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Editorial - 6 mayo, 2019

El mejor alcalde para Chiriguaná

Chiriguaná es un municipio del eje minero del Cesar, que hasta el 2011 fue privilegiado por los millonarios recursos que recibía de forma directa, provenientes de las regalías del carbón, pero los jugosos presupuestos no lograron llevar bienestar a sus cerca de 40 mil habitantes. Tras perder las regalías directas, el municipio se ha mantenido […]

Chiriguaná es un municipio del eje minero del Cesar, que hasta el 2011 fue privilegiado por los millonarios recursos que recibía de forma directa, provenientes de las regalías del carbón, pero los jugosos presupuestos no lograron llevar bienestar a sus cerca de 40 mil habitantes.

Tras perder las regalías directas, el municipio se ha mantenido en un letargo agudizado en el último cuatrienio por cuenta de la intermitencia del gobierno de Zunilda Toloza Pérez, quien ha pasado la mayor parte del tiempo defendiéndose en diferentes procesos disciplinarios y penales.

Los dolores cabeza iniciaron a la par de su mandato, al poner trabas para que se posesionara Pedro Peinado en la Personería del Municipal, pese a ser el ganador del concurso de méritos, caso por el cual la Procuraduría General de la Nación la destituyó por 13 años junto a tres concejales, el 30 de agosto de 2018.

Durante su primera salida del cargo, asumió como alcalde designado el secretario de Ambiente del Departamento, Andrés Arturo Fernández. Luego, el pasado 28 de octubre, el gobernador Francisco Ovalle Angarita posesionó a Eduardo Esquivel, el exdiputado liberal con quien se creía iba a terminar Chiriguaná el 2019.

Sin embargo, el pasado 13 de marzo un juzgado falló una tutela a favor de Toloza Pérez y la reintegró al cargo, pero no se terminaba de acomodar la mandataria cuando, el pasado 30 de abril, el Tribunal Superior del Cesar revocó la tutela y volvió a ser desbancada. Así las cosas, la incertidumbre crece por cuenta de la puerta giratoria que se ha instalado en el palacio municipal.
Las intermitencias del Gobierno le han restado continuidad a los proyectos y hoy la población padece por los precarios servicios de salud, educación y agua potable. Allí se han agudizaron los problemas con las necesidades básicas insatisfechas, comunes en los municipios de sexta categoría, pero ahora son más evidentes por el letargo en las obras de desarrollo que durante años ha esperado la comunidad.
En Chiriguaná hay obras que no se hicieron o quedaron inconclusas en la época de la bonanza, por lo que ahora urge un buen administrador, que maneje de forma transparente y efectiva los recursos durante el periodo 2020-2023.

Quien llegue a tomar las riendas del municipio durante los próximos siete meses no lo sacará del atolladero social y económico en el que se encuentra, pero sí debería esmerarse por dejar el terreno allanado para el próximo gobernante.

Las esperanzas están puestas en las elecciones del próximo 30 de octubre, día en el que los chiriguaneros deben procurar elegir al mejor alcalde de la historia de Chiriguaná, uno que esté lejos de los tradicionales grupos políticos que históricamente han saqueado las arcas públicas, deben votar por una persona que demuestre con hechos que le duele el difícil momento que atraviesa el municipio y que tenga propuestas realizables a corto, mediano y largo plazo.

Editorial
6 mayo, 2019

El mejor alcalde para Chiriguaná

Chiriguaná es un municipio del eje minero del Cesar, que hasta el 2011 fue privilegiado por los millonarios recursos que recibía de forma directa, provenientes de las regalías del carbón, pero los jugosos presupuestos no lograron llevar bienestar a sus cerca de 40 mil habitantes. Tras perder las regalías directas, el municipio se ha mantenido […]


Chiriguaná es un municipio del eje minero del Cesar, que hasta el 2011 fue privilegiado por los millonarios recursos que recibía de forma directa, provenientes de las regalías del carbón, pero los jugosos presupuestos no lograron llevar bienestar a sus cerca de 40 mil habitantes.

Tras perder las regalías directas, el municipio se ha mantenido en un letargo agudizado en el último cuatrienio por cuenta de la intermitencia del gobierno de Zunilda Toloza Pérez, quien ha pasado la mayor parte del tiempo defendiéndose en diferentes procesos disciplinarios y penales.

Los dolores cabeza iniciaron a la par de su mandato, al poner trabas para que se posesionara Pedro Peinado en la Personería del Municipal, pese a ser el ganador del concurso de méritos, caso por el cual la Procuraduría General de la Nación la destituyó por 13 años junto a tres concejales, el 30 de agosto de 2018.

Durante su primera salida del cargo, asumió como alcalde designado el secretario de Ambiente del Departamento, Andrés Arturo Fernández. Luego, el pasado 28 de octubre, el gobernador Francisco Ovalle Angarita posesionó a Eduardo Esquivel, el exdiputado liberal con quien se creía iba a terminar Chiriguaná el 2019.

Sin embargo, el pasado 13 de marzo un juzgado falló una tutela a favor de Toloza Pérez y la reintegró al cargo, pero no se terminaba de acomodar la mandataria cuando, el pasado 30 de abril, el Tribunal Superior del Cesar revocó la tutela y volvió a ser desbancada. Así las cosas, la incertidumbre crece por cuenta de la puerta giratoria que se ha instalado en el palacio municipal.
Las intermitencias del Gobierno le han restado continuidad a los proyectos y hoy la población padece por los precarios servicios de salud, educación y agua potable. Allí se han agudizaron los problemas con las necesidades básicas insatisfechas, comunes en los municipios de sexta categoría, pero ahora son más evidentes por el letargo en las obras de desarrollo que durante años ha esperado la comunidad.
En Chiriguaná hay obras que no se hicieron o quedaron inconclusas en la época de la bonanza, por lo que ahora urge un buen administrador, que maneje de forma transparente y efectiva los recursos durante el periodo 2020-2023.

Quien llegue a tomar las riendas del municipio durante los próximos siete meses no lo sacará del atolladero social y económico en el que se encuentra, pero sí debería esmerarse por dejar el terreno allanado para el próximo gobernante.

Las esperanzas están puestas en las elecciones del próximo 30 de octubre, día en el que los chiriguaneros deben procurar elegir al mejor alcalde de la historia de Chiriguaná, uno que esté lejos de los tradicionales grupos políticos que históricamente han saqueado las arcas públicas, deben votar por una persona que demuestre con hechos que le duele el difícil momento que atraviesa el municipio y que tenga propuestas realizables a corto, mediano y largo plazo.