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Leer es nuestro cuento - 10 agosto, 2019

El libro de todos los colores

Había una vez una princesa que le gustaba mucho leer cuentos, pero esa princesa soñaba con tener una biblioteca y con el paso de los años proveerse de muchos libros.

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Diana Gómez Garzón

Había una vez una princesa que le gustaba mucho leer cuentos, pero esa princesa soñaba con tener una biblioteca y con el paso de los años proveerse de muchos libros.

Fue acumulando libros y libros y más libros, hasta que se dio cuenta que sin pensarlo ya tenía tantos como para crear su biblioteca soñada. Pasaron días, meses y años y, la princesa ya no era una niña y se había convertido en una gran lectora.

Entre los compromisos en el castillo y la biblioteca se dividía las labores. Los libros paseaban por los estantes de un inmenso lugar y era poco el tiempo con el que contaba para salir a pasear. La Nana muy preocupada le pidió el favor de darse la oportunidad de conocer otras personas y hacer amistad. Ella lo pensó y al día siguiente decidió darse un paseo por el pueblo, ir de compras y socializar. Mientras la princesa estaba fuera del castillo, la Nana recibió un libro con colores que lo hacían brillar, sintió tanta curiosidad por saber su contenido, pero al mismo instante recordó su pacto de respeto y lealtad.

Al llegar la princesa a casa vio una luz parecida al arco iris que venía de su biblioteca, inquieta por saber el origen tiró las bolsas de compras y corrió muy ansiosa para averiguar. Era un libro encantado que penetraba hasta su alma, le aceleró sus palpitaciones y la invadió de mucha emoción. Al leer en su lomo fue más grata su sorpresa, pues un príncipe anónimo lo firmaba como autor.

Llamó a su Nana y le preguntó: ¿Quién me ha obsequiado este tesoro?

Ella respondió: Es un misterio porque el rostro de quien lo trajo, no pude ver.

La princesa muy intrigada, decidió abrir el libro e iniciar su gran camino hacia la verdad de su destino. Desde la mañana hasta la madrugada leía y leía sin parar, sus ojos de inmediato destilaban amor de verdad, pues su caballero la invitaba a vivir para siempre en un manantial de felicidad.

Fue muy poco tiempo el que pasó cuando algo maravilloso sucedió, el príncipe encantado salió de las letras hasta convertirse en humano para hacer feliz a la princesa que con ansias anheló tener una biblioteca para difundir el conocimiento a los niños de la aldea.

AUTOR: DIANA CAROLINA GÓMEZ GARZÓN – I.E. ANTONIO ENRIQUEZ DÍAZ, BADILLO

Leer es nuestro cuento
10 agosto, 2019

El libro de todos los colores

Había una vez una princesa que le gustaba mucho leer cuentos, pero esa princesa soñaba con tener una biblioteca y con el paso de los años proveerse de muchos libros.


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Diana Gómez Garzón

Había una vez una princesa que le gustaba mucho leer cuentos, pero esa princesa soñaba con tener una biblioteca y con el paso de los años proveerse de muchos libros.

Fue acumulando libros y libros y más libros, hasta que se dio cuenta que sin pensarlo ya tenía tantos como para crear su biblioteca soñada. Pasaron días, meses y años y, la princesa ya no era una niña y se había convertido en una gran lectora.

Entre los compromisos en el castillo y la biblioteca se dividía las labores. Los libros paseaban por los estantes de un inmenso lugar y era poco el tiempo con el que contaba para salir a pasear. La Nana muy preocupada le pidió el favor de darse la oportunidad de conocer otras personas y hacer amistad. Ella lo pensó y al día siguiente decidió darse un paseo por el pueblo, ir de compras y socializar. Mientras la princesa estaba fuera del castillo, la Nana recibió un libro con colores que lo hacían brillar, sintió tanta curiosidad por saber su contenido, pero al mismo instante recordó su pacto de respeto y lealtad.

Al llegar la princesa a casa vio una luz parecida al arco iris que venía de su biblioteca, inquieta por saber el origen tiró las bolsas de compras y corrió muy ansiosa para averiguar. Era un libro encantado que penetraba hasta su alma, le aceleró sus palpitaciones y la invadió de mucha emoción. Al leer en su lomo fue más grata su sorpresa, pues un príncipe anónimo lo firmaba como autor.

Llamó a su Nana y le preguntó: ¿Quién me ha obsequiado este tesoro?

Ella respondió: Es un misterio porque el rostro de quien lo trajo, no pude ver.

La princesa muy intrigada, decidió abrir el libro e iniciar su gran camino hacia la verdad de su destino. Desde la mañana hasta la madrugada leía y leía sin parar, sus ojos de inmediato destilaban amor de verdad, pues su caballero la invitaba a vivir para siempre en un manantial de felicidad.

Fue muy poco tiempo el que pasó cuando algo maravilloso sucedió, el príncipe encantado salió de las letras hasta convertirse en humano para hacer feliz a la princesa que con ansias anheló tener una biblioteca para difundir el conocimiento a los niños de la aldea.

AUTOR: DIANA CAROLINA GÓMEZ GARZÓN – I.E. ANTONIO ENRIQUEZ DÍAZ, BADILLO