El balneario El Rincón pasó de ser uno de los mayores atractivos turísticos de la región, a ser uno de los más abandonados y temerosos.
Recuerdos solo quedan de aquel lugar tan acogido por los vallenatos en diferentes épocas del año, especialmente en vacaciones, cuando los padres de familia llevaban a los niños a disfrutar de la naturaleza, el gran caudal del río Guatapurí y de los frutos de los árboles que aún están allí sembrados.
El Rincón, era una de las pocas alternativas de recreación de los habitantes del Valle del Cacique Upar, junto con el Pueblito Vallenato, la Escuela Ambiental y otros sitios de la zona corregimental, tales como La Vega, Badillo y Los Besotes.
Sin embargo, con el pasar de los años, la vegetación y los kioscos, adornados en su base con piedras y en la parte superior con palmas, y a los que la administración departamental le invirtió una cierta cantidad de dinero hace más de treinta y cinco años, fueron perdiendo su belleza.
La desidia y el abandono se han hecho cada vez más evidentes, las enramadas ya no tienen palmas y el diseño se arruinó. Otro de los factores que causó ese deterioro, que se fue ‘comiendo’ la estructura allí presente, como escaleras, fue el afluente en las crecientes, pero que en los últimos meses presenta una gran sequía.
A esa situación también se le adiciona la inseguridad, puesto que muchas personas y según los residentes del lugar, llegan a hurtar a los visitantes.
La Historia
El historiador de Valledupar, Simón Martínez, aclaró a EL PILÓN, que “cuando El Rincón estuvo en pleno furor no se había construido el parque lineal Hurtado, ni La Pedregosa, los caminos para llegar allá eran destapados pero la gente iba, era muy agradable, había una forestación linda y el río era excelente y cuando hubo una buena administración a los kioscos asistía la gente, había restaurante, era como uno de los atractivos más importantes que Valledupar tenía hace 30 años”.
A su vez, Martínez, explicó “hasta el año 1974 lo administraba la Oficina de Turismo del Departamento, pero cuando desapareció ésta y fue reemplazada por Cultura y Turismo, que manejaba este terreno que hacía parte de los bienes de esa oficina y así se mantuvo como sitio de prestación de servicios turísticos, no tenía alojamiento, pero sí había kioscos para la recreación familiar”.
Cuenta este historiador que El Rincón contaba con unos pozos en donde las familias iban y podían disfrutar de las comodidades, era un lugar exclusivo para paseos, porque la infraestructura con la que contaba daba para que se prestara un buen servicio y se cobrara al mismo nivel.
¿Pero qué pasó con el sitio?
“Las administraciones dejaron de prestar la atención suficiente, lo mismo que pasó con el Pueblito Vallenato, fueron dándolo en comodato y le dieron manejo político y de alguna manera se deterioró el sitio, porque la gente le sacó provecho y no le invirtió. Las anteriores administraciones fueron descuidando El Rincón” afirmó Martínez, quien también estuvo a cargo del Instituto de Cultura y Turismo.
Así mismo, indicó que hay ausencia de política de inversión y de oferta de servicios.
Un proceso jurídico en el medio
El Rincón es un sitio que permanece custodiado por un hombre quien dice ser el propietario del terreno, puesto que lleva, según él, un poco más de 33 años de estar cuidando el sitio turístico que pertenece al estado, motivo por el cual se vio obligado y urgido de interponer un proceso jurídico para que el terreno pasara a su nombre.
“Yo necesito estar legal aquí, la Gobernación me reclamó y esto no es de ellos. Estos son terrenos baldíos, reconozco que lo hizo la Gobernación, pero está en ruina, yo no lo he podido arreglar porque mis recursos económicos son escasos, entonces yo pedí que me indemnizaran mis 33 años de estar aquí, porque mis mejoras las tengo inscrita en el juzgado” precisó Eliecer Torres Sierra, actual administrador de El Rincón.
Torres Sierra manifestó a El Pilón cómo fue que ingresó al sitio “yo vi esto solo y me metí, toda mi familia vive conmigo y cada uno de mis hijos tienen una casita”. También afirmó que la familia de su familia también vive en los alrededores del lugar.
En cuanto al estado lamentable en que se encuentra el lugar, especificó “todo se acaba, y se vA perdiendo y yo nunca he tenido un fondo para meterle plata, y nadie, desde que yo estoy al cargo ha venido a reclamarme esto, sólo hasta cuando metí el proceso jurídico”. Agregó “todo lo que hay aquí lo he hecho yo”.
Sin embargo, el historiador Simón Martínez, desmiente el tiempo en que esta persona ha estado en dicho sitio. “Yo no tengo 30 años de haber sido director del Instituto de Cultura y Turismo y no conocí al señor”.
EL PILÓN estuvo recorriendo las instalaciones de la Gobernación del Cesar en busca de la oficina encargada de llevar este proceso. Desde la secretaría General, hasta la oficina Jurídica y Control Interno los reporteros buscamos la información respectiva, pero encontramos que en Control Interno desconocían a quién pertenecía la propiedad, posteriormente, según el secretario General, Cesar Cerchiario De La Rosa, existía un proceso jurídico ya atendido.
Ante esto el diario esperó al Asesor Jurídico del Departamento, Jaime Luis Fuentes, quien se encontraba en una reunión y luego de ello afirmó que hubo un fallo de segunda instancia en el que se aclara que por ser el predio un bien del Estado no podía pasar a manos de Eliécer Torres Sierra, quien en este momento se encuentra administrando ilegalmente el sitio.
¿Y las inversiones?
Luego de conocido que El Rincón es un bien del estado, EL PILÓN consultó con el Asesor Jurídico sobre las inversiones y éste respondió: “no sé que pasaría ahí, si es que el Gobernador y el secretario General no se han puesto de acuerdo en la inversión o no hay recursos, hasta ahora no tengo nada concreto”.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]
El balneario El Rincón pasó de ser uno de los mayores atractivos turísticos de la región, a ser uno de los más abandonados y temerosos.
Recuerdos solo quedan de aquel lugar tan acogido por los vallenatos en diferentes épocas del año, especialmente en vacaciones, cuando los padres de familia llevaban a los niños a disfrutar de la naturaleza, el gran caudal del río Guatapurí y de los frutos de los árboles que aún están allí sembrados.
El Rincón, era una de las pocas alternativas de recreación de los habitantes del Valle del Cacique Upar, junto con el Pueblito Vallenato, la Escuela Ambiental y otros sitios de la zona corregimental, tales como La Vega, Badillo y Los Besotes.
Sin embargo, con el pasar de los años, la vegetación y los kioscos, adornados en su base con piedras y en la parte superior con palmas, y a los que la administración departamental le invirtió una cierta cantidad de dinero hace más de treinta y cinco años, fueron perdiendo su belleza.
La desidia y el abandono se han hecho cada vez más evidentes, las enramadas ya no tienen palmas y el diseño se arruinó. Otro de los factores que causó ese deterioro, que se fue ‘comiendo’ la estructura allí presente, como escaleras, fue el afluente en las crecientes, pero que en los últimos meses presenta una gran sequía.
A esa situación también se le adiciona la inseguridad, puesto que muchas personas y según los residentes del lugar, llegan a hurtar a los visitantes.
La Historia
El historiador de Valledupar, Simón Martínez, aclaró a EL PILÓN, que “cuando El Rincón estuvo en pleno furor no se había construido el parque lineal Hurtado, ni La Pedregosa, los caminos para llegar allá eran destapados pero la gente iba, era muy agradable, había una forestación linda y el río era excelente y cuando hubo una buena administración a los kioscos asistía la gente, había restaurante, era como uno de los atractivos más importantes que Valledupar tenía hace 30 años”.
A su vez, Martínez, explicó “hasta el año 1974 lo administraba la Oficina de Turismo del Departamento, pero cuando desapareció ésta y fue reemplazada por Cultura y Turismo, que manejaba este terreno que hacía parte de los bienes de esa oficina y así se mantuvo como sitio de prestación de servicios turísticos, no tenía alojamiento, pero sí había kioscos para la recreación familiar”.
Cuenta este historiador que El Rincón contaba con unos pozos en donde las familias iban y podían disfrutar de las comodidades, era un lugar exclusivo para paseos, porque la infraestructura con la que contaba daba para que se prestara un buen servicio y se cobrara al mismo nivel.
¿Pero qué pasó con el sitio?
“Las administraciones dejaron de prestar la atención suficiente, lo mismo que pasó con el Pueblito Vallenato, fueron dándolo en comodato y le dieron manejo político y de alguna manera se deterioró el sitio, porque la gente le sacó provecho y no le invirtió. Las anteriores administraciones fueron descuidando El Rincón” afirmó Martínez, quien también estuvo a cargo del Instituto de Cultura y Turismo.
Así mismo, indicó que hay ausencia de política de inversión y de oferta de servicios.
Un proceso jurídico en el medio
El Rincón es un sitio que permanece custodiado por un hombre quien dice ser el propietario del terreno, puesto que lleva, según él, un poco más de 33 años de estar cuidando el sitio turístico que pertenece al estado, motivo por el cual se vio obligado y urgido de interponer un proceso jurídico para que el terreno pasara a su nombre.
“Yo necesito estar legal aquí, la Gobernación me reclamó y esto no es de ellos. Estos son terrenos baldíos, reconozco que lo hizo la Gobernación, pero está en ruina, yo no lo he podido arreglar porque mis recursos económicos son escasos, entonces yo pedí que me indemnizaran mis 33 años de estar aquí, porque mis mejoras las tengo inscrita en el juzgado” precisó Eliecer Torres Sierra, actual administrador de El Rincón.
Torres Sierra manifestó a El Pilón cómo fue que ingresó al sitio “yo vi esto solo y me metí, toda mi familia vive conmigo y cada uno de mis hijos tienen una casita”. También afirmó que la familia de su familia también vive en los alrededores del lugar.
En cuanto al estado lamentable en que se encuentra el lugar, especificó “todo se acaba, y se vA perdiendo y yo nunca he tenido un fondo para meterle plata, y nadie, desde que yo estoy al cargo ha venido a reclamarme esto, sólo hasta cuando metí el proceso jurídico”. Agregó “todo lo que hay aquí lo he hecho yo”.
Sin embargo, el historiador Simón Martínez, desmiente el tiempo en que esta persona ha estado en dicho sitio. “Yo no tengo 30 años de haber sido director del Instituto de Cultura y Turismo y no conocí al señor”.
EL PILÓN estuvo recorriendo las instalaciones de la Gobernación del Cesar en busca de la oficina encargada de llevar este proceso. Desde la secretaría General, hasta la oficina Jurídica y Control Interno los reporteros buscamos la información respectiva, pero encontramos que en Control Interno desconocían a quién pertenecía la propiedad, posteriormente, según el secretario General, Cesar Cerchiario De La Rosa, existía un proceso jurídico ya atendido.
Ante esto el diario esperó al Asesor Jurídico del Departamento, Jaime Luis Fuentes, quien se encontraba en una reunión y luego de ello afirmó que hubo un fallo de segunda instancia en el que se aclara que por ser el predio un bien del Estado no podía pasar a manos de Eliécer Torres Sierra, quien en este momento se encuentra administrando ilegalmente el sitio.
¿Y las inversiones?
Luego de conocido que El Rincón es un bien del estado, EL PILÓN consultó con el Asesor Jurídico sobre las inversiones y éste respondió: “no sé que pasaría ahí, si es que el Gobernador y el secretario General no se han puesto de acuerdo en la inversión o no hay recursos, hasta ahora no tengo nada concreto”.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
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