Facebook, la plataforma de contenido social más cara y exitosa de la historia, cuenta hoy con más de 1.650 millones de usuarios activos y su valor supera los 200.000 millones de dólares; dejó hace tiempo de ser únicamente una red social para convertirse en una plataforma de servicios que atiende necesidades de comunicación, publicidad, mercadeo, atención al usuario, entre otras, de millones de personas y empresas en todo el mundo.

Lo que empezó como el emprendimiento de un grupo de universitarios que querían mantenerse en contacto con todos sus compañeros de Harvard se ha convertido en un poderoso escenario de comunicaciones de presencia obligatoria para la empresas y las personas, con un grado de influencia tal que su CEO Mark Zuckerberg discute la agenda digital de países mano a mano con sus mandatarios, como pasó en su reunión en enero de este año con Juan Manuel Santos.

A pesar de la resistencia de sectores del transporte tradicional en muchos países, Uber, empresa digital que a partir de su aplicación móvil enlaza vehículos particulares registrados en su servicio con pasajeros con necesidad de transporte de alta calidad, se ha expandido por más de 200 ciudades y 40 países. El valor de Uber se estima ronda los 50.000 millones de dólares.

El gigante chino Alibaba.com hizo el más grande debut en la historia de Wall Street, posicionándose como una de las empresas más caras del mundo (230.000 millones de dólares), superando a gigantes como Facebook y Amazon. La plataforma de compras online alinea a los productores chinos con compradores de todo el mundo que aprecian sobremanera el bajo costo de los productos y la casi infinita variedad del catálogo disponible.

¿Qué tienen en común estas tres empresas? En primer lugar que son casos de emprendimiento digital exitoso, que nacieron pequeñas, crecieron y se hicieron empresas millonarias, de hecho astronómicamente millonarias, y en segundo lugar, la parte más interesante del asunto:

Facebook, el portal de contenidos digitales más grande del mundo, no produce contenidos, los producen los usuarios como usted y yo. Uber, la empresa de taxis más grande del mundo, no es dueña de un solo taxi, los dueños son los conductores. Alibaba.com, la empresa comercializadora más grande del mundo, no tiene un solo artículo en inventario; ni siquiera un lápiz en una bodega.

Todas estas empresas se dedican a poner en contacto a personas que producen un producto/servicio/información con otras que tienen una necesidad equivalente de los mismos.

Es decir, trabajan en un nuevo modelo de economía colaborativa en el que sirven como intermediario innovador entre los recursos de un particular con las necesidades de otro.

Sin ser el único modelo innovador ni exitoso, vale la pena el análisis del modelo de economía colaborativa por parte de todos los emprendedores actuales, así como por todos los interesados en fortalecer sus competencias en innovación y emprendimiento.

Por José Gregorio Camargo Restrepo