En dos meses está planeado que las obras lleguen a la carrera cuarta. Para evitar contratiempos la administración y los comerciantes están negociando. En la margen derecha, la obra fue paralizada tres veces porque la comunidad exigía soluciones a sus problemas.
Desde su fase previa, la controversia rodeó las obras de reposición de redes de acueducto y alcantarillado sanitario en el centro histórico de Valledupar. En las reuniones de socialización del proyecto, los comerciantes del sector siempre han insistido en la búsqueda de alternativas que respondan al impacto negativo que acarrea cerrar las calles.
Esas obras no han iniciado en el sector comercial, pero en los asentamientos de la margen derecha del río Guatapurí la maquinaria ya empezó la excavación para abrir paso a la construcción de la primera fase, la creación del box culvert, una estructura debajo tierra hecha a base de concreto que permitirá la conducción de las aguas pluviales del centro histórico por toda la calle 16 desde la carrera 12 hasta el río Guatapurí, donde terminarán todas las aguas lluvias.
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La construcción del box culvert solo va desde la margen derecha del río hasta la carrera cuarta. En ese camino de alrededor 340 metros, los trabajadores se han cruzado con una comunidad que ha parado la obra en más de tres ocasiones buscando “la solución a viejos problemas del sector”.
“Con las negociaciones llegamos a un acuerdo, que ellos nos regalaban el transformador, los puentes (peatonales) que están instalados entre las obras, también van a arreglar la cancha pero todavía no porque después la dañan. Nos van a prestar algo para que limpien la acequia. Nosotros no parábamos la obra, sino que ajá, tenían que darnos eso”, señaló Magalys Navarro, líder comunal.
Fueron las primeras semanas entre negociaciones y paros donde la comunidad bloqueaba el paso de la excavadora con automóviles o cruzándose en la calle. Como el contratista no tenía responsabilidad en las exigencias, las autoridades municipales se trasladaban hasta las protestas para negociar.
“Hemos procurado entablar un diálogo y hemos recibido todas las peticiones que demandaron al Municipio. Hemos sido claros que no todas pueden ser resueltas por unas consideraciones de tipo legal que como administración no podemos obviar”, detalló el secretario de Obras, Jorge Maestre.
Lee también: Piden suspender reposición de redes en centro histórico
Aún con el rechazo de algunas peticiones, la obra lleva casi dos semanas avanzando sin contratiempos. Son 60 trabajadores, la mitad residentes de la margen derecha, que construyen la red pluvial del centro histórico de Valledupar al paso de la retroexcavadora.
Con un valor de $13.469 millones, el plazo de finalización del proyecto es de 10 meses, contabilizados desde el siete de mayo cuando se iniciaron los trabajos topográficos. A medida que avanza el proyecto las carpas verdes cierran las vías: imposible el paso de automotores, solo peatones entre las terrazas de las casas.
De allí las quejas de los comerciantes del centro histórico y la margen derecha: en los negocios donde cerraron las calles las ventas bajaron drásticamente. Es el caso de Magalys Navarro, propietaria de ‘Billares Stiven’ en la margen derecha.
“Ayer (lunes) cerré a las dos de la tarde porque no había nada de gente. Se da cuenta que no hay espacio para que corra una moto o un carro. A mí hermano, que está aquí diagonal le pasa lo mismo (…) Este es un barrio que el alcalde no le puede meter nada, pero nosotros creíamos que iban a dejar pavimentado eso, pero no, ahora viene y se le echa tierra arriba. Ojalá dejaran eso pavimentado, no importa los dos meses aguantando hambre”, declaró Navarro.
La misma preocupación financiera manifestaron los comerciantes del centro histórico en las discutidas socializaciones que hizo la administración municipal. “Nosotros los comerciantes nos tendríamos que ir porque no aguantaríamos tanto tiempo cerrados pagando arriendos, impuestos, a los empleados. Entonces después llegan aquellos quienes no han aguantado las duras y montan sus negocios en el centro y nosotros que sufrimos nos tuvimos que ir”, aseguró en unas de las socializaciones Yasser Rafael Orozco, propietario de Palenke Bar.
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Lo estimado por los ingenieros es que las obras ingresen al centro histórico en menos de dos meses. En ese sentido, el secretario de Obras, Jorge Maestre, aseguró que “aunque ha sido dispendioso, se está en la disposición para poder realizar una obra que la ciudad necesita y generar el menor impacto en las comunidades”.
El primer objetivo para reducir la afectación, es ir habilitando el paso normal por cuadra aproximadamente cada 30 días. “Después que esté instalado el concreto debe habilitarse el paso a los 15 días. En el centro histórico esperamos ir habilitando de cuadra en cuadra, y que no demore más de 30 días”, aseveró Camilo Martínez, residente de la construcción, quien es el encargado de las cuestiones técnicas de la obra.
En el trabajo de casi dos meses en la margen derecha, entre protestas y marchas, hasta el momento se han excavado 240 metros, con el propósito de tenerlos totalmente recuperados en 20 días. Pero en el centro histórico el trabajo será diferente.
Son calles más angostas, con mayor tráfico y con redes húmedas y secas que requerirán tiempo. Además, termina el box culvert y empieza el soterramiento de la tubería en pvc, que a medida que va avanzando hacia la carrera doce va angostando su diámetro. “Una vez lleguemos a la cuarta se espera otra forma de trabajo porque las calles son más angostas, vamos a encontrar más tubería de redes secas, telefonía y las redes de alcantarillado: a todas esas redes tenemos que hacerles el respectivo traslado”, explicó el ingeniero Henry Pérez.
Para evitar las protestas que paralizaron el trabajo en el primero de los cuatro sectores en los que se divide el proyecto, comerciantes y Municipio están negociando.
Después de la cuarta, además de los comerciantes, está el reto de evitar congestiones en el tránsito. De allí que se harán desvíos en toda el área de influencia de la obra: desde la carrera cuarta hasta la doce por las calles 14, 15 y 16.
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“Ninguna obra se ejecuta en un día, toda obra genera su impacto. Ha sucedido en Barranquilla cuando hay que canalizar arroyos. Hemos dicho a los gremios de comerciantes que máximo dos meses es el tiempo en el que se realizarán las obras de demolición, instalación de tubería, pavimentación y rehabilitación de espacio público. Es el tiempo que hemos estimado en el peor de los escenarios”, agregó el secretario de Obras.
Otro punto que necesita convergencia son las redes húmedas y su futuro. El Municipio tiene el deber de terminar la soterranización de las redes aéreas antes del 2021. Con la apertura de las vías, se ha presionado para cumplir el deber. Desde la administración aseguran que en cumplimiento de sus labores, construirán un ducto, pero los encargados de subterranizar las redes son las empresas privadas. Electricaribe se comprometió a enviar los diseños de ese trabajo antes de finalizar este mes.
En la discusión de las obras, que en dos meses empezarán en el centro histórico, están los comerciantes que avizoran que otro cierre de vía los quebraría, la congestión vehicular por el mismo cierre y la necesidad de la reposición de redes de acueducto y alcantarillado sanitario, debido a que ya han cumplido su vida útil y la construcción de una red pluvial con la que no cuenta el centro histórico.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]
En dos meses está planeado que las obras lleguen a la carrera cuarta. Para evitar contratiempos la administración y los comerciantes están negociando. En la margen derecha, la obra fue paralizada tres veces porque la comunidad exigía soluciones a sus problemas.
Desde su fase previa, la controversia rodeó las obras de reposición de redes de acueducto y alcantarillado sanitario en el centro histórico de Valledupar. En las reuniones de socialización del proyecto, los comerciantes del sector siempre han insistido en la búsqueda de alternativas que respondan al impacto negativo que acarrea cerrar las calles.
Esas obras no han iniciado en el sector comercial, pero en los asentamientos de la margen derecha del río Guatapurí la maquinaria ya empezó la excavación para abrir paso a la construcción de la primera fase, la creación del box culvert, una estructura debajo tierra hecha a base de concreto que permitirá la conducción de las aguas pluviales del centro histórico por toda la calle 16 desde la carrera 12 hasta el río Guatapurí, donde terminarán todas las aguas lluvias.
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La construcción del box culvert solo va desde la margen derecha del río hasta la carrera cuarta. En ese camino de alrededor 340 metros, los trabajadores se han cruzado con una comunidad que ha parado la obra en más de tres ocasiones buscando “la solución a viejos problemas del sector”.
“Con las negociaciones llegamos a un acuerdo, que ellos nos regalaban el transformador, los puentes (peatonales) que están instalados entre las obras, también van a arreglar la cancha pero todavía no porque después la dañan. Nos van a prestar algo para que limpien la acequia. Nosotros no parábamos la obra, sino que ajá, tenían que darnos eso”, señaló Magalys Navarro, líder comunal.
Fueron las primeras semanas entre negociaciones y paros donde la comunidad bloqueaba el paso de la excavadora con automóviles o cruzándose en la calle. Como el contratista no tenía responsabilidad en las exigencias, las autoridades municipales se trasladaban hasta las protestas para negociar.
“Hemos procurado entablar un diálogo y hemos recibido todas las peticiones que demandaron al Municipio. Hemos sido claros que no todas pueden ser resueltas por unas consideraciones de tipo legal que como administración no podemos obviar”, detalló el secretario de Obras, Jorge Maestre.
Lee también: Piden suspender reposición de redes en centro histórico
Aún con el rechazo de algunas peticiones, la obra lleva casi dos semanas avanzando sin contratiempos. Son 60 trabajadores, la mitad residentes de la margen derecha, que construyen la red pluvial del centro histórico de Valledupar al paso de la retroexcavadora.
Con un valor de $13.469 millones, el plazo de finalización del proyecto es de 10 meses, contabilizados desde el siete de mayo cuando se iniciaron los trabajos topográficos. A medida que avanza el proyecto las carpas verdes cierran las vías: imposible el paso de automotores, solo peatones entre las terrazas de las casas.
De allí las quejas de los comerciantes del centro histórico y la margen derecha: en los negocios donde cerraron las calles las ventas bajaron drásticamente. Es el caso de Magalys Navarro, propietaria de ‘Billares Stiven’ en la margen derecha.
“Ayer (lunes) cerré a las dos de la tarde porque no había nada de gente. Se da cuenta que no hay espacio para que corra una moto o un carro. A mí hermano, que está aquí diagonal le pasa lo mismo (…) Este es un barrio que el alcalde no le puede meter nada, pero nosotros creíamos que iban a dejar pavimentado eso, pero no, ahora viene y se le echa tierra arriba. Ojalá dejaran eso pavimentado, no importa los dos meses aguantando hambre”, declaró Navarro.
La misma preocupación financiera manifestaron los comerciantes del centro histórico en las discutidas socializaciones que hizo la administración municipal. “Nosotros los comerciantes nos tendríamos que ir porque no aguantaríamos tanto tiempo cerrados pagando arriendos, impuestos, a los empleados. Entonces después llegan aquellos quienes no han aguantado las duras y montan sus negocios en el centro y nosotros que sufrimos nos tuvimos que ir”, aseguró en unas de las socializaciones Yasser Rafael Orozco, propietario de Palenke Bar.
Lee también: El ‘enredo’ que afea al centro histórico
Lo estimado por los ingenieros es que las obras ingresen al centro histórico en menos de dos meses. En ese sentido, el secretario de Obras, Jorge Maestre, aseguró que “aunque ha sido dispendioso, se está en la disposición para poder realizar una obra que la ciudad necesita y generar el menor impacto en las comunidades”.
El primer objetivo para reducir la afectación, es ir habilitando el paso normal por cuadra aproximadamente cada 30 días. “Después que esté instalado el concreto debe habilitarse el paso a los 15 días. En el centro histórico esperamos ir habilitando de cuadra en cuadra, y que no demore más de 30 días”, aseveró Camilo Martínez, residente de la construcción, quien es el encargado de las cuestiones técnicas de la obra.
En el trabajo de casi dos meses en la margen derecha, entre protestas y marchas, hasta el momento se han excavado 240 metros, con el propósito de tenerlos totalmente recuperados en 20 días. Pero en el centro histórico el trabajo será diferente.
Son calles más angostas, con mayor tráfico y con redes húmedas y secas que requerirán tiempo. Además, termina el box culvert y empieza el soterramiento de la tubería en pvc, que a medida que va avanzando hacia la carrera doce va angostando su diámetro. “Una vez lleguemos a la cuarta se espera otra forma de trabajo porque las calles son más angostas, vamos a encontrar más tubería de redes secas, telefonía y las redes de alcantarillado: a todas esas redes tenemos que hacerles el respectivo traslado”, explicó el ingeniero Henry Pérez.
Para evitar las protestas que paralizaron el trabajo en el primero de los cuatro sectores en los que se divide el proyecto, comerciantes y Municipio están negociando.
Después de la cuarta, además de los comerciantes, está el reto de evitar congestiones en el tránsito. De allí que se harán desvíos en toda el área de influencia de la obra: desde la carrera cuarta hasta la doce por las calles 14, 15 y 16.
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“Ninguna obra se ejecuta en un día, toda obra genera su impacto. Ha sucedido en Barranquilla cuando hay que canalizar arroyos. Hemos dicho a los gremios de comerciantes que máximo dos meses es el tiempo en el que se realizarán las obras de demolición, instalación de tubería, pavimentación y rehabilitación de espacio público. Es el tiempo que hemos estimado en el peor de los escenarios”, agregó el secretario de Obras.
Otro punto que necesita convergencia son las redes húmedas y su futuro. El Municipio tiene el deber de terminar la soterranización de las redes aéreas antes del 2021. Con la apertura de las vías, se ha presionado para cumplir el deber. Desde la administración aseguran que en cumplimiento de sus labores, construirán un ducto, pero los encargados de subterranizar las redes son las empresas privadas. Electricaribe se comprometió a enviar los diseños de ese trabajo antes de finalizar este mes.
En la discusión de las obras, que en dos meses empezarán en el centro histórico, están los comerciantes que avizoran que otro cierre de vía los quebraría, la congestión vehicular por el mismo cierre y la necesidad de la reposición de redes de acueducto y alcantarillado sanitario, debido a que ya han cumplido su vida útil y la construcción de una red pluvial con la que no cuenta el centro histórico.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]