Asombrado y estupefacto me quedé cuando en días pasados el Secretario de Educación Departamental afirmaba por medio de este periódico –EL PILÓN Es lo nuestro-: “En la Costa Atlántica, el Cesar se destaca en las pruebas Saber 11”. Cualquier incauto que no conoce las estadísticas cree y llega a vociferar que al departamento del Cesar […]
Asombrado y estupefacto me quedé cuando en días pasados el Secretario de Educación Departamental afirmaba por medio de este periódico –EL PILÓN Es lo nuestro-: “En la Costa Atlántica, el Cesar se destaca en las pruebas Saber 11”. Cualquier incauto que no conoce las estadísticas cree y llega a vociferar que al departamento del Cesar hay que hacerle un meritorio reconocimiento por el extraordinario éxito académico en las pruebas saber y que los estudiantes fueron muy pilos.
Con los resultados de las pruebas Saber 11 del presente año, es preciso aclarar. Primero, que el departamento del Cesar está por debajo de la media nacional que es de 255.8 y el departamento del Cesar tuvo un promedio de 236.1. Es decir, le fue mal y peor que el año anterior, porque su promedio bajó en dos puntos. Segundo, en cuanto a región, en la Costa Atlántica los resultados de las pruebas Saber 11 siguen empeorando, porque si el departamento del Cesar a pesar de que bajó dos puntos es el “mejor” de la Costa Atlántica, significa que toda la región caribeña también empeoró, por ejemplo: Atlántico 231.1, Bolívar 223.5, Córdoba 233.7, La Guajira 230.9, Magdalena 221,5 y Sucre 233.3.
Vale la pena aclarar que a los resultados departamentales les corresponde el 90 % a la población escolar de carácter oficial, lo que indica un bajo nivel educativo que influye en los indicadores de competitividad. Lo mismo ocurre en las ciudades capitales, donde se enmascaran los resultados con los colegios privados, basta con desagregarlos y se aprecia la gran diferencia.
Para complementar lo anterior, en días pasados en Barranquilla se reunió el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y los investigadores de la Universidad del Rosario, donde presentaron el tercer informe sobre el índice Departamental de Competitividad (IDC 2015-2016). El estudio hace el análisis de 25 regiones, donde el Atlántico es el mejor de la Costa y está en el puesto 8. Bolívar 12, Sucre 18, Cesar 19, Córdoba 20, Magdalena 21 y La Guajira 23. Y para ser competitivo además de las variables de transparencia, recaudo, infraestructura, salud, la calidad educativa es la que más impacta y reduce la inequidad y mejora la competitividad.
Más que demostrar complacencia por estar como el mejor entre los peores y como resultado final de una administración departamental que termina, sería evaluar la eficiencia y la eficacia de las estrategias y las millonarias inversiones en los cuatro años de gestión frente a los pobres resultados obtenidos en educación. A una administración le puede ir excelente en unos sectores y le puede ir regular y mal en otros, pero ocultar los bajos resultados no es correcto, porque uno de los principios que regulan la transparencia en la administración pública es la verdad. Además, la veracidad y la verdad son el punto de partida para el diagnóstico y mejoramiento.
Por Gonzalo Quiroz Martínez
Asombrado y estupefacto me quedé cuando en días pasados el Secretario de Educación Departamental afirmaba por medio de este periódico –EL PILÓN Es lo nuestro-: “En la Costa Atlántica, el Cesar se destaca en las pruebas Saber 11”. Cualquier incauto que no conoce las estadísticas cree y llega a vociferar que al departamento del Cesar […]
Asombrado y estupefacto me quedé cuando en días pasados el Secretario de Educación Departamental afirmaba por medio de este periódico –EL PILÓN Es lo nuestro-: “En la Costa Atlántica, el Cesar se destaca en las pruebas Saber 11”. Cualquier incauto que no conoce las estadísticas cree y llega a vociferar que al departamento del Cesar hay que hacerle un meritorio reconocimiento por el extraordinario éxito académico en las pruebas saber y que los estudiantes fueron muy pilos.
Con los resultados de las pruebas Saber 11 del presente año, es preciso aclarar. Primero, que el departamento del Cesar está por debajo de la media nacional que es de 255.8 y el departamento del Cesar tuvo un promedio de 236.1. Es decir, le fue mal y peor que el año anterior, porque su promedio bajó en dos puntos. Segundo, en cuanto a región, en la Costa Atlántica los resultados de las pruebas Saber 11 siguen empeorando, porque si el departamento del Cesar a pesar de que bajó dos puntos es el “mejor” de la Costa Atlántica, significa que toda la región caribeña también empeoró, por ejemplo: Atlántico 231.1, Bolívar 223.5, Córdoba 233.7, La Guajira 230.9, Magdalena 221,5 y Sucre 233.3.
Vale la pena aclarar que a los resultados departamentales les corresponde el 90 % a la población escolar de carácter oficial, lo que indica un bajo nivel educativo que influye en los indicadores de competitividad. Lo mismo ocurre en las ciudades capitales, donde se enmascaran los resultados con los colegios privados, basta con desagregarlos y se aprecia la gran diferencia.
Para complementar lo anterior, en días pasados en Barranquilla se reunió el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y los investigadores de la Universidad del Rosario, donde presentaron el tercer informe sobre el índice Departamental de Competitividad (IDC 2015-2016). El estudio hace el análisis de 25 regiones, donde el Atlántico es el mejor de la Costa y está en el puesto 8. Bolívar 12, Sucre 18, Cesar 19, Córdoba 20, Magdalena 21 y La Guajira 23. Y para ser competitivo además de las variables de transparencia, recaudo, infraestructura, salud, la calidad educativa es la que más impacta y reduce la inequidad y mejora la competitividad.
Más que demostrar complacencia por estar como el mejor entre los peores y como resultado final de una administración departamental que termina, sería evaluar la eficiencia y la eficacia de las estrategias y las millonarias inversiones en los cuatro años de gestión frente a los pobres resultados obtenidos en educación. A una administración le puede ir excelente en unos sectores y le puede ir regular y mal en otros, pero ocultar los bajos resultados no es correcto, porque uno de los principios que regulan la transparencia en la administración pública es la verdad. Además, la veracidad y la verdad son el punto de partida para el diagnóstico y mejoramiento.
Por Gonzalo Quiroz Martínez