La crisis que generó el intenso invierno que fue precedido por un verano devastador durante el 2010, sumado a una mortandad de reses que se está viviendo actualmente en el Cesar, supone la peor de las crisis a la que se ha visto abocado ese sector.
Dice Gerente del Fondo Ganadero
La crisis que generó el intenso invierno que fue precedido por un verano devastador durante el 2010, sumado a una mortandad de reses que se está viviendo actualmente en el Cesar, tiene sumergidos a los pequeños y medianos productores del departamento, en la peor de las crisis a la que se ha visto abocado ese sector.
Tal y como alertó el secretario de Agricultura del Cesar, Eduardo Manzano, es alarmante el porcentaje de muertes de animales por falta de alimento y por la presencia de enfermedades, desde que comenzaron los fenómenos de El Niño y La Niña, los cuales llevan ya 149 mil cabezas muertas, en un departamento cuyo hato ganadero es de un millón 600 mil, lo que lo ubica como la cuarta ganadería del país.
Sin alimentación
“La situación ahora la veo muy difícil de manejar, porque no están dadas las circunstancias para proceder ahora; a no ser que se piense en unos fondos extraordinarios para tratar de conseguir subproductos generados en la agroindustria, que puedan utilizarse como suplementos alimenticios que podría hacerse muy rápido. Una alternativa, por ejemplo, para tratar de ofrecerle energía a los animales, es propiciar, en muchos municipios, donde campesinos que tienen plantados cultivos de caña de azúcar, que en vez de estar produciendo panela para comercializar se podría pensar en un negocio de panela para la ganadería, pero esta situación de ellos en estos momentos es de subsistencia”, indicó Araujo.
Enfatizó en que el pequeño ganadero, que en el Cesar es el 70% vive de la vender la leche que produce y que normalmente no le alcanza para sufragar todos sus gastos.
“Él recibe un ingreso mensual o quincenal por la venta de leche, el resto cómo lo consigue, a través de créditos mientras genera unos animales de deteste para vender y resulta que ese mercado también está paralizado en este momento. El ganadero está en el peor de los mundos, viendo morir sus animales, con los ingresos familiares totalmente mermados y sin ninguna esperanza, por el momento; de pronto, lo que están deseando es que llueva más temprano como están anunciando para ver si se recuperan los pocos pastos que puedan quedar”.
Falta crédito
En ese sentido, dijo Araujo, que las ayudas dispuestas por el Gobierno para estos casos, que son unas bodegas o centros de acopio donde se dispondrían suplementos alimenticios subsidiados para los animales no son asequibles para los pequeños ganaderos.
En el caso del Cesar, en el almacén de Coolesar se han dispuesto semillas de algodón, melaza, mezclagan, sales minerales, harina de palmiste y silo de maíz, a un precio más bajo, pero, aún así, los pequeños ganaderos no tienen posibilidades de acceder a los mismos.
“Con qué recursos va a comprar esta gente?, si el pequeño ganadero viene con unos animales en mal estado y estas ayudas están diseñadas para los que son sujeto de crédito y – en estos casos- la mayoría de los afectados no los tienen”, agregó Araujo.
Según el dirigente, las cifras que han venido siendo manejadas por el Gobierno, son mucho más altas de las que ha dado a conocer el Ministro.
“Las cifras son altas y no como dice el ministro, las cifras que está dando el ministro corresponden nada más a lo que sucedió en el Cesar. En este momento todas las empresas del sector se encuentran afectadas, los gremios preocupados, por ejemplo de la leche el incremento de 4,4 cuanto todo el año pasado no se incrementó el precio, porque según los industriales había excedented”.
Finalmente, indicó Araujo, que – en su opinión- la única salida para la ganadería es a futuro y es a través de la reforestación, pensando en la industria de la madera y mejorando el entorno ambiental, con las explotaciones existentes, pudiendo facilitar de pronto parte de las áreas del departamento para el sector agrícola.
La crisis que generó el intenso invierno que fue precedido por un verano devastador durante el 2010, sumado a una mortandad de reses que se está viviendo actualmente en el Cesar, supone la peor de las crisis a la que se ha visto abocado ese sector.
Dice Gerente del Fondo Ganadero
La crisis que generó el intenso invierno que fue precedido por un verano devastador durante el 2010, sumado a una mortandad de reses que se está viviendo actualmente en el Cesar, tiene sumergidos a los pequeños y medianos productores del departamento, en la peor de las crisis a la que se ha visto abocado ese sector.
Tal y como alertó el secretario de Agricultura del Cesar, Eduardo Manzano, es alarmante el porcentaje de muertes de animales por falta de alimento y por la presencia de enfermedades, desde que comenzaron los fenómenos de El Niño y La Niña, los cuales llevan ya 149 mil cabezas muertas, en un departamento cuyo hato ganadero es de un millón 600 mil, lo que lo ubica como la cuarta ganadería del país.
Sin alimentación
“La situación ahora la veo muy difícil de manejar, porque no están dadas las circunstancias para proceder ahora; a no ser que se piense en unos fondos extraordinarios para tratar de conseguir subproductos generados en la agroindustria, que puedan utilizarse como suplementos alimenticios que podría hacerse muy rápido. Una alternativa, por ejemplo, para tratar de ofrecerle energía a los animales, es propiciar, en muchos municipios, donde campesinos que tienen plantados cultivos de caña de azúcar, que en vez de estar produciendo panela para comercializar se podría pensar en un negocio de panela para la ganadería, pero esta situación de ellos en estos momentos es de subsistencia”, indicó Araujo.
Enfatizó en que el pequeño ganadero, que en el Cesar es el 70% vive de la vender la leche que produce y que normalmente no le alcanza para sufragar todos sus gastos.
“Él recibe un ingreso mensual o quincenal por la venta de leche, el resto cómo lo consigue, a través de créditos mientras genera unos animales de deteste para vender y resulta que ese mercado también está paralizado en este momento. El ganadero está en el peor de los mundos, viendo morir sus animales, con los ingresos familiares totalmente mermados y sin ninguna esperanza, por el momento; de pronto, lo que están deseando es que llueva más temprano como están anunciando para ver si se recuperan los pocos pastos que puedan quedar”.
Falta crédito
En ese sentido, dijo Araujo, que las ayudas dispuestas por el Gobierno para estos casos, que son unas bodegas o centros de acopio donde se dispondrían suplementos alimenticios subsidiados para los animales no son asequibles para los pequeños ganaderos.
En el caso del Cesar, en el almacén de Coolesar se han dispuesto semillas de algodón, melaza, mezclagan, sales minerales, harina de palmiste y silo de maíz, a un precio más bajo, pero, aún así, los pequeños ganaderos no tienen posibilidades de acceder a los mismos.
“Con qué recursos va a comprar esta gente?, si el pequeño ganadero viene con unos animales en mal estado y estas ayudas están diseñadas para los que son sujeto de crédito y – en estos casos- la mayoría de los afectados no los tienen”, agregó Araujo.
Según el dirigente, las cifras que han venido siendo manejadas por el Gobierno, son mucho más altas de las que ha dado a conocer el Ministro.
“Las cifras son altas y no como dice el ministro, las cifras que está dando el ministro corresponden nada más a lo que sucedió en el Cesar. En este momento todas las empresas del sector se encuentran afectadas, los gremios preocupados, por ejemplo de la leche el incremento de 4,4 cuanto todo el año pasado no se incrementó el precio, porque según los industriales había excedented”.
Finalmente, indicó Araujo, que – en su opinión- la única salida para la ganadería es a futuro y es a través de la reforestación, pensando en la industria de la madera y mejorando el entorno ambiental, con las explotaciones existentes, pudiendo facilitar de pronto parte de las áreas del departamento para el sector agrícola.