I
Mangos yo voy a sembrar
para que el calor se paute,
dijo Eloy Quintero Baute
un día aquí en Valledupar:
debemos de mitigar
este sol que es fatigoso
en los tiempos bochornosos
que el calor sube a los topes,
y en la plaza Alfonso López
sembremos mangos frondosos.
II
Y dicen los entendidos
que fue el día agosto siete
en el año treinta y siete
que Don Eloy decidido
con amigos distinguidos
del arroyo trajo fango,
cogió tres palos de mangos
y en la plaza los sembró;
de los tres uno pegó
por la fuerza de su rango.
III
Este palo fue creciendo
con admiración de todos,
y también de muchos modos
la gente lo fue queriendo;
pero hoy nos está pidiendo
más afecto y protección
para seguir en la misión
de ser un guardián del viento
y el vegetal monumento
más querido en la región.
IV
Cuando el tiempo se desplaza
por el calor del estío
es un frondoso atavío
este árbol de la plaza:
como sombra en la terraza
abriga a los caminantes,
también a los visitantes
que posan en su follaje;
su belleza en el paisaje
es musa de los cantantes.
Por: José Atuesta Mindiola.











