Hace más o menos 8 o 10 años, la Terminal de Transporte de Valledupar era considerada como una de las mejores de la región Caribe por su excelente infraestructura. Sin embargo, la pandemia y malas administraciones golpearon las finanzas de la terminal hasta el punto que hoy está quebrada y cayéndose a pedazos. 

Así lo pudo verificar EL PILÓN en un recorrido por la principal entrada a Valledupar. La sala de abordaje, parqueo de taxis, zona de descanso de los conductores y donde arriban los buses tienen las cubiertas caídas.  Otros sectores están sin techo, a sol y agua. 

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El problema es que la Terminal de Transporte no tiene recursos para renovar su infraestructura porque sus cuentas están embargadas. En total son 47 demandas en contra de la Terminal, de las cuales ya tiene varias medidas cautelares de embargo por más de $1.000 millones de pesos. Es decir, los recursos que entran a las cuentas se los quedan los acreedores. “Tenemos 13 medidas cautelares de embargos. Hasta la razón social de la terminal está embargada. Por eso cada ingreso que llega se va a pagar deudas viejas”, señaló el gerente Wynter Díaz. 

INGRESOS

Según los estados financieros, la Terminal de Transporte de Valledupar tiene cuentas por pagar por $3.500 millones, y solamente se tiene cuentas por cobrar por alrededor de $500 millones. Un déficit superior a los $3.000 millones que ya está afectando el pago a los trabajadores. 

La Terminal de Transporte tiene 4 fuentes de ingresos: la tasa de uso, la cual pagan las empresas por entrada y salida de buses; segundo, el arriendo en el parqueadero de inmovilizados; tercero, el parqueadero de usuarios y, cuarto, los locales comerciales que son propiedad de la Terminal. La tasa de uso y la inmovilización son la principal fuente. Pero no son suficientes para lograr la estabilidad financiera. 

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“Las terminales y los aeropuertos son las cartas de presentación de las ciudades. Los visitantes ven un terminal y asocia la ciudad con  el estado del terminal: si está limpio y en buen estado así creerá que está la ciudad. Si ve un terminal a punto de caerse, así creerá que está la ciudad”, sostuvo el gerente Wynter Díaz. 

VOCES

EL PILÓN dialogó con el exgerente Andrés Camilo Castro, quien estuvo hasta el 31 de diciembre de 2023. Castro aseguró que se hizo la gestión para pagar las deudas.

 “Para nadie es un secreto los 47 embargos contra la Terminal de Transporte. Como gerente hice acuerdos de pago con la DIAN; la terminal le debía 400 millones de pesos. Con Afinia también. Buscamos soluciones y alianzas estratégicas para mejorar los ingresos. Se debe trabajar para seguir mejorando la situación financiera”, sostuvo Castro. 

Tanto el pasado como el actual gerente concuerdan en que la pandemia afectó la situación financiera de la Terminal. Fueron cerca de 6 meses en los que estuvo cerrado sin ingresos pero pagando nóminas. Además, en noviembre de 2019, el exgerente Luis Fernando Cuello había solicitado un crédito por $800 millones que aún se está pagando. Trimestralmente, giran 60 millones para pagar el crédito. 

¿SOLUCIONES?

Para el gerente de la Terminal de Transporte, la solución pasa por lograr una mejor gestión, la inversión de la Alcaldía y la lucha contra la informalidad. “Se necesita que los usuarios dejen de usar el transporte ilegal porque al momento de un accidente nadie responde. Por el contrario, en el transporte legal hay pólizas que lo protegen. También necesitamos de la fuerza pública para que hagan controles”, sostuvo el gerente.

Por Deivis Caro