Había una vez en un bosque un caimán que le gustaba soñar en grande, una noche mientras dormía soñó que podía nadar, al día siguiente le contó el sueño a su mamá, después se lo contó a su amigo el elefante.
Había una vez en un bosque un caimán que le gustaba soñar en grande, una noche mientras dormía soñó que podía nadar, al día siguiente le contó el sueño a su mamá, después se lo contó a su amigo el elefante, entonces este se echó a reír y el caimán le preguntó: ¿de que te ríes? El elefante le dijo rápidamente: de ti y tu sueño, porque es imposible que lo puedas lograr, si no sabes nadar, entonces el caimán se fue donde su primo la serpiente y le contó el sueño, la serpiente también se echó a reír y el caimán muy triste le preguntó ¿de qué te ríes? La serpiente le dice de tí y tu sueño, porque es imposible que lo cumplas; entonces el caimán se fue a donde su amiga la jirafa y le contó su sueño y ésta también se echó a reír, él sorprendido se puso a llorar, nadie creía que pudiera cumplir su sueño, nadie creía en sus capacidades; entonces se dijo así mismo cumpliré mi sueño y sorprenderé a todos aquellos que no creen en mí.
Al día siguiente hizo su primer intento y no pudo nadar, su cuerpo era muy pesado y difícil de mover, al segundo intento casi perfecciona la respiración bajo el agua y al tercer intento logró hacerlo un poco mejor y así siguió durante mucho tiempo hasta lograr nadar a la perfección, entonces su mamá, el elefante, la serpiente y la jirafa se sorprendieron al ver que el caimán había podido lograr tan anhelado sueño y le hicieron una fiesta.
El caimán se puso muy feliz al saber que su madre y amigos estaban orgullosos de su triunfo, pero él lo estaba más. A partir de ese momento se dio cuenta que todo lo que uno se proponga en la vida con perseverancia se puede lograr.
AUTOR: LUIFER CAMILO ORTEGA TORRES – COLEGIO ENRIQUE PUPO
Había una vez en un bosque un caimán que le gustaba soñar en grande, una noche mientras dormía soñó que podía nadar, al día siguiente le contó el sueño a su mamá, después se lo contó a su amigo el elefante.
Había una vez en un bosque un caimán que le gustaba soñar en grande, una noche mientras dormía soñó que podía nadar, al día siguiente le contó el sueño a su mamá, después se lo contó a su amigo el elefante, entonces este se echó a reír y el caimán le preguntó: ¿de que te ríes? El elefante le dijo rápidamente: de ti y tu sueño, porque es imposible que lo puedas lograr, si no sabes nadar, entonces el caimán se fue donde su primo la serpiente y le contó el sueño, la serpiente también se echó a reír y el caimán muy triste le preguntó ¿de qué te ríes? La serpiente le dice de tí y tu sueño, porque es imposible que lo cumplas; entonces el caimán se fue a donde su amiga la jirafa y le contó su sueño y ésta también se echó a reír, él sorprendido se puso a llorar, nadie creía que pudiera cumplir su sueño, nadie creía en sus capacidades; entonces se dijo así mismo cumpliré mi sueño y sorprenderé a todos aquellos que no creen en mí.
Al día siguiente hizo su primer intento y no pudo nadar, su cuerpo era muy pesado y difícil de mover, al segundo intento casi perfecciona la respiración bajo el agua y al tercer intento logró hacerlo un poco mejor y así siguió durante mucho tiempo hasta lograr nadar a la perfección, entonces su mamá, el elefante, la serpiente y la jirafa se sorprendieron al ver que el caimán había podido lograr tan anhelado sueño y le hicieron una fiesta.
El caimán se puso muy feliz al saber que su madre y amigos estaban orgullosos de su triunfo, pero él lo estaba más. A partir de ese momento se dio cuenta que todo lo que uno se proponga en la vida con perseverancia se puede lograr.
AUTOR: LUIFER CAMILO ORTEGA TORRES – COLEGIO ENRIQUE PUPO