La salida del capitán Óscar Lúquez Alvarado de la comandancia del Cuerpo de Bomberos de Valledupar es un tema que debe ocupar la atención de las autoridades y de la ciudadanía. No debe el principal organismo de socorro de la ciudad tener en su interior problemas políticos, ni de corrupción, mucho menos de división, porque […]
La salida del capitán Óscar Lúquez Alvarado de la comandancia del Cuerpo de Bomberos de Valledupar es un tema que debe ocupar la atención de las autoridades y de la ciudadanía.
No debe el principal organismo de socorro de la ciudad tener en su interior problemas políticos, ni de corrupción, mucho menos de división, porque distrae su objetivo principal, que es servir a la comunidad.
Desde febrero pasado cuando cerca de 50 bomberos realizaron una protesta pacífica para denunciar supuesto acoso laboral y pedir que analizaran las actas y los libros de contabilidad, incluso solicitaron una rendición de cuentas de la vigencia 2015, había indicios suficientes para tomar las riendas de la situación, a excepción del informe de auditoría de la Contraloría Municipal no pasó más nada.
Ahora el Consejo de Oficiales del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar emite un comunicado a la opinión pública para informar que fue removido de su cargo de comandante, el capitán Lúquez, debido a que “perdió la confianza y el respaldo de los integrantes del máximo órgano directivo de la institución”.
Esa es una parte. ¿Pero ese mismo Consejo de Oficiales no previó que las cosas se salieran de las manos, si se supone que ellos son un cuerpo colegiado que coadministra?
Algo ocurre en el Cuerpo de Bomberos y no se resolverá solo con la salida del capitán Lúquez, deben tener en cuenta lo que denuncia este con su salida y que en este mismo espacio editorial se informó hace más de tres meses, sobre posibles intereses políticos. ¿Qué hay en el Cuerpo de Bomberos de Valledupar que genera estas peleas de poder?
La Contraloría Municipal tiene una auditoría y una resolución del 25 de mayo pasado, con la que inició proceso sancionatario contra el capitán Lóquez.
Con este desagradable episodio deben quedar lecciones aprendidas para proteger este organismo de socorro, en el que debe haber veedurías ciudadanas que ayuden a mantenerlo alejado de la corrupción, de los intereses particulares y políticos de unos cuantos. Qué no se queme el Cuerpo de Bomberos.
Los bomberos de la línea de fuego, los miembros del Consejo de Oficiales, los voluntarios, todos, deben empujar para el mismo lado.
La salida del capitán Óscar Lúquez Alvarado de la comandancia del Cuerpo de Bomberos de Valledupar es un tema que debe ocupar la atención de las autoridades y de la ciudadanía. No debe el principal organismo de socorro de la ciudad tener en su interior problemas políticos, ni de corrupción, mucho menos de división, porque […]
La salida del capitán Óscar Lúquez Alvarado de la comandancia del Cuerpo de Bomberos de Valledupar es un tema que debe ocupar la atención de las autoridades y de la ciudadanía.
No debe el principal organismo de socorro de la ciudad tener en su interior problemas políticos, ni de corrupción, mucho menos de división, porque distrae su objetivo principal, que es servir a la comunidad.
Desde febrero pasado cuando cerca de 50 bomberos realizaron una protesta pacífica para denunciar supuesto acoso laboral y pedir que analizaran las actas y los libros de contabilidad, incluso solicitaron una rendición de cuentas de la vigencia 2015, había indicios suficientes para tomar las riendas de la situación, a excepción del informe de auditoría de la Contraloría Municipal no pasó más nada.
Ahora el Consejo de Oficiales del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar emite un comunicado a la opinión pública para informar que fue removido de su cargo de comandante, el capitán Lúquez, debido a que “perdió la confianza y el respaldo de los integrantes del máximo órgano directivo de la institución”.
Esa es una parte. ¿Pero ese mismo Consejo de Oficiales no previó que las cosas se salieran de las manos, si se supone que ellos son un cuerpo colegiado que coadministra?
Algo ocurre en el Cuerpo de Bomberos y no se resolverá solo con la salida del capitán Lúquez, deben tener en cuenta lo que denuncia este con su salida y que en este mismo espacio editorial se informó hace más de tres meses, sobre posibles intereses políticos. ¿Qué hay en el Cuerpo de Bomberos de Valledupar que genera estas peleas de poder?
La Contraloría Municipal tiene una auditoría y una resolución del 25 de mayo pasado, con la que inició proceso sancionatario contra el capitán Lóquez.
Con este desagradable episodio deben quedar lecciones aprendidas para proteger este organismo de socorro, en el que debe haber veedurías ciudadanas que ayuden a mantenerlo alejado de la corrupción, de los intereses particulares y políticos de unos cuantos. Qué no se queme el Cuerpo de Bomberos.
Los bomberos de la línea de fuego, los miembros del Consejo de Oficiales, los voluntarios, todos, deben empujar para el mismo lado.