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Especial - 15 febrero, 2024

El legado de Sebastián Piñera: más allá de la política

Colombia Ramírez, una periodista vallenata, pasó su infancia en la ciudad y regresó a ella después de completar sus estudios de Comunicación y Periodismo en la Universidad de Chile. Su trayectoria profesional estuvo vinculada, hasta finales de los 80, con instituciones como la Cámara de Comercio de Valledupar, Telecaribe, la Cruz Roja Cesar, entre otras. En 1991 retornó a Chile, la tierra paterna, donde se casó y tuvo dos hijos.

De forma súbita e inesperada falleció Sebastián Piñera Echenique, el expresidente de Chile que estuvo en dos mandatos. Su deceso ocurre en un momento en que el país está golpeado y enlutado por los devastadores incendios en la Región de Valparaíso, una emergencia en cuya respuesta el exmandatario ya se esforzaba en contribuir, lo que refleja su personalidad y trayectoria pública.

Su recorrido como académico, empresario y figura política abarcó alrededor de medio siglo. Su contribución como docente en diversas universidades chilenas y su trabajo en organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, destacan su compromiso con el desarrollo. 

La trayectoria empresarial de Piñera es fundamental para entender su legado. Su incursión en la banca, así como participación en el negocio aéreo con la compra de acciones en LAN Airlines y su diversificación en áreas como inmobiliarias, medios de comunicación y representación de marcas internacionales reflejan su perspicaz visión empresarial y  especialmente su capacidad para asumir riesgos. 

En marzo de 2010 inició su primer mandato, poco después del devastador terremoto que azotó el centro y sur de Chile el 27 de febrero. Su victoria fue emblemática porque fue el primer gobernante de derecha en Chile en casi medio siglo. Sin embargo, su agenda reformista tuvo que subordinarse a enfrentar la emergencia, una tarea en la cual el primer gobierno de derecha tuvo un desempeño destacado, como se reconoce ampliamente.

El énfasis de Piñera en la excelencia y la capacidad de gestión mostró su potencial en la efectiva respuesta al terremoto. También lo hizo durante el rescate de los 33 mineros en el norte del país, un hito de cooperación público privada que concitó la atención mundial y que hizo posible un momento irrepetible de unidad y orgullo nacional. En este período no estuvo exento de otros desafíos significativos, desde protestas estudiantiles hasta crisis económicas, pero su habilidad para liderar y tomar decisiones estratégicas se evidenció en su exitosa gestión. La estabilidad económica y el crecimiento durante su primer mandato son testimonio de su enfoque pragmático.

Su regreso a la presidencia en 2017 fue el fruto de la confianza renovada del pueblo chileno en su liderazgo. Sin embargo, este segundo período estuvo marcado por el estallido social de octubre de 2019, en el que la polarización de la política alcanzó niveles excepcionales y una oposición desenfrenada de extrema izquierda lo tildó hasta de violador de los derechos humanos. También le tocó lidiar con la pandemia del covid-19, en la que demostró la gran capacidad de gestión en emergencias de todo tipo.

Más allá de las opiniones divergentes sobre su gobierno, es innegable que Sebastián Piñera fue un actor influyente en la historia reciente de Chile.  Hoy, el transversal reconocimiento a las cualidades del expresidente no deja de ser llamativo. Durante el funeral de Estado, el presidente Gabriel Boric incluso llegó a decir que “las querellas y recriminaciones (en su contra) fueron en ocasiones más allá de lo justo y razonable”. 

Pero lo más conmovedor es que son las personas comunes y corrientes quienes lo juzgan bien, las que salieron a la calles a despedirlo, con banderas y flores, para agradecerle por logros como el postnatal de seis meses, el matrimonio igualitario, la ley de no discriminación, y toda la ayuda económica que entregó durante la pandemia, entre otros. 

Como todo líder, tuvo luces y sombras. Sebastián Piñera amó entrañablemente a su país y buscó lo correcto y, en muchos aspectos, contribuyó más de lo que algunos reconocen. Su vida y muerte nos deja lecciones sobre liderazgo, dedicación y la complejidad de servir a una nación, así como la certeza de que para gobernar se requiere algo más que buenas intenciones. 

Por: Colombia Ramírez Ocampo/Especial para EL PILÓN

EL ACCIDENTE AÉREO

Sebastián Piñera, un hombre adinerado, compró un helicóptero Robinson 44, en el año 2007. Es del tipo familiar y liviano cuyo costo es del orden del millón de dólares; de pistón y sin flotador, con poca instrumentación. Para guiarse por visibilidad en el día. Volar helicóptero es más complicado que pilotear cualquier avión. Piñera lo piloteó en su primera campaña presidencial y con él llegó a muchas poblaciones en poco tiempo, propio de su espíritu de eficiencia, austeridad y logro. 

Después de visitar a un amigo vecino de su casa vacacional el 6 de febrero,  a los 74 años,  inició un vuelo de siete minutos, y a un minuto del despegue se le habría empañado súbitamente el vidrio panorámico frontal a baja altura lo que le produjo, según los expertos, una ‘desorientación espacial’. 

Intentó un viraje para retornar a un punto seguro y se precipitó al Lago Ranco donde murió por inmersión, su hermana y un amigo con su hijo resultaron ilesos.

Por Redacción EL PILÓN

Especial
15 febrero, 2024

El legado de Sebastián Piñera: más allá de la política

Colombia Ramírez, una periodista vallenata, pasó su infancia en la ciudad y regresó a ella después de completar sus estudios de Comunicación y Periodismo en la Universidad de Chile. Su trayectoria profesional estuvo vinculada, hasta finales de los 80, con instituciones como la Cámara de Comercio de Valledupar, Telecaribe, la Cruz Roja Cesar, entre otras. En 1991 retornó a Chile, la tierra paterna, donde se casó y tuvo dos hijos.


De forma súbita e inesperada falleció Sebastián Piñera Echenique, el expresidente de Chile que estuvo en dos mandatos. Su deceso ocurre en un momento en que el país está golpeado y enlutado por los devastadores incendios en la Región de Valparaíso, una emergencia en cuya respuesta el exmandatario ya se esforzaba en contribuir, lo que refleja su personalidad y trayectoria pública.

Su recorrido como académico, empresario y figura política abarcó alrededor de medio siglo. Su contribución como docente en diversas universidades chilenas y su trabajo en organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, destacan su compromiso con el desarrollo. 

La trayectoria empresarial de Piñera es fundamental para entender su legado. Su incursión en la banca, así como participación en el negocio aéreo con la compra de acciones en LAN Airlines y su diversificación en áreas como inmobiliarias, medios de comunicación y representación de marcas internacionales reflejan su perspicaz visión empresarial y  especialmente su capacidad para asumir riesgos. 

En marzo de 2010 inició su primer mandato, poco después del devastador terremoto que azotó el centro y sur de Chile el 27 de febrero. Su victoria fue emblemática porque fue el primer gobernante de derecha en Chile en casi medio siglo. Sin embargo, su agenda reformista tuvo que subordinarse a enfrentar la emergencia, una tarea en la cual el primer gobierno de derecha tuvo un desempeño destacado, como se reconoce ampliamente.

El énfasis de Piñera en la excelencia y la capacidad de gestión mostró su potencial en la efectiva respuesta al terremoto. También lo hizo durante el rescate de los 33 mineros en el norte del país, un hito de cooperación público privada que concitó la atención mundial y que hizo posible un momento irrepetible de unidad y orgullo nacional. En este período no estuvo exento de otros desafíos significativos, desde protestas estudiantiles hasta crisis económicas, pero su habilidad para liderar y tomar decisiones estratégicas se evidenció en su exitosa gestión. La estabilidad económica y el crecimiento durante su primer mandato son testimonio de su enfoque pragmático.

Su regreso a la presidencia en 2017 fue el fruto de la confianza renovada del pueblo chileno en su liderazgo. Sin embargo, este segundo período estuvo marcado por el estallido social de octubre de 2019, en el que la polarización de la política alcanzó niveles excepcionales y una oposición desenfrenada de extrema izquierda lo tildó hasta de violador de los derechos humanos. También le tocó lidiar con la pandemia del covid-19, en la que demostró la gran capacidad de gestión en emergencias de todo tipo.

Más allá de las opiniones divergentes sobre su gobierno, es innegable que Sebastián Piñera fue un actor influyente en la historia reciente de Chile.  Hoy, el transversal reconocimiento a las cualidades del expresidente no deja de ser llamativo. Durante el funeral de Estado, el presidente Gabriel Boric incluso llegó a decir que “las querellas y recriminaciones (en su contra) fueron en ocasiones más allá de lo justo y razonable”. 

Pero lo más conmovedor es que son las personas comunes y corrientes quienes lo juzgan bien, las que salieron a la calles a despedirlo, con banderas y flores, para agradecerle por logros como el postnatal de seis meses, el matrimonio igualitario, la ley de no discriminación, y toda la ayuda económica que entregó durante la pandemia, entre otros. 

Como todo líder, tuvo luces y sombras. Sebastián Piñera amó entrañablemente a su país y buscó lo correcto y, en muchos aspectos, contribuyó más de lo que algunos reconocen. Su vida y muerte nos deja lecciones sobre liderazgo, dedicación y la complejidad de servir a una nación, así como la certeza de que para gobernar se requiere algo más que buenas intenciones. 

Por: Colombia Ramírez Ocampo/Especial para EL PILÓN

EL ACCIDENTE AÉREO

Sebastián Piñera, un hombre adinerado, compró un helicóptero Robinson 44, en el año 2007. Es del tipo familiar y liviano cuyo costo es del orden del millón de dólares; de pistón y sin flotador, con poca instrumentación. Para guiarse por visibilidad en el día. Volar helicóptero es más complicado que pilotear cualquier avión. Piñera lo piloteó en su primera campaña presidencial y con él llegó a muchas poblaciones en poco tiempo, propio de su espíritu de eficiencia, austeridad y logro. 

Después de visitar a un amigo vecino de su casa vacacional el 6 de febrero,  a los 74 años,  inició un vuelo de siete minutos, y a un minuto del despegue se le habría empañado súbitamente el vidrio panorámico frontal a baja altura lo que le produjo, según los expertos, una ‘desorientación espacial’. 

Intentó un viraje para retornar a un punto seguro y se precipitó al Lago Ranco donde murió por inmersión, su hermana y un amigo con su hijo resultaron ilesos.

Por Redacción EL PILÓN