El Tarullal es un espacio verde del que pueden salir proyectos interesantes para preservar el medio ambiente y la fauna silvestre de la región.
El Tarullal es un espacio verde del que pueden salir proyectos interesantes para preservar el medio ambiente y la fauna silvestre de la región. Sin embargo, este terreno de aproximadamente 47 hectáreas se ha convertido en sinónimo de inseguridad, peligro y miedo para la comunidad aledaña.
Consumo de estupefacientes, lugar para ‘desvalijar’ motos hurtadas y esconder todo tipo de elementos robados en la ciudad son algunas de las funciones que hoy en día cumple la antigua laguna de oxidación, según manifiestan los vecinos del sector.
Ante la necesidad latente de una inversión en el amplio terreno, que además de contribuir al medio ambiente, le dé vida a barrios como Amaneceres del Valle, Panamá y Los Cocos, sectores golpeados por la delincuencia que toma como corredor sus calles para dirigirse hasta su guarida principal.
“Le presentamos un proyecto como comunidad para que El Tarullal se convierta en un sitio de recuperación ambiental, pero estamos a la espera que el alcalde responda el requerimiento de la comunidad. Mientras eso pasa, estamos expuestos a que se presenten cosas peores de las que hasta hoy se evidencian”, expresó Álvaro Molina, líder del barrio Amaneceres del Valle.
Situación similar viven los habitantes del barrio Santa Rita; malos olores, roedores y contaminación ambiental son algunos de los problemas que genera un lote enmontado en este barrio de la capital cesarense.
Habitantes aledaños a dicho lote, ubicado sobre la carrera 4j con 25 aseguran que hace más de dos décadas el predio fue abandonado y ha sido guarida de consumidores de drogas y delincuentes.
Además del foco de inseguridad que representa, deben soportar que personas con poco sentido ambientalista arrojen animales muertos y demás desechos.
Por Jennifer Polo / EL PILÓN
El Tarullal es un espacio verde del que pueden salir proyectos interesantes para preservar el medio ambiente y la fauna silvestre de la región.
El Tarullal es un espacio verde del que pueden salir proyectos interesantes para preservar el medio ambiente y la fauna silvestre de la región. Sin embargo, este terreno de aproximadamente 47 hectáreas se ha convertido en sinónimo de inseguridad, peligro y miedo para la comunidad aledaña.
Consumo de estupefacientes, lugar para ‘desvalijar’ motos hurtadas y esconder todo tipo de elementos robados en la ciudad son algunas de las funciones que hoy en día cumple la antigua laguna de oxidación, según manifiestan los vecinos del sector.
Ante la necesidad latente de una inversión en el amplio terreno, que además de contribuir al medio ambiente, le dé vida a barrios como Amaneceres del Valle, Panamá y Los Cocos, sectores golpeados por la delincuencia que toma como corredor sus calles para dirigirse hasta su guarida principal.
“Le presentamos un proyecto como comunidad para que El Tarullal se convierta en un sitio de recuperación ambiental, pero estamos a la espera que el alcalde responda el requerimiento de la comunidad. Mientras eso pasa, estamos expuestos a que se presenten cosas peores de las que hasta hoy se evidencian”, expresó Álvaro Molina, líder del barrio Amaneceres del Valle.
Situación similar viven los habitantes del barrio Santa Rita; malos olores, roedores y contaminación ambiental son algunos de los problemas que genera un lote enmontado en este barrio de la capital cesarense.
Habitantes aledaños a dicho lote, ubicado sobre la carrera 4j con 25 aseguran que hace más de dos décadas el predio fue abandonado y ha sido guarida de consumidores de drogas y delincuentes.
Además del foco de inseguridad que representa, deben soportar que personas con poco sentido ambientalista arrojen animales muertos y demás desechos.
Por Jennifer Polo / EL PILÓN