En el Pabellón de Pescado de Valledupar se ofrece variedad de pescado en estos días santos.
Con la llegada de la cuaresma también inician tradiciones para estos días santos que terminan con el domingo de Resurreción. En Colombia es costumbre comer dulces típicos de cada región, además del infaltable pescado cada viernes de cada semana y en especial los días Jueves y Viernes Santo.
Para los católicos prescindir de la carne roja durante esta semana es de vital importancia, puesto que representa el cuerpo de Cristo crucificado, por lo que comer pescado se fue convirtiendo con el pasar de los años en una práctica para cumplir las sagradas escrituras, conmemorando el sufrimiento de Jesús en la cruz. Cabe recordar ese momento en que Jesús a orillas del río Galilea multiplicó los peces para que todos sus seguidores pudieran comer.
Esta costumbre sin duda alguna para los cesarenses es cumplida y respetada, así lo describió Marta González, quien muy temprano este miércoles llegó al Pabellón del Pescado de Valledupar a comprar pescado para toda su familia. Aseguró que desde que inició la cuaresma han sido cumplidos en respetar cada viernes y este Jueves y Viernes Santo no será la excepción.
“Tengo 56 años y es el mismo tiempo que llevo todas las semanas santas comiendo pescado, así me enseñó mi madre y yo se lo he transmitido a mis hijos. Estas son costumbres que tienen que conservarse, como también la de comer dulces, pero principalmente guardar respeto a Dios, honrarlo y bendecirlo por lo bueno que ha sido con todos nosotros. Que estos días sirvan para la reflexión y oración, no para la parranda y el desorden“, recalcó.
En dicha plaza de mercado se consiguen pescados de todas las especies, principalmente de agua dulce, como el infaltable bocachico y bagre traído desde los llanos orientales, el río Magdalena e incluso de Argentina.
Milagros Molina, quien es vendedora de pescado desde hace 19 años en el Pabellón del Pescado, dijo que a pesar que este año hay menos restricciones que en el 2020, las ventas no han sido las mejores.
“Este año las ventas han bajado de un 100 % a un 60 %, creemos que es porque la gente tiene temor a salir o porque dejaron las compras para última hora. El año pasado a pesar de que habían más medidas de restricción, la gente compró más pescado mediante el domicilio“, refirió Molina.
Dijo que quizás necesitan más apoyo de promoción por parte de la administración municipal para dinamizar las ventas. “No tenemos apoyo municipal, solo cuando hay época de elecciones prometiendo, pero todo queda en palabras“, contó.
Ludys Zabaleta es otra vendedora de pescado en este lugar desde hace 39 años. Afirmó que el bocachico y el bagre son los más apetecidos por el consumidor en esta época, al mismo tiempo dijo que las ventas se han mantenido a pesar que el precio ha subido.
Por su parte, Héctor Manuel Fontalvo, representante de los mayoristas del Pabellón del Pescado, dijo que están optimistas con las ventas en los días que aún restan de la Semana Mayor.
“Hay seis mayoristas y seis minoristas, más 95 mesas de pescado al detal; es un pescado fresco el que ingresa a la plaza. Seguimos aquí con la esperanza de vender todo, dando apertura a este lugar desde las 3:00 de la mañana“, subrayó Fontalvo.
Para esta Semana Santa y el resto del año el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Colombia Productiva, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca y la Federación Colombiana de Acuicultores se unieron para impulsar el consumo del pescado criollo, tanto de mar, río y cultivos.
El Gobierno nacional indicó que este año se prevé una muy buena oferta nacional y unas condiciones de mercado favorables.
De acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria de 2019, en Colombia hay más de 36.000 productores y empresas del sector de la acuicultura y cerca de 300.000 pescadores (65.000 marinos y 235.000 continentales).
Igualmente el DANE en 2020 indicó que este sector de la acuicultura y la pesca generó más de 100.000 empleos directos, 19,4 % más que en 2019 (83.800).
El pescado fresco colombiano es reconocido tanto en el país como en mercados internacionales por sus altos estándares de calidad y sus características saludables.
Entre sus bondades está que es bajo en calorías y grasa, rico en contenido de ácidos grasos de Omega 3 y de aceites esenciales beneficiosos para la salud cardiovascular, ayuda a reducir los niveles de colesterol y de triglicéridos, así como a mejorar la salud ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis. Además, contiene vitamina A y contribuye a la prevención de enfermedades infecciosas.
Una de las principales características de un pescado fresco para tener en cuenta en la compra es que debe tener un olor agradable, suave y propio del producto. También se debe tener en cuenta que tenga los ojos esféricos, brillantes y transparentes; que las escamas sean abundantes, brillantes, unidas y fuertemente adheridas a la piel; que la carne sea lisa, consistente, fresca y firme; que las agallas sean rojas y brillantes; que la piel sea brillante; y que el producto esté viscerado.
POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.
En el Pabellón de Pescado de Valledupar se ofrece variedad de pescado en estos días santos.
Con la llegada de la cuaresma también inician tradiciones para estos días santos que terminan con el domingo de Resurreción. En Colombia es costumbre comer dulces típicos de cada región, además del infaltable pescado cada viernes de cada semana y en especial los días Jueves y Viernes Santo.
Para los católicos prescindir de la carne roja durante esta semana es de vital importancia, puesto que representa el cuerpo de Cristo crucificado, por lo que comer pescado se fue convirtiendo con el pasar de los años en una práctica para cumplir las sagradas escrituras, conmemorando el sufrimiento de Jesús en la cruz. Cabe recordar ese momento en que Jesús a orillas del río Galilea multiplicó los peces para que todos sus seguidores pudieran comer.
Esta costumbre sin duda alguna para los cesarenses es cumplida y respetada, así lo describió Marta González, quien muy temprano este miércoles llegó al Pabellón del Pescado de Valledupar a comprar pescado para toda su familia. Aseguró que desde que inició la cuaresma han sido cumplidos en respetar cada viernes y este Jueves y Viernes Santo no será la excepción.
“Tengo 56 años y es el mismo tiempo que llevo todas las semanas santas comiendo pescado, así me enseñó mi madre y yo se lo he transmitido a mis hijos. Estas son costumbres que tienen que conservarse, como también la de comer dulces, pero principalmente guardar respeto a Dios, honrarlo y bendecirlo por lo bueno que ha sido con todos nosotros. Que estos días sirvan para la reflexión y oración, no para la parranda y el desorden“, recalcó.
En dicha plaza de mercado se consiguen pescados de todas las especies, principalmente de agua dulce, como el infaltable bocachico y bagre traído desde los llanos orientales, el río Magdalena e incluso de Argentina.
Milagros Molina, quien es vendedora de pescado desde hace 19 años en el Pabellón del Pescado, dijo que a pesar que este año hay menos restricciones que en el 2020, las ventas no han sido las mejores.
“Este año las ventas han bajado de un 100 % a un 60 %, creemos que es porque la gente tiene temor a salir o porque dejaron las compras para última hora. El año pasado a pesar de que habían más medidas de restricción, la gente compró más pescado mediante el domicilio“, refirió Molina.
Dijo que quizás necesitan más apoyo de promoción por parte de la administración municipal para dinamizar las ventas. “No tenemos apoyo municipal, solo cuando hay época de elecciones prometiendo, pero todo queda en palabras“, contó.
Ludys Zabaleta es otra vendedora de pescado en este lugar desde hace 39 años. Afirmó que el bocachico y el bagre son los más apetecidos por el consumidor en esta época, al mismo tiempo dijo que las ventas se han mantenido a pesar que el precio ha subido.
Por su parte, Héctor Manuel Fontalvo, representante de los mayoristas del Pabellón del Pescado, dijo que están optimistas con las ventas en los días que aún restan de la Semana Mayor.
“Hay seis mayoristas y seis minoristas, más 95 mesas de pescado al detal; es un pescado fresco el que ingresa a la plaza. Seguimos aquí con la esperanza de vender todo, dando apertura a este lugar desde las 3:00 de la mañana“, subrayó Fontalvo.
Para esta Semana Santa y el resto del año el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Colombia Productiva, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca y la Federación Colombiana de Acuicultores se unieron para impulsar el consumo del pescado criollo, tanto de mar, río y cultivos.
El Gobierno nacional indicó que este año se prevé una muy buena oferta nacional y unas condiciones de mercado favorables.
De acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria de 2019, en Colombia hay más de 36.000 productores y empresas del sector de la acuicultura y cerca de 300.000 pescadores (65.000 marinos y 235.000 continentales).
Igualmente el DANE en 2020 indicó que este sector de la acuicultura y la pesca generó más de 100.000 empleos directos, 19,4 % más que en 2019 (83.800).
El pescado fresco colombiano es reconocido tanto en el país como en mercados internacionales por sus altos estándares de calidad y sus características saludables.
Entre sus bondades está que es bajo en calorías y grasa, rico en contenido de ácidos grasos de Omega 3 y de aceites esenciales beneficiosos para la salud cardiovascular, ayuda a reducir los niveles de colesterol y de triglicéridos, así como a mejorar la salud ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis. Además, contiene vitamina A y contribuye a la prevención de enfermedades infecciosas.
Una de las principales características de un pescado fresco para tener en cuenta en la compra es que debe tener un olor agradable, suave y propio del producto. También se debe tener en cuenta que tenga los ojos esféricos, brillantes y transparentes; que las escamas sean abundantes, brillantes, unidas y fuertemente adheridas a la piel; que la carne sea lisa, consistente, fresca y firme; que las agallas sean rojas y brillantes; que la piel sea brillante; y que el producto esté viscerado.
POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.