Por ser el más económico entre los peces que se comercializan en el mercado público de Valledupar, este pescado es uno de los más vendidos a partir del miércoles de ceniza.
La sequía que viene afectado a todo el país, por el fenómeno de El Niño, vuelve a mostrar su injerencia en la canasta familiar. Así lo confirmó EL PILÓN durante el inicio de la cuaresma en una visita al pabellón del pescado del mercado público de Valledupar, donde los precios están por las nubes, pero el bocachico sigue siendo apetecido por su buen sabor, pero sobre todo por su cómodo precio.
De acuerdo con Neira Ospino, vendedora del pabellón, la arroba de bocachico la compraba antes en $100.000 y ahora en $120.000. “Lo que más estoy vendiendo después del bocachico, es la cachama, el bagre y el barbúl”, indicó.
Fanny Muñoz, otra de las vendedoras, manifestó a este diario que debe comprar el pescado procedente del llano y lo que más se está vendiendo es el bocachico, pero ella ya no lo vende porque está muy escaso.
“Entonces estoy vendiendo el bagre blanco, cuatro en $20.000. Es que no hay pescado, todo está caro y por eso también lo vendemos caro”, precisó.
Para Muñoz, el bajo caudal del río Magdalena, cuyo sedimento se hace cada vez más notorio en medio de la sequía, influye en la escasez de peces y en la disminución de las ventas.
Entre tanto, Jesús Nieves, otro de los veteranos de las pescaderías explicó que ante la afectación de las pescas artesanales toman fuerza las granjas piscícolas. “Está viniendo poquito comelón, el bocachico pequeñito y más que todo está entrando pescado cultivado en criadero”, aseguró.
Agregó que una bandeja de bochachico que costaba $20.000 ahora cuesta $30.000 porque el producto está escaso en los afluentes del país.
Nieves tenía puesta su ilusión en las ventas del miércoles de ceniza, primer día de la cuaresma, pero ayer las ventas fueron regulares. “Son contadas las personas que han venido con la cruz en la frente, que sabíamos que estaban en la misa. El año pasado sí vino bastante gente”, señaló.
Los comerciantes coincidieron en que la mayor parte del pescado que se está vendiendo en Valledupar es traído de Saravena (Arauca), Plato (Magdalena) y otras poblaciones ribereñas.
Según los vendedores de pescado, el aumento en el precio de este manjar de mar ha aumentado un promedio de 20%.
Por Jennifer Del Río Coronell
[email protected]
Por ser el más económico entre los peces que se comercializan en el mercado público de Valledupar, este pescado es uno de los más vendidos a partir del miércoles de ceniza.
La sequía que viene afectado a todo el país, por el fenómeno de El Niño, vuelve a mostrar su injerencia en la canasta familiar. Así lo confirmó EL PILÓN durante el inicio de la cuaresma en una visita al pabellón del pescado del mercado público de Valledupar, donde los precios están por las nubes, pero el bocachico sigue siendo apetecido por su buen sabor, pero sobre todo por su cómodo precio.
De acuerdo con Neira Ospino, vendedora del pabellón, la arroba de bocachico la compraba antes en $100.000 y ahora en $120.000. “Lo que más estoy vendiendo después del bocachico, es la cachama, el bagre y el barbúl”, indicó.
Fanny Muñoz, otra de las vendedoras, manifestó a este diario que debe comprar el pescado procedente del llano y lo que más se está vendiendo es el bocachico, pero ella ya no lo vende porque está muy escaso.
“Entonces estoy vendiendo el bagre blanco, cuatro en $20.000. Es que no hay pescado, todo está caro y por eso también lo vendemos caro”, precisó.
Para Muñoz, el bajo caudal del río Magdalena, cuyo sedimento se hace cada vez más notorio en medio de la sequía, influye en la escasez de peces y en la disminución de las ventas.
Entre tanto, Jesús Nieves, otro de los veteranos de las pescaderías explicó que ante la afectación de las pescas artesanales toman fuerza las granjas piscícolas. “Está viniendo poquito comelón, el bocachico pequeñito y más que todo está entrando pescado cultivado en criadero”, aseguró.
Agregó que una bandeja de bochachico que costaba $20.000 ahora cuesta $30.000 porque el producto está escaso en los afluentes del país.
Nieves tenía puesta su ilusión en las ventas del miércoles de ceniza, primer día de la cuaresma, pero ayer las ventas fueron regulares. “Son contadas las personas que han venido con la cruz en la frente, que sabíamos que estaban en la misa. El año pasado sí vino bastante gente”, señaló.
Los comerciantes coincidieron en que la mayor parte del pescado que se está vendiendo en Valledupar es traído de Saravena (Arauca), Plato (Magdalena) y otras poblaciones ribereñas.
Según los vendedores de pescado, el aumento en el precio de este manjar de mar ha aumentado un promedio de 20%.
Por Jennifer Del Río Coronell
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