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Análisis - 8 julio, 2022

El relevo en Min-hacienda: La segunda oportunidad de Ocampo 

“Recordemos que, en el gobierno de Ernesto Samper Pizano, renunció a su cargo, a raíz de la crisis política que vivió Samper, por el inefable proceso 8.000”

Gustavo Petro y José Antonio Ocampo
Gustavo Petro y José Antonio Ocampo

Con alborozo y tranquilidad ha sido recibida la designación de José Antonio Ocampo Gaviria, como nuevo ministro de Hacienda y Crédito Público, del nuevo gobierno Petro-Márquez. 

Algunos gremios, empresarios y analistas económicos se han referido a la brillante hoja de vida de Ocampo Gaviria, quien fue ministro de Agricultura, jefe del Departamento Nacional de Planeación y también ministro de Hacienda, en el gobierno de Ernesto Samper Pizano (1994-1998).   

Ocampo, además, ha sido director de Fedesarrollo, investigador, historiador y docente. Sin lugar a dudas, tiene el conocimiento, la idoneidad y la experiencia para el cargo. 

Al anunciar su designación, el presidente electo, Gustavo Petro, envía una buena señal a los mercados financieros internos y externos y a la comunidad internacional, donde se conoce muy bien la trayectoria profesional y la seriedad de Ocampo Gaviria. Puntos a favor de la nueva administración. 

El ministro designado, quizás sin saber aún que sería nombrado en el cargo, escribió para el diario El Espectador una columna donde hacía referencia, paradójicamente, a la difícil situación de la economía nacional, a la coyuntura internacional, y – en general- a los retos económicos del nuevo gobierno, en materia de manejo de déficit fiscal, es decir el reordenamiento de las finanzas públicas, el manejo de la inflación, la lucha contra el desempleo, la pobreza y la inequidad, entre otros. Un panorama bien complejo…

Ocampo Gaviria, es economista, nacido en Cali, Valle, ya cuenta con 69 años, egresado de la Universidad de Notre Dame, doctorado de la Universidad de Yale, además profesor de la Universidad de los Andes y de la Universidad Nacional, en el país. 

También ha sido profesor en el extranjero y docente, en la actualidad, de la Universidad de Columbia. 

Para el nuevo ministro, esta designación es una nueva oportunidad que la da la vida para demostrar, al frente del Ministerio de Hacienda, todo lo que sabe en el manejo de la economía, y en particular sobre política fiscal y economía política, temas sobre los cuales ha escrito varios libros, muy reconocidos por especialistas y público en general. 

Recordemos que, en el gobierno de Ernesto Samper Pizano, renunció a su cargo, a raíz de la crisis política que vivió Samper, por el inefable proceso 8.000, sobre los ingresos de dineros del narcotráfico a la campaña presidencial de Samper Pizano. 

Tanto Guillermo Perry, como José Antonio Ocampo, entre otros funcionarios, renunciaron a raíz de ese escándalo. A Ocampo, lo sucedió en el cargo, Antonio Urdinola Uribe. (Ver el libro Decidí Contarlo, las memorias de Guillermo Perry. Página 381 yss).

Es de esperar que Ocampo cuente con la suficiente autonomía, y que sus decisiones concretas en materia de política económica: sus aportes al Plan de Desarrollo de Petro Urrego, sus propuestas en materia de reforma tributaria, su actitud ante la Junta Directiva del Banco de la República, institución de la cual fue miembro hasta hace algunos años y renunció para irse a la Universidad de Columbia. 

Esas, entre otras decisiones que habrá de liderar y adoptar en materia de política económica y tratar de llevar a la práctica parte de aquello que ha escrito sobre lucha contra la pobreza, la desigualdad y el bienestar de millones de colombianos y colombianas que esperan verse beneficiados de la acción del nuevo gobierno. Mucha suerte para el nuevo ministro de Hacienda. 

Por Carlos A. Maestre Maya/especial para el pilón 

Análisis
8 julio, 2022

El relevo en Min-hacienda: La segunda oportunidad de Ocampo 

“Recordemos que, en el gobierno de Ernesto Samper Pizano, renunció a su cargo, a raíz de la crisis política que vivió Samper, por el inefable proceso 8.000”


Gustavo Petro y José Antonio Ocampo
Gustavo Petro y José Antonio Ocampo

Con alborozo y tranquilidad ha sido recibida la designación de José Antonio Ocampo Gaviria, como nuevo ministro de Hacienda y Crédito Público, del nuevo gobierno Petro-Márquez. 

Algunos gremios, empresarios y analistas económicos se han referido a la brillante hoja de vida de Ocampo Gaviria, quien fue ministro de Agricultura, jefe del Departamento Nacional de Planeación y también ministro de Hacienda, en el gobierno de Ernesto Samper Pizano (1994-1998).   

Ocampo, además, ha sido director de Fedesarrollo, investigador, historiador y docente. Sin lugar a dudas, tiene el conocimiento, la idoneidad y la experiencia para el cargo. 

Al anunciar su designación, el presidente electo, Gustavo Petro, envía una buena señal a los mercados financieros internos y externos y a la comunidad internacional, donde se conoce muy bien la trayectoria profesional y la seriedad de Ocampo Gaviria. Puntos a favor de la nueva administración. 

El ministro designado, quizás sin saber aún que sería nombrado en el cargo, escribió para el diario El Espectador una columna donde hacía referencia, paradójicamente, a la difícil situación de la economía nacional, a la coyuntura internacional, y – en general- a los retos económicos del nuevo gobierno, en materia de manejo de déficit fiscal, es decir el reordenamiento de las finanzas públicas, el manejo de la inflación, la lucha contra el desempleo, la pobreza y la inequidad, entre otros. Un panorama bien complejo…

Ocampo Gaviria, es economista, nacido en Cali, Valle, ya cuenta con 69 años, egresado de la Universidad de Notre Dame, doctorado de la Universidad de Yale, además profesor de la Universidad de los Andes y de la Universidad Nacional, en el país. 

También ha sido profesor en el extranjero y docente, en la actualidad, de la Universidad de Columbia. 

Para el nuevo ministro, esta designación es una nueva oportunidad que la da la vida para demostrar, al frente del Ministerio de Hacienda, todo lo que sabe en el manejo de la economía, y en particular sobre política fiscal y economía política, temas sobre los cuales ha escrito varios libros, muy reconocidos por especialistas y público en general. 

Recordemos que, en el gobierno de Ernesto Samper Pizano, renunció a su cargo, a raíz de la crisis política que vivió Samper, por el inefable proceso 8.000, sobre los ingresos de dineros del narcotráfico a la campaña presidencial de Samper Pizano. 

Tanto Guillermo Perry, como José Antonio Ocampo, entre otros funcionarios, renunciaron a raíz de ese escándalo. A Ocampo, lo sucedió en el cargo, Antonio Urdinola Uribe. (Ver el libro Decidí Contarlo, las memorias de Guillermo Perry. Página 381 yss).

Es de esperar que Ocampo cuente con la suficiente autonomía, y que sus decisiones concretas en materia de política económica: sus aportes al Plan de Desarrollo de Petro Urrego, sus propuestas en materia de reforma tributaria, su actitud ante la Junta Directiva del Banco de la República, institución de la cual fue miembro hasta hace algunos años y renunció para irse a la Universidad de Columbia. 

Esas, entre otras decisiones que habrá de liderar y adoptar en materia de política económica y tratar de llevar a la práctica parte de aquello que ha escrito sobre lucha contra la pobreza, la desigualdad y el bienestar de millones de colombianos y colombianas que esperan verse beneficiados de la acción del nuevo gobierno. Mucha suerte para el nuevo ministro de Hacienda. 

Por Carlos A. Maestre Maya/especial para el pilón