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Cultura - 20 marzo, 2024

El Día del Hombre

En una columna que escribí con ocasión del Día de la Mujer, comentaba que me sorprendió enterarme que ahora en los colegios intentan igualar ambas fechas, homenajeando al uno y al otro sexo de manera exacta y que me parecía que este hecho debería suscitar un debate sobre su conveniencia. 

En el Día del Hombre es usual ver memes y escuchar chistes sobre la diferencia entre las atenciones que reciben los hombres en su día con respecto a las que reciben las mujeres el 8 de marzo. Entre chiste y chanza se exige que hoy 19 de marzo, a los hombres se les den chocolates, flores, regalos y desayunos en la cama. 

En una columna que escribí con ocasión del Día de la Mujer, comentaba que me sorprendió enterarme que ahora en los colegios intentan igualar ambas fechas, homenajeando al uno y al otro sexo de manera exacta y que me parecía que este hecho debería suscitar un debate sobre su conveniencia. 

Es cierto que el carácter celebratorio que se le ha dado al 8 de marzo a través de los años, ha creado la expectativa de recibir regalos y mimos en la mayoría de mujeres. Parece entonces lógico que los hombres se sientan con el derecho a ser tratados de la misma manera. 

Una interpretación a mi parecer tramposa, ha llegado a señalar los sufrimientos que aquejan a la población masculina y reclamar que se les dé el mismo tratamiento e importancia que a los que nos aquejan a las mujeres. Interpretación que este año nos dejó en la conmemoración del 8 de marzo, la infortunada intervención de la presidenta de la Comunidad de Madrid en España, Isabel Díaz Ayuso reclamando la existencia de un día del hombre. 

No faltaron las voces que le explicaron a la presidenta, entre muchas otras cosas, que ya había un Día del Hombre que en España – al igual que en muchos otros países – se celebra el 19 de noviembre. En esas latitudes los memes tampoco faltan. 

En Colombia en cambio, se celebra en la fecha en la que se conmemora a San José, padre putativo de Jesús y modelo de hombre a seguir para la religión católica. Esto de por sí es un hecho curioso, porque necesariamente se relaciona la masculinidad, con el ideal católico, pero que, además, en consecuencia, crea una especie de competencia por relevancia durante la misma mensualidad, teniendo en cuenta que el Día Internacional de la Mujer sucede solo 11 días antes. 

Sin embargo, así como es un error reducir el 8 de marzo a una fecha comercial y superficial para regalar flores y chocolates, también lo es pretender que el Día del Hombre tenga la misma prerrogativa. 

El Día Internacional del Hombre, fue establecido en 1999 en Trinidad y Tobago, por el Dr. Jerome Teelucksingh, de la Universidad de las Indias Occidentales en Puerto España.

El portal australiano internationalmensday.com indica que en esta fecha “se celebra el valor positivo que los hombres traen al mundo, sus familias y sus comunidades (…), se destacan los modelos masculinos positivos y se crea consciencia sobre el bienestar de los hombres”.

Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos Mexicana, los pilares de este día son tres: promover modelos masculinos positivos (hombres cotidianos con vidas decentes y honestas); celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad, la comunidad, la familia, el matrimonio, el cuidado de niños y el medio ambiente; centrarse en la salud y el bienestar social, emocional, físico y espiritual de los hombres.

Aunque en esta última definición de pilares hay conceptos algo problemáticos, en términos generales la creación del Día del Hombre es una iniciativa muy loable y con un enfoque bastante interesante en la salud masculina. Muchos de estos temas coinciden con los reclamos de Ayuso por un Día del Hombre, en los que mencionó que los hombres presentan mayor abandono escolar, que el 79 % de las víctimas de accidentes de tráfico fueron hombres, que el 97 % de los soldados víctimas de las guerras son hombres. 

Y es que poco se habla de que el patriarcado, también afecta – y mucho – a los hombres. El rol de masculinidad que se ha evocado por siglos, sin duda ha afectado la capacidad afectiva y el comportamiento de los hombres, así como el cuidado de su salud física y mental. Por eso en principio es un gran acierto que en el Día del Hombre se busque poner el foco en estos aspectos.

En lo que no puedo estar de acuerdo es en que esta fecha se intente colocar al mismo nivel del Día Internacional de la Mujer. Una cosa es crear consciencia sobre la salud masculina y su influencia positiva en la sociedad y otra muy diferente es conmemorar una lucha de siglos por la justicia y equidad de género. 

Habría entonces que leer y reflexionar sobre el origen y el objetivo de estas dos ocasiones de una manera profunda para empezar a superar la superficialidad que en nuestros días se le está imprimiendo a ambas fechas.

¡Feliz día del Hombre! Y recuerden sonreír más.

Mariana Orozco

Cultura
20 marzo, 2024

El Día del Hombre

En una columna que escribí con ocasión del Día de la Mujer, comentaba que me sorprendió enterarme que ahora en los colegios intentan igualar ambas fechas, homenajeando al uno y al otro sexo de manera exacta y que me parecía que este hecho debería suscitar un debate sobre su conveniencia. 


En el Día del Hombre es usual ver memes y escuchar chistes sobre la diferencia entre las atenciones que reciben los hombres en su día con respecto a las que reciben las mujeres el 8 de marzo. Entre chiste y chanza se exige que hoy 19 de marzo, a los hombres se les den chocolates, flores, regalos y desayunos en la cama. 

En una columna que escribí con ocasión del Día de la Mujer, comentaba que me sorprendió enterarme que ahora en los colegios intentan igualar ambas fechas, homenajeando al uno y al otro sexo de manera exacta y que me parecía que este hecho debería suscitar un debate sobre su conveniencia. 

Es cierto que el carácter celebratorio que se le ha dado al 8 de marzo a través de los años, ha creado la expectativa de recibir regalos y mimos en la mayoría de mujeres. Parece entonces lógico que los hombres se sientan con el derecho a ser tratados de la misma manera. 

Una interpretación a mi parecer tramposa, ha llegado a señalar los sufrimientos que aquejan a la población masculina y reclamar que se les dé el mismo tratamiento e importancia que a los que nos aquejan a las mujeres. Interpretación que este año nos dejó en la conmemoración del 8 de marzo, la infortunada intervención de la presidenta de la Comunidad de Madrid en España, Isabel Díaz Ayuso reclamando la existencia de un día del hombre. 

No faltaron las voces que le explicaron a la presidenta, entre muchas otras cosas, que ya había un Día del Hombre que en España – al igual que en muchos otros países – se celebra el 19 de noviembre. En esas latitudes los memes tampoco faltan. 

En Colombia en cambio, se celebra en la fecha en la que se conmemora a San José, padre putativo de Jesús y modelo de hombre a seguir para la religión católica. Esto de por sí es un hecho curioso, porque necesariamente se relaciona la masculinidad, con el ideal católico, pero que, además, en consecuencia, crea una especie de competencia por relevancia durante la misma mensualidad, teniendo en cuenta que el Día Internacional de la Mujer sucede solo 11 días antes. 

Sin embargo, así como es un error reducir el 8 de marzo a una fecha comercial y superficial para regalar flores y chocolates, también lo es pretender que el Día del Hombre tenga la misma prerrogativa. 

El Día Internacional del Hombre, fue establecido en 1999 en Trinidad y Tobago, por el Dr. Jerome Teelucksingh, de la Universidad de las Indias Occidentales en Puerto España.

El portal australiano internationalmensday.com indica que en esta fecha “se celebra el valor positivo que los hombres traen al mundo, sus familias y sus comunidades (…), se destacan los modelos masculinos positivos y se crea consciencia sobre el bienestar de los hombres”.

Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos Mexicana, los pilares de este día son tres: promover modelos masculinos positivos (hombres cotidianos con vidas decentes y honestas); celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad, la comunidad, la familia, el matrimonio, el cuidado de niños y el medio ambiente; centrarse en la salud y el bienestar social, emocional, físico y espiritual de los hombres.

Aunque en esta última definición de pilares hay conceptos algo problemáticos, en términos generales la creación del Día del Hombre es una iniciativa muy loable y con un enfoque bastante interesante en la salud masculina. Muchos de estos temas coinciden con los reclamos de Ayuso por un Día del Hombre, en los que mencionó que los hombres presentan mayor abandono escolar, que el 79 % de las víctimas de accidentes de tráfico fueron hombres, que el 97 % de los soldados víctimas de las guerras son hombres. 

Y es que poco se habla de que el patriarcado, también afecta – y mucho – a los hombres. El rol de masculinidad que se ha evocado por siglos, sin duda ha afectado la capacidad afectiva y el comportamiento de los hombres, así como el cuidado de su salud física y mental. Por eso en principio es un gran acierto que en el Día del Hombre se busque poner el foco en estos aspectos.

En lo que no puedo estar de acuerdo es en que esta fecha se intente colocar al mismo nivel del Día Internacional de la Mujer. Una cosa es crear consciencia sobre la salud masculina y su influencia positiva en la sociedad y otra muy diferente es conmemorar una lucha de siglos por la justicia y equidad de género. 

Habría entonces que leer y reflexionar sobre el origen y el objetivo de estas dos ocasiones de una manera profunda para empezar a superar la superficialidad que en nuestros días se le está imprimiendo a ambas fechas.

¡Feliz día del Hombre! Y recuerden sonreír más.

Mariana Orozco