En el marco del foro sobre transición energética que se realizó en Valledupar, EL PILÓN entrevistó al senador Miguel Uribe, quien habló sobre las reformas y su posición frente al Gobierno nacional.
En el marco del foro sobre transición energética que se realizó en Valledupar, EL PILÓN entrevistó al senador Miguel Uribe, quien habló sobre las reformas y su posición frente al Gobierno nacional.
La transición energética no es otra cosa que bajar la dependencia en combustibles fósiles y aumentar nuestra capacidad en energía renovables. Ya arrancó, es una realidad y hay que continuarla pero de manera responsable y gradual. No pueden utilizar la transición energética como un discurso ideológico para destruir un sector que genera hoy oportunidades y riqueza para el Cesar y para el país.
Colombia produce el 0.3 % de las emisiones de gas efecto invernadero en el mundo y los combustibles fósiles producen el 34 % de las emisiones que genera el país. Prácticamente nada. Si quitamos el carbón, el petróleo y el gas de Colombia el mundo seguiría exactamente igual.
Lo que vemos es una narrativa engañosa. Este Gobierno odia a la empresa privada. Mientras persigue la economía formal, como el carbón, promueve la economía ilegal en el Bajo Cauca: ha crecido en más de 300 % la economía ilegal, la que contamina los ríos con mercurio.
Regiones como el Cesar necesitan el carbón para progresar. Los países que han logrado adelantarse en la transición energética lo han hecho financiando a través de combustibles fósiles.
La deforestación genera casi el 50 % de las emisiones en Colombia. El gobierno debería estar impulsando la industria forestal, recuperación de los bosques naturales, las plantaciones comerciales, pero no lo hace. El presidente Gustavo Petro le tiene a cada problema un discurso, pero no una solución y esa incompetencia es una amenaza para los colombianos.
Este era un sistema de salud, que sin ser perfecto, era muy bueno y reconocido internacionalmente en materia de cobertura con más del 99 %. Tenemos uno de los mejores pagos de bolsillo en América Latina, es decir, la mayoría del costo lo paga el sistema. Era realmente un sistema que generaba equidad: tanto el más vulnerable como el más rico tenían el mismo nivel de atención y el mismo plan de beneficios.
Desafortunadamente, Gustavo Petro con el pretexto de arreglar los problemas, está destruyendo el sistema.
Nosotros hemos planteado resolver los problemas sin profundizar los existentes y mucho menos sin crear nuevos. Lo que necesitamos es nuevos especialistas para que las personas se demoren menos esperando una cita.
Necesitamos mayor inversión, capacidad de gestión, que el Invima pueda agilizar los trámites de los medicamentos; mejor infraestructura, un régimen laboral que genere estabilidad y dignidad para el personal de la salud. Necesitamos soluciones, pero no es el camino que Petro propone.
Con el pretexto de la corrupción, Gustavo Petro persigue la EPS, pero olvida que las EPS públicas son las más corruptas. El sistema que está montando nos regresa al peor Sistema Nacional de Salud que padeció Colombia, a un seguro social, que es un sistema absolutamente discriminatorio, ineficiente y corrupto.
Eso es lo que Petro está creando, ya lo probó con el sistema de salud de los docentes y fracasó. Eran menos de un millón de docentes, imagínense lo que pasaría con 50 millones de colombianos. Condenarían a las personas de menores ingresos porque los más ricos van a seguir pagando por mejor salud, más costosa, pero seguirán pagando.
La Constituyente es para reelegirse. Alguien me dirá: ¿No será más bien para resolver los problemas? Para resolver los problemas históricos de Colombia no se necesita una nueva Constitución, se necesita un buen presidente. El mismo Gustavo Petro como candidato aseguraba que no era necesario una Constituyente.
La economía del Estado funciona como la economía familiar: uno solo puede gastar lo que tiene. Pero si se gasta más de lo que ingresa, uno se endeuda, pero el endeudamiento tiene un límite. Ese límite lo establece su capacidad de pago.
En el gobierno pasa algo similar. Sin embargo, el Gobierno puede darse el lujo de endeudarse cada vez más, pero eso se traduce en mayor costo de vida para los ciudadanos y mayor pobreza, y eso es lo que tenemos que evitar.
El Gobierno ha gastado más de lo que tiene. Ha hecho cuentas alegres con ingresos que no contaba, se ha endeudado más de lo necesario y quiere seguirse endeudando.
El único camino para superar la amenaza que Petro representa es la unidad. Mientras Petro nos divide con odio, nosotros tenemos que recordar que la causa que nos une es Colombia y tenemos que unirnos hoy más que nunca para enfrentar la Constituyente y las reformas dañinas.
No se trata de personas, se trata de causas, de lo que tenemos que defender: la democracia y la libertad la propiedad privada. Entendamos que tenemos que dejar atrás diferencias ideológicas partidistas, egos o intereses personales.
En el 2026 debemos ganar los que somos demócratas, los que creemos en la libertad, los que somos conscientes que la mejor política social es el empleo, los que queremos estimular oportunidades para todos sin discriminación.
No lo descarto, pero creo que hoy la prioridad es enfrentar a este gobierno. Es decir, si nos descuidamos promoviendo candidaturas individuales podemos correr el riesgo de que Gustavo Petro se fortalezca. Petro renunció a gobernar y se dedicó a hacer política.
La prioridad hoy no es la política, son los problemas de los ciudadanos, la pobreza, el hambre, la violencia e incluso la corrupción del gobierno.
En el siglo pasado tuvimos varios gobiernos de izquierda, lo que por primera vez tenemos es un gobierno de una persona que participó en organizaciones armadas y es antidemocrática y autoritaria.
Claro que el país va a cambiar y va a cambiar, no por política, ni por ideología, sino por la crisis económica que atravesamos.
Claro, yo estoy convencido que hay problemas y necesitamos cambios, pero la solución no es lo que Petro propone. Necesitamos poner las bases de una alternativa que genere bienestar y desarrollo y eso es hacer una transición energética gradual y responsable.
En el marco del foro sobre transición energética que se realizó en Valledupar, EL PILÓN entrevistó al senador Miguel Uribe, quien habló sobre las reformas y su posición frente al Gobierno nacional.
En el marco del foro sobre transición energética que se realizó en Valledupar, EL PILÓN entrevistó al senador Miguel Uribe, quien habló sobre las reformas y su posición frente al Gobierno nacional.
La transición energética no es otra cosa que bajar la dependencia en combustibles fósiles y aumentar nuestra capacidad en energía renovables. Ya arrancó, es una realidad y hay que continuarla pero de manera responsable y gradual. No pueden utilizar la transición energética como un discurso ideológico para destruir un sector que genera hoy oportunidades y riqueza para el Cesar y para el país.
Colombia produce el 0.3 % de las emisiones de gas efecto invernadero en el mundo y los combustibles fósiles producen el 34 % de las emisiones que genera el país. Prácticamente nada. Si quitamos el carbón, el petróleo y el gas de Colombia el mundo seguiría exactamente igual.
Lo que vemos es una narrativa engañosa. Este Gobierno odia a la empresa privada. Mientras persigue la economía formal, como el carbón, promueve la economía ilegal en el Bajo Cauca: ha crecido en más de 300 % la economía ilegal, la que contamina los ríos con mercurio.
Regiones como el Cesar necesitan el carbón para progresar. Los países que han logrado adelantarse en la transición energética lo han hecho financiando a través de combustibles fósiles.
La deforestación genera casi el 50 % de las emisiones en Colombia. El gobierno debería estar impulsando la industria forestal, recuperación de los bosques naturales, las plantaciones comerciales, pero no lo hace. El presidente Gustavo Petro le tiene a cada problema un discurso, pero no una solución y esa incompetencia es una amenaza para los colombianos.
Este era un sistema de salud, que sin ser perfecto, era muy bueno y reconocido internacionalmente en materia de cobertura con más del 99 %. Tenemos uno de los mejores pagos de bolsillo en América Latina, es decir, la mayoría del costo lo paga el sistema. Era realmente un sistema que generaba equidad: tanto el más vulnerable como el más rico tenían el mismo nivel de atención y el mismo plan de beneficios.
Desafortunadamente, Gustavo Petro con el pretexto de arreglar los problemas, está destruyendo el sistema.
Nosotros hemos planteado resolver los problemas sin profundizar los existentes y mucho menos sin crear nuevos. Lo que necesitamos es nuevos especialistas para que las personas se demoren menos esperando una cita.
Necesitamos mayor inversión, capacidad de gestión, que el Invima pueda agilizar los trámites de los medicamentos; mejor infraestructura, un régimen laboral que genere estabilidad y dignidad para el personal de la salud. Necesitamos soluciones, pero no es el camino que Petro propone.
Con el pretexto de la corrupción, Gustavo Petro persigue la EPS, pero olvida que las EPS públicas son las más corruptas. El sistema que está montando nos regresa al peor Sistema Nacional de Salud que padeció Colombia, a un seguro social, que es un sistema absolutamente discriminatorio, ineficiente y corrupto.
Eso es lo que Petro está creando, ya lo probó con el sistema de salud de los docentes y fracasó. Eran menos de un millón de docentes, imagínense lo que pasaría con 50 millones de colombianos. Condenarían a las personas de menores ingresos porque los más ricos van a seguir pagando por mejor salud, más costosa, pero seguirán pagando.
La Constituyente es para reelegirse. Alguien me dirá: ¿No será más bien para resolver los problemas? Para resolver los problemas históricos de Colombia no se necesita una nueva Constitución, se necesita un buen presidente. El mismo Gustavo Petro como candidato aseguraba que no era necesario una Constituyente.
La economía del Estado funciona como la economía familiar: uno solo puede gastar lo que tiene. Pero si se gasta más de lo que ingresa, uno se endeuda, pero el endeudamiento tiene un límite. Ese límite lo establece su capacidad de pago.
En el gobierno pasa algo similar. Sin embargo, el Gobierno puede darse el lujo de endeudarse cada vez más, pero eso se traduce en mayor costo de vida para los ciudadanos y mayor pobreza, y eso es lo que tenemos que evitar.
El Gobierno ha gastado más de lo que tiene. Ha hecho cuentas alegres con ingresos que no contaba, se ha endeudado más de lo necesario y quiere seguirse endeudando.
El único camino para superar la amenaza que Petro representa es la unidad. Mientras Petro nos divide con odio, nosotros tenemos que recordar que la causa que nos une es Colombia y tenemos que unirnos hoy más que nunca para enfrentar la Constituyente y las reformas dañinas.
No se trata de personas, se trata de causas, de lo que tenemos que defender: la democracia y la libertad la propiedad privada. Entendamos que tenemos que dejar atrás diferencias ideológicas partidistas, egos o intereses personales.
En el 2026 debemos ganar los que somos demócratas, los que creemos en la libertad, los que somos conscientes que la mejor política social es el empleo, los que queremos estimular oportunidades para todos sin discriminación.
No lo descarto, pero creo que hoy la prioridad es enfrentar a este gobierno. Es decir, si nos descuidamos promoviendo candidaturas individuales podemos correr el riesgo de que Gustavo Petro se fortalezca. Petro renunció a gobernar y se dedicó a hacer política.
La prioridad hoy no es la política, son los problemas de los ciudadanos, la pobreza, el hambre, la violencia e incluso la corrupción del gobierno.
En el siglo pasado tuvimos varios gobiernos de izquierda, lo que por primera vez tenemos es un gobierno de una persona que participó en organizaciones armadas y es antidemocrática y autoritaria.
Claro que el país va a cambiar y va a cambiar, no por política, ni por ideología, sino por la crisis económica que atravesamos.
Claro, yo estoy convencido que hay problemas y necesitamos cambios, pero la solución no es lo que Petro propone. Necesitamos poner las bases de una alternativa que genere bienestar y desarrollo y eso es hacer una transición energética gradual y responsable.