Si bien es complicada la situación relacionada con el servicio de suministro de energía eléctrica en la región Caribe de Colombia, más complejo aún resulta el panorama en el departamento del Cesar, según lo acaba de advertir el exgerente de la empresa Afinia, Javier Lastra Fuscaldo.

A la ya conocida situación de altas tarifas del servicio en la región del caribe colombiano no se le ha encontrado una solución satisfactoria por parte del Gobierno nacional, ni tampoco por el lado de los distintos sectores y entidades comprometidas con el tema y preocupa mucho que en medio de todo eso el punto más crítico es nuestro departamento del Cesar.

Frente al tema, en sus redes sociales, y luego con declaración ampliada en Radio Guatapurí, Lastra afirma que el Cesar es el mercado con mayor difícil gestión de recaudo del Caribe y eso abre una enorme posibilidad de que la empresa Afinia tire la toalla y decida entregarle, el servicio que corresponde a este departamento, al Gobierno nacional, es decir, se anticiparía a ser intervenida por este, tal como ocurrió con la firma Air-e, que cubría a otros departamentos distintos al Cesar.

Según Lastra, el Cesar es el que tiene el mayor número de hogares en condiciones subnormales con respecto a los demás departamentos del Caribe, con pérdidas por encima del 46 %, con un pobre nivel de recaudo que no supera el 65 %, lo cual se traduce en un mercado poco atractivo para cualquier empresa energética y por ello se cree que ninguna firma del sector privado estaría interesada en asumir este servicio en nuestro departamento, sencillamente porque no le sería rentable. Así las cosas, ¿qué pasará entonces con el suministro de energía eléctrica en el Cesar y de qué manera se podrían garantizar unas tarifas viables para el bolsillo de los cesarenses?
Cómo se puede ver, el Cesar se ha convertido en el patito feo en materia de prestación del servicio de energía eléctrica, al punto que nadie lo querrá asumir, un asunto que, además de la responsabilidad total que le corresponde al Estado, obliga a una discusión abierta con todos los estamentos e instancias del Cesar en aras de que no se sigan “electrocutando” todos los procesos productivos que dependen de un buen sistema energético.

Claro está que Afinia, de la noche a la mañana, no podría tomar una decisión de manera unilateral, eso debe obedecer a las condiciones legales establecidas en el contrato con el Gobierno Nacional, pero no deja de ser una advertencia de lo que podría venirse para el Cesar y para eso hay que estar preparados y que no nos agarren desprevenidos.

Es sabido que la intervención estatal, aunque necesaria para garantizar el suministro, no resuelve por sí sola los problemas de fondo como la falta de estrategias para garantizar un buen recaudo, la equidad en las tarifas y el acceso justo al servicio.

También es evidente que frente a la complejidad del asunto ha faltado mayor información sobre la verdadera realidad del problema, los cesarenses necesitamos saber qué está pasando y qué va a pasar con el servicio de suministro de energía eléctrica. Urge que la Gobernación del Cesar, los alcaldes y congresistas actúen de manera conjunta para revisar el tema con el alto gobierno o explorar otras alternativas, entre ellas las que acaban de plantear en Barranquilla durante el lanzamiento de la ‘Alianza Caribe Potencia Energética’.