no se evidencia la presencia de un editor (hay algunas imprecisiones que saltan de bulto, aunque no afecten el deseado mensaje) y el abordar la historia tan reciente, aún en desarrollo de acontecimientos públicos, siendo un consultor y asesor de políticos locales. Lo que podría quitarle mérito al escrito, sin embargo, al contrario, hace manifiesto que ha procurado ser fiel a lo acontecido y lo menos subjetivo en sus afirmaciones. Que no se limitan a la cronología de los hechos y circunstancias sino que se atreve, en algunos pasajes, al análisis e interpretación de ellos.
El autor ha informado a EL PILÓN que en Valledupar el libro se puede adquirir en la Tienda Compae Chipuco y en la peluquería ‘Aquí es José Luis’; y en Nido de Libros (Barranquilla), Martha Gómez Libros (El Banco, Magdalena), Librería Café Boscán (Sincelejo), Ábaco libros y café (Cartagena), Grámmata (Medellín) y Books And Books (Bogotá).Próximamente en Amazon, Mercado Libre, Kobo, Apple Books, Google Books y Bookmundo.
Redacción EL PILÓN