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Cesar y La Guajira - 8 diciembre, 2020

En el corregimiento Zapatosa todavía sufren la tarulla

Durante la pandemia, los pescadores se abstuvieron de trabajar un tiempo para evitar el contagio de la covid-19, y cuando decidieron hacerlo, en busca del sustento diario, la tarulla ‘taponó’ el complejo cenagoso.

Así se encuentra el corregimiento Zapatosa por la presencia masiva de tarulla. 

Foto: Cortesía Iván Meneses.
Así se encuentra el corregimiento Zapatosa por la presencia masiva de tarulla. Foto: Cortesía Iván Meneses.

Aunque en algunos corregimientos del Cesar, las actividades de pesca y la navegabilidad en la ciénaga de Zapatosa volvieron a su normal desarrollo debido a que cedió la tarulla, habitantes del corregimiento Zapatosa, jurisdicción de Tamalameque, dieron a conocer que en su población aún sufren por la presencia masiva de esta planta acuática.

Lee también: “Volvimos a pescar luego de 6 meses sin hacerlo”: pescadores de la ciénaga de Zapatosa

Lisandro Nieto relató que durante esta pandemia han tenido un doble sufrimiento.  Primero, el no poder trabajar para evitar el contagio de la covid-19 y,  segundo, cuando deciden hacerlo en busca del sustento diario, la tarulla ‘tapona’ el complejo cenagoso impidiendo la pesca.

Por su parte, Jaider Gutiérrez, pescador ocasional, cuenta que en el corregimiento de Zapatosa aún hay grandes extensiones de tarullas que enredan el trasmallo, haciendo imposible pescar.

Por lo general, los pescadores salen a sus faenas de lunes a viernes retornando todos los días a sus casas, llegando con las canoas cargadas de pescado que luego es vendido en los puertos a compradores de otros municipios del Cesar e incluso de Barranquilla. Sin embargo, por esta problemática, los pescadores de Zapatosa están ‘de brazos cruzados’.

Al respecto, el coordinador de los Pomcas y Ordenamiento Territorial de Corpocesar, Libardo Lascarro, manifestó: “Aún hay tarulla porque esta hace parte de la ciénaga, el 100 % no quedó limpia, eso es propio del cuerpo de agua. En enero eso queda limpio porque la mayoría de las tarullas se quedan aisladas en las playas cuando se secan.  Cuando vuelva a caerle agua volverán porque ellas no mueren. Si esa ciénaga estuviera limpia de tarulla, hoy en día no estuvieran explotando peces porque todo lo hubiesen extraído”.

No dejes de leer: “La tarulla en la ciénaga de Zapatosa nos tiene de brazos cruzados sin poder pescar”

El río Magdalena es el que manda la parada, todo fluye hacia allá y como es una parte baja lógicamente el tapón o tarulla que estaba arriba se va hacia esa zona y ahora que el río baje queda encajonado en algunos caños. La idea es intervenir el caño Alfaro y recuperar el cauce”, agregó.

Cabe recordar que para esta tarea Corpocesar destinó 300 millones de pesos y el municipio de Tamalameque $30 millones.

Por su parte, el secretario de Ambiente del Cesar, Andres Meza, manifestó que el proyecto de la administración departamental para destaponar la ciénaga de la Zapatosa se contrató y se suscribió acta de inicio.

Los pescadores arrancaron a trabajar, inicialmente son 80: 50 en Chimichagua (divididos en los corregimientos de Saloa y Candelaria, así como el puerto de Chimichagua) y 30 en Curumaní. La idea es que sean 80 ahora y 70 más adelante para llegar a 150 personas. El contrato inicialmente era de dos meses. Es cierto que el puerto perdió tarulla, pero hay mucha todavía”, puntualizó.

Te puede interesar: Cedió la tarulla y se recupera la ciénaga de Zapatosa

Sin embargo, el funcionario reconoció que al corregimiento Zapatosa no lo incluyeron en este proyecto.

POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]

Cesar y La Guajira
8 diciembre, 2020

En el corregimiento Zapatosa todavía sufren la tarulla

Durante la pandemia, los pescadores se abstuvieron de trabajar un tiempo para evitar el contagio de la covid-19, y cuando decidieron hacerlo, en busca del sustento diario, la tarulla ‘taponó’ el complejo cenagoso.


Así se encuentra el corregimiento Zapatosa por la presencia masiva de tarulla. 

Foto: Cortesía Iván Meneses.
Así se encuentra el corregimiento Zapatosa por la presencia masiva de tarulla. Foto: Cortesía Iván Meneses.

Aunque en algunos corregimientos del Cesar, las actividades de pesca y la navegabilidad en la ciénaga de Zapatosa volvieron a su normal desarrollo debido a que cedió la tarulla, habitantes del corregimiento Zapatosa, jurisdicción de Tamalameque, dieron a conocer que en su población aún sufren por la presencia masiva de esta planta acuática.

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Lisandro Nieto relató que durante esta pandemia han tenido un doble sufrimiento.  Primero, el no poder trabajar para evitar el contagio de la covid-19 y,  segundo, cuando deciden hacerlo en busca del sustento diario, la tarulla ‘tapona’ el complejo cenagoso impidiendo la pesca.

Por su parte, Jaider Gutiérrez, pescador ocasional, cuenta que en el corregimiento de Zapatosa aún hay grandes extensiones de tarullas que enredan el trasmallo, haciendo imposible pescar.

Por lo general, los pescadores salen a sus faenas de lunes a viernes retornando todos los días a sus casas, llegando con las canoas cargadas de pescado que luego es vendido en los puertos a compradores de otros municipios del Cesar e incluso de Barranquilla. Sin embargo, por esta problemática, los pescadores de Zapatosa están ‘de brazos cruzados’.

Al respecto, el coordinador de los Pomcas y Ordenamiento Territorial de Corpocesar, Libardo Lascarro, manifestó: “Aún hay tarulla porque esta hace parte de la ciénaga, el 100 % no quedó limpia, eso es propio del cuerpo de agua. En enero eso queda limpio porque la mayoría de las tarullas se quedan aisladas en las playas cuando se secan.  Cuando vuelva a caerle agua volverán porque ellas no mueren. Si esa ciénaga estuviera limpia de tarulla, hoy en día no estuvieran explotando peces porque todo lo hubiesen extraído”.

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El río Magdalena es el que manda la parada, todo fluye hacia allá y como es una parte baja lógicamente el tapón o tarulla que estaba arriba se va hacia esa zona y ahora que el río baje queda encajonado en algunos caños. La idea es intervenir el caño Alfaro y recuperar el cauce”, agregó.

Cabe recordar que para esta tarea Corpocesar destinó 300 millones de pesos y el municipio de Tamalameque $30 millones.

Por su parte, el secretario de Ambiente del Cesar, Andres Meza, manifestó que el proyecto de la administración departamental para destaponar la ciénaga de la Zapatosa se contrató y se suscribió acta de inicio.

Los pescadores arrancaron a trabajar, inicialmente son 80: 50 en Chimichagua (divididos en los corregimientos de Saloa y Candelaria, así como el puerto de Chimichagua) y 30 en Curumaní. La idea es que sean 80 ahora y 70 más adelante para llegar a 150 personas. El contrato inicialmente era de dos meses. Es cierto que el puerto perdió tarulla, pero hay mucha todavía”, puntualizó.

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Sin embargo, el funcionario reconoció que al corregimiento Zapatosa no lo incluyeron en este proyecto.

POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]