Cada año el corregimiento de Mariangola, en jurisdicción de Valledupar, rinde homenaje a la canción ‘El cachaquito’, un clásico vallenato que narra una supuesta infidelidad en este pueblo del Cesar.

Lo hace a través del festival Tierra del Cachaquito que este año llega a su vigésima versión y se disputa desde este viernes en la categoría Rey de Reyes en los concursos de piquería y canción inédita. 

El tema es una inspiración del mariangolero Miguel Yanet Díaz quien grabó su canción con el acordeón de Ovidio Granados, a finales de 1968, acompañado del conjunto de Los Playoneros del Cesar.

‘El Cachaquito’ es un canto a la dudosa paternidad, en el cual un hombre le reclama a su mujer por una supuesta infidelidad ya que el hijo que acaba de nacer tiene un color de piel diferente al de sus dos supuestos padres.

“A quién se te parece a ti ese Cachaquito

verdad que no parece hijo de un vallenato,

Dios que me perdone lo malo que digo

pero un mariangolero no pinta cachaco.

Los dos somos paisanos nacido en la costa

de un pueblo donde somos de color negrito,

búscale otro papito a esa criatura hermosa

que yo no soy el padre de ese cachaquito…”.

Dice un aparte de la canción que se convirtió en éxito musical y desde entonces Mariangola es reconocida en el ambiente cultural como la ‘Tierra del Cachaquito’.

Aunque la letra sugiere que la canción nace de la infidelidad de una dama, en una columna para EL PILÓN, el poeta, escritor y profesor José Atuesta Mindiola asegura que “es una broma, gracias a la chispa y al ingenio del compositor Miguel Yanet Díaz”.

LA HISTORIA REAL

Según Atuesta, la historia real de la canción se remonta a 1960 y tiene como protagonista a Elodia Torres Betín “una hermosa mujer, amante de la fiesta, que por sus habilidades culinarias trabajaba en Valledupar”.

“A finales de 1966 hace pareja con el joven Darío Maestre Guerra (de piel clara y facciones finas), pero este en marzo de 1967 fue reclutado por el Ejército Nacional a prestar el servicio militar en la ciudad de Santa Marta. La única razón que lo eximía de esta obligación era que estuviera casado; pero como vivía en unión libre, tuvo que irse, y se fue pensando en el hijo que había dejado en el vientre de su compañera”, narra Atuesta.

Cuenta el narrador que, Elodia al verse sola en Valledupar, y por su estado de gestación, regresó a su casa materna en Mariangola. “Un paisano y amigo de su familia, Hugo Granados Melo, de piel azabache, como la sombra de la noche, empieza a cortejarla y se unen en pareja. El 3 de septiembre de 1967 da a luz a un niño, que sería bautizado con el nombre de Enielsen Torres, de color claro y muy parecido a su padre biológico. Los amigos de parrandas de Hugo, entre ellos el cantautor mariangolero Miguel Yanet Díaz, llegaron a conocer al recién nacido y en broma comentaron: parece un cachaquito”, cuenta Atuesta. “Este fue motivo para aderezar la parranda, porque las parrandas son un encuentro para la diversión y los chistes”, finalizó diciendo el profesor.

PELEA POR EL REY DE REYES 

El Festival Tierra del Cachaquito inició este viernes con un foro educativo donde se expuso la vida y obra del homenajeado en esta versión, el doctor Rober Romero Ramírez. 

En horas de la tarde se llevaron a cabo jornadas recreo-culturales y, por la noche, la apertura del evento con los diferentes concursos acompañados de presentaciones musicales. 

Para esta ocasión, se realizan los concursos del Rey de Reyes en canción inédita y piqueria, además de acordeoneros aficionados. 

“Antes de 2003 se hacía un festival de música vallenata en guitarra. Se cumplieron 20 años y quisimos hacer un llamado a todos esos participantes”, indicó Elibeth Zequeira, presidenta del festival.

POR: JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ /EL PILÓN