El supuesto “plan de paz” impulsado por Donald Trump junto con algunos países árabes que no desean la guerra, y que consta de 21 puntos, no ofrece una salida real ni justa al conflicto palestino. Más bien, consolida la ocupación israelí y pospone indefinidamente la creación de un Estado palestino soberano.
Su objetivo principal —un alto el fuego permanente en Gaza— es apenas un paliativo frente a 17 años de bloqueo, bombardeos constantes y crímenes documentados contra la población civil. En sus 21 apartados, el plan elude lo esencial: no se reconoce el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación ni se menciona la creación de un Estado palestino independiente.
Lo que se propone es una administración provisional dirigida por Tony Blair, como para recordar el mandato británico que fue causante del desastre que vive el pueblo palestino desde hace 77 años, bajo tutela de la ONU y de Estados Unidos, con la exclusión absoluta de Hamás. Gaza quedaría sometida a un protectorado internacional sin voz propia, mientras la Autoridad Nacional Palestina solo entraría en una etapa posterior y limitada. En otras palabras, se busca administrar la ocupación con rostro “humanitario”, sin cuestionar su raíz.
Tampoco se contempla sancionar a Israel por la colonización ilegal, los asentamientos en Cisjordania o las violaciones masivas del derecho internacional. El plan simplemente pide “evitar anexiones” y garantizar la seguridad de Israel, sin una sola palabra sobre garantizar la seguridad del pueblo palestino.
Sin soberanía, sin justicia, sin retorno de los refugiados y sin sanciones al ocupante, no habrá paz verdadera. Lo que se pretende es congelar la causa palestina, relegarla a la caridad internacional y prolongar indefinidamente un statu quo diseñado para favorecer a Israel.
Desde la Unión Palestina de América Latina (UPAL) afirmamos con claridad: la única salida justa y duradera es el fin de la ocupación, el levantamiento del bloqueo a Gaza, el desmantelamiento de los asentamientos ilegales y la construcción de un solo Estado democrático y laico, sin la ideología sionista, en toda Palestina histórica, donde convivan en igualdad de derechos musulmanes, cristianos y judíos.
Todo lo demás son espejismos que buscan enterrar la causa palestina bajo la etiqueta de “paz”.
Por: Ricardo Mohrez Muvdi.
Unión Palestina de América Latina











