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Económicas - 21 julio, 2021

El preocupante efecto dominó de la crisis minera en el Cesar

En esta segunda entrega presentamos los resultados de una conversación con el director del Dane, Juan Daniel Oviedo. Entre otros datos, se habla sobre cómo la economía del departamento se contrajo en niveles sin antecedentes (-16,9 %).

Producción minera en el Cesar.
Producción minera en el Cesar.

Luego de un diálogo con los expertos en datos, como cesarense es imposible no terminar preocupado. La economía del departamento se contrajo durante la pandemia en niveles sin antecedentes (-16,9 %). Décadas de avances sociales se perdieron en 12  meses.

Lee también: “En Valledupar hay muy pocas mujeres trabajando en actividades profesionales”: director del Dane

En esta segunda entrega presentamos los resultados de una conversación con el director del Dane, Juan Daniel Oviedo. Empecemos por entender, de forma general y bajo la visión del director, lo que pasó en la economía cesarense el año pasado: “Supongamos que la economía del Cesar es un carro de 4 llantas, una de ellas es el carbón. Esa llanta se desinfló a una tasa del 34 %, es decir, la actividad económica de explotación de carbón en el Cesar tuvo una contracción del 34 % en el año 2020”.

Pero esa no fue la única llanta que se desinfló por la aparición de la pandemia. “Siguiendo el ejemplo, si las otras llantas son el transporte, el comercio, los servicios de comida, la salud y la educación, todas estuvieron completamente deprimidas, lo que llevó a que, en este caso, el Cesar tenga la tercera contracción más importante de todos los departamentos del país: fue de -16,9 %. En primer lugar estuvo La Guajira con una contracción del -26.9 %, segundo San Andrés Islas con -22.3 % y tercero el Cesar”.

La situación es tan grave que solo nos superaron La Guajira, que padeció la parálisis de Cerrejón por casi 4 meses, y San Andrés, la isla que sufrió uno de los peores huracanes de su historia.  De un análisis somero de estos datos surge una conclusión obvia: la fragilidad y la dependencia de nuestra economía al carbón.

DEMOGRAFÍA

Durante la última década, además de Valledupar, los municipios con mayor crecimiento demográfico del Cesar están ubicados en el corredor minero: La Jagua de Ibirico, Becerril, El Paso, Chiriguaná y Codazzi. ¿A qué se debe este crecimiento? A la llegada masiva de mano de obra atraída por la economía de enclave que se desarrolló en estos municipios, según el director del Dane.

Pero, ¿qué es economía de enclave? “Cuando se pasa al capítulo demográfico uno se pregunta dónde están concentrados los hogares unipersonales del Cesar, ya que este es un departamento de hogares numerosos. Al analizar encontramos que es en La Jagua de Ibirico, porque ahí están trabajando muchas personas que migraron al Cesar para trabajar en las minas y viven solas, por ende alguien les prepara la comida, les lava la ropa, requieren de una pensión, entre otros servicios que generan una economía de enclave a su alrededor”, explicó Oviedo. 

No dejes de leer: Paro nacional detuvo avances positivos en la reapertura económica

Por eso, cuando paran las minas o reducen su planta laboral, explica el director del Dane, sufren los que trabajan en los hoteles, alojamientos, pensiones, posadas, restaurantes y servicios médicos. Sufrimos todos. “Entonces se pincha significativamente la llanta del carbón y enseguida la llanta del comercio y restaurantes. ¡Es un efecto dominó!”. Y el carro se detiene, como pasó en el 2020. De allí que seamos el tercer departamento más afectado por la pandemia.

DEPENDENCIA PÚBLICA

Si poner todos los huevos en una sola canasta le está costando al Cesar, la dependencia del sector público (la burocracia) de casi todos los 25 municipios es una muestra clara de nuestro escaso desarrollo privado. Aún más preocupante es la reflexión del director del Dane: “El sector de la minería es el más pesado, después le sigue el sector público, salud y educación, es decir, todo lo que tiene que ver con el funcionamiento del Gobierno, eso pesa aproximadamente el 20 % en el PIB del departamento. Hay algo claro: los departamentos que están más rezagados en materia de desarrollo económico dependen más del Gobierno y el sector público”. Es justo esa burocracia la que ha limitado el crecimiento de la iniciativa privada, la que de verdad genera empleo y desarrollo.

¿Y la agricultura? En el PIB del Cesar, la agricultura está en cuarto lugar, aportando $10 de cada 100 pesos, mientras que la minería pone $27 y el sector público $20.  “En el Cesar la agricultura se mueve con lo que tiene que ver con el plátano, el maíz amarillo, la caña panelera, la palma e importar novillos; son aproximadamente un millón y medio de cabezas de ganado en el Cesar que implican también que el departamento se abra cancha en la producción de leche para toda la región norte del país”.

Te puede interesar: Los impuestos, el dolor de cabeza de los comerciantes de Valledupar

Como han señalado e insistido decenas de economistas y profesionales, el director del Dane también concluyó que en el campo está nuestro futuro, o al menos la salvación a la crisis actual. “Deben generar asociaciones según las capacidades agropecuarias del departamento del Cesar. Incluso, la única industria que hay en el Cesar, formal, es la de transformación de alimentos, tales como el plátano, maíz amarillo, leche, la palma y demás”. 

Para confirmar que debemos mirar hacia al campo basta entender que en medio de nuestra mayor contracción (podemos  hablar de depresión), la actividad agropecuaria creció en el Cesar un 1.4 %.

Por Deivis Caro
[email protected]

Económicas
21 julio, 2021

El preocupante efecto dominó de la crisis minera en el Cesar

En esta segunda entrega presentamos los resultados de una conversación con el director del Dane, Juan Daniel Oviedo. Entre otros datos, se habla sobre cómo la economía del departamento se contrajo en niveles sin antecedentes (-16,9 %).


Producción minera en el Cesar.
Producción minera en el Cesar.

Luego de un diálogo con los expertos en datos, como cesarense es imposible no terminar preocupado. La economía del departamento se contrajo durante la pandemia en niveles sin antecedentes (-16,9 %). Décadas de avances sociales se perdieron en 12  meses.

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En esta segunda entrega presentamos los resultados de una conversación con el director del Dane, Juan Daniel Oviedo. Empecemos por entender, de forma general y bajo la visión del director, lo que pasó en la economía cesarense el año pasado: “Supongamos que la economía del Cesar es un carro de 4 llantas, una de ellas es el carbón. Esa llanta se desinfló a una tasa del 34 %, es decir, la actividad económica de explotación de carbón en el Cesar tuvo una contracción del 34 % en el año 2020”.

Pero esa no fue la única llanta que se desinfló por la aparición de la pandemia. “Siguiendo el ejemplo, si las otras llantas son el transporte, el comercio, los servicios de comida, la salud y la educación, todas estuvieron completamente deprimidas, lo que llevó a que, en este caso, el Cesar tenga la tercera contracción más importante de todos los departamentos del país: fue de -16,9 %. En primer lugar estuvo La Guajira con una contracción del -26.9 %, segundo San Andrés Islas con -22.3 % y tercero el Cesar”.

La situación es tan grave que solo nos superaron La Guajira, que padeció la parálisis de Cerrejón por casi 4 meses, y San Andrés, la isla que sufrió uno de los peores huracanes de su historia.  De un análisis somero de estos datos surge una conclusión obvia: la fragilidad y la dependencia de nuestra economía al carbón.

DEMOGRAFÍA

Durante la última década, además de Valledupar, los municipios con mayor crecimiento demográfico del Cesar están ubicados en el corredor minero: La Jagua de Ibirico, Becerril, El Paso, Chiriguaná y Codazzi. ¿A qué se debe este crecimiento? A la llegada masiva de mano de obra atraída por la economía de enclave que se desarrolló en estos municipios, según el director del Dane.

Pero, ¿qué es economía de enclave? “Cuando se pasa al capítulo demográfico uno se pregunta dónde están concentrados los hogares unipersonales del Cesar, ya que este es un departamento de hogares numerosos. Al analizar encontramos que es en La Jagua de Ibirico, porque ahí están trabajando muchas personas que migraron al Cesar para trabajar en las minas y viven solas, por ende alguien les prepara la comida, les lava la ropa, requieren de una pensión, entre otros servicios que generan una economía de enclave a su alrededor”, explicó Oviedo. 

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Por eso, cuando paran las minas o reducen su planta laboral, explica el director del Dane, sufren los que trabajan en los hoteles, alojamientos, pensiones, posadas, restaurantes y servicios médicos. Sufrimos todos. “Entonces se pincha significativamente la llanta del carbón y enseguida la llanta del comercio y restaurantes. ¡Es un efecto dominó!”. Y el carro se detiene, como pasó en el 2020. De allí que seamos el tercer departamento más afectado por la pandemia.

DEPENDENCIA PÚBLICA

Si poner todos los huevos en una sola canasta le está costando al Cesar, la dependencia del sector público (la burocracia) de casi todos los 25 municipios es una muestra clara de nuestro escaso desarrollo privado. Aún más preocupante es la reflexión del director del Dane: “El sector de la minería es el más pesado, después le sigue el sector público, salud y educación, es decir, todo lo que tiene que ver con el funcionamiento del Gobierno, eso pesa aproximadamente el 20 % en el PIB del departamento. Hay algo claro: los departamentos que están más rezagados en materia de desarrollo económico dependen más del Gobierno y el sector público”. Es justo esa burocracia la que ha limitado el crecimiento de la iniciativa privada, la que de verdad genera empleo y desarrollo.

¿Y la agricultura? En el PIB del Cesar, la agricultura está en cuarto lugar, aportando $10 de cada 100 pesos, mientras que la minería pone $27 y el sector público $20.  “En el Cesar la agricultura se mueve con lo que tiene que ver con el plátano, el maíz amarillo, la caña panelera, la palma e importar novillos; son aproximadamente un millón y medio de cabezas de ganado en el Cesar que implican también que el departamento se abra cancha en la producción de leche para toda la región norte del país”.

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Como han señalado e insistido decenas de economistas y profesionales, el director del Dane también concluyó que en el campo está nuestro futuro, o al menos la salvación a la crisis actual. “Deben generar asociaciones según las capacidades agropecuarias del departamento del Cesar. Incluso, la única industria que hay en el Cesar, formal, es la de transformación de alimentos, tales como el plátano, maíz amarillo, leche, la palma y demás”. 

Para confirmar que debemos mirar hacia al campo basta entender que en medio de nuestra mayor contracción (podemos  hablar de depresión), la actividad agropecuaria creció en el Cesar un 1.4 %.

Por Deivis Caro
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