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Editorial - 5 marzo, 2025

El golpe presupuestal a las cámaras de comercio

El decreto presidencial 0045 del 2024 que entró en vigor el primero de enero de 2025, por medio del cual se modifican las tarifas por concepto de registros y renovaciones mercantiles, entre otros aspectos, pone en aprieto los presupuestos de las cámaras de comercio del país para cumplir sus misiones de acompañamiento al sector comercial y empresarial.

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El decreto presidencial 0045 del 2024 que entró en vigor el primero de enero de 2025, por medio del cual se modifican las tarifas por concepto de registros y renovaciones mercantiles, entre otros aspectos, pone en aprieto los presupuestos de las cámaras de comercio del país para cumplir sus misiones de acompañamiento al sector comercial y empresarial.

Para el caso de la Cámara de Comercio de Valledupar, según la opinión de su presidente ejecutivo, José Luis Urón Márquez, este decreto afecta en gran medida el nivel de recaudo de esta entidad en razón a que pone a sufrir a las cámaras de ciudades pequeñas e intermedias, lo cual obedece a que sus tejidos empresariales los constituyen los microempresarios y estos pagan muy poco por concepto de esas contribuciones, mientras que el gran empresariado es el que eleva esos aportes, pero ellos están es en las grandes capitales.

Este decreto se dio en virtud de la adopción de una serie de estándares y mejores prácticas sugeridas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, a la cual se vinculó Colombia en el año 2020.

No obstante, la aplicación del decreto en mención ha generado mucha preocupación en los directivos de las cámaras de comercio, ellos consideran que “el cambio en la estructura de recaudo no solo afecta la sostenibilidad financiera de estas entidades, sino que también influye en su capacidad para promover el desarrollo de las microempresas y pequeñas empresas que son los actores claves para la economía popular”.

Al observar las afectaciones de este decreto, emitido por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, pareciera que se entrara en contradicción con la política abanderada por el presidente Petro, tal es la de brindar apoyo e impulso total a la economía popular de una ciudad, cuyo primer paso debe ser la formalización de sus actividades, pero este proceso requiere de unas cámaras de comercio consolidadas presupuestalmente para poder cumplir esos propósitos.

En la capital del Cesar el 98 % del tejido empresarial está compuesto por las microempresas, lo cual afecta el nivel de recaudo y pone en calzas prietas la funcionalidad de la Cámara de Comercio de Valledupar al no poder cubrir la nómina de planta de personal, entre otros gastos que demanda la misión de la entidad.

En la vigencia 2024 la Cámara de Comercio de Valledupar logró un presupuesto cercano a los $8 mil millones, pero con esta medida para el 2025 estaría dejando de recaudar alrededor de unos mil 200 millones de pesos, al tiempo que disminuirían los procesos de formalización empresarial.

El tema amerita una nueva etapa de revisión con el Gobierno nacional y alcaldes de ciudades como Valledupar, para que no se rompa el equilibrio que debe haber entre la generación de empleo y el apoyo al sector empresarial y a los organismos que les brindan acompañamiento, entre ellas las cámaras de comercio.

Editorial
5 marzo, 2025

El golpe presupuestal a las cámaras de comercio

El decreto presidencial 0045 del 2024 que entró en vigor el primero de enero de 2025, por medio del cual se modifican las tarifas por concepto de registros y renovaciones mercantiles, entre otros aspectos, pone en aprieto los presupuestos de las cámaras de comercio del país para cumplir sus misiones de acompañamiento al sector comercial y empresarial.


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El decreto presidencial 0045 del 2024 que entró en vigor el primero de enero de 2025, por medio del cual se modifican las tarifas por concepto de registros y renovaciones mercantiles, entre otros aspectos, pone en aprieto los presupuestos de las cámaras de comercio del país para cumplir sus misiones de acompañamiento al sector comercial y empresarial.

Para el caso de la Cámara de Comercio de Valledupar, según la opinión de su presidente ejecutivo, José Luis Urón Márquez, este decreto afecta en gran medida el nivel de recaudo de esta entidad en razón a que pone a sufrir a las cámaras de ciudades pequeñas e intermedias, lo cual obedece a que sus tejidos empresariales los constituyen los microempresarios y estos pagan muy poco por concepto de esas contribuciones, mientras que el gran empresariado es el que eleva esos aportes, pero ellos están es en las grandes capitales.

Este decreto se dio en virtud de la adopción de una serie de estándares y mejores prácticas sugeridas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, a la cual se vinculó Colombia en el año 2020.

No obstante, la aplicación del decreto en mención ha generado mucha preocupación en los directivos de las cámaras de comercio, ellos consideran que “el cambio en la estructura de recaudo no solo afecta la sostenibilidad financiera de estas entidades, sino que también influye en su capacidad para promover el desarrollo de las microempresas y pequeñas empresas que son los actores claves para la economía popular”.

Al observar las afectaciones de este decreto, emitido por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, pareciera que se entrara en contradicción con la política abanderada por el presidente Petro, tal es la de brindar apoyo e impulso total a la economía popular de una ciudad, cuyo primer paso debe ser la formalización de sus actividades, pero este proceso requiere de unas cámaras de comercio consolidadas presupuestalmente para poder cumplir esos propósitos.

En la capital del Cesar el 98 % del tejido empresarial está compuesto por las microempresas, lo cual afecta el nivel de recaudo y pone en calzas prietas la funcionalidad de la Cámara de Comercio de Valledupar al no poder cubrir la nómina de planta de personal, entre otros gastos que demanda la misión de la entidad.

En la vigencia 2024 la Cámara de Comercio de Valledupar logró un presupuesto cercano a los $8 mil millones, pero con esta medida para el 2025 estaría dejando de recaudar alrededor de unos mil 200 millones de pesos, al tiempo que disminuirían los procesos de formalización empresarial.

El tema amerita una nueva etapa de revisión con el Gobierno nacional y alcaldes de ciudades como Valledupar, para que no se rompa el equilibrio que debe haber entre la generación de empleo y el apoyo al sector empresarial y a los organismos que les brindan acompañamiento, entre ellas las cámaras de comercio.