La delincuencia en el barrio Pupo no para. A diario se presenta más de un caso de hurto en el sector, situación que mantiene en zozobra a la comunidad
“En este barrio roban más de día que de noche y todos los habitantes del sector hemos sido víctimas de los delincuentes”: Arístides José Díaz.
La delincuencia en el barrio Pupo no para. A diario se presenta más de un caso de hurto en el sector, situación que mantiene en zozobra a la comunidad, quienes afectados por el vandalismo aclaman presencia de los agentes de la Policía Nacional.
Según los habitantes del sector, la falta de iluminación por el mal estado de las lámparas aumenta el número de asaltos, acrecentando la presencia de personas que buscan lugares inhóspitos para consumir sustancias alucinógenas.
Arístides José Díaz, habitante del sector, manifestó que a pesar de la llamada a tiempo a la Policía Nacional, los uniformados no hacen presencia o llegan después de horas. “Llamamos al 123 de la Policía y no contestan”.
Añadió que “por este sector solo vemos a la Policía cuando van persiguiendo a los mototaxistas porque no llevan casco, sabemos que es algo pertinente por seguridad de ellos, pero también deberían hacer presencia cuando lo necesitamos. Cuando logramos comunicarnos con ellos llegan después de una hora, ya cuando todo ha pasado”, puntualizó el habitante del sector.
Según este morador del barrio Pupo, el índice de inseguridad es alto, tanto que la comunidad se siente temor de ser víctimas de los delincuentes.
“Por acá atracan más de día que de noche. Y solo por mencionar dos casos: el señor de la tienda en estos días cuando venía del Mercado Público con las compras para su negocio, fue amordazado por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta robándole el mercado y 80 mil pesos, la vecina de la esquina, también la robaron cuando iba a la tienda a comprar lo del almuerzo”.
Arístides José Díaz indicó que, otro problema que agrava la situación del barrio es la falta de alumbrado público, ya que las lámparas se encuentran dañadas. “Las luminaria están dañadas desde hace unos siete años y no hacen nada para arreglarlas, pero sí nos cobran el servicio en el recibo de energía que pagamos mensualmente”.
Problema que para Arístides, genera que el sector sea propicio para lugar de encuentro de vándalos. “La falta de iluminación se presta para que el barrio sea guarida de vándalos que llegan acá a consumir sustancias alucinógenas, por eso, nosotros vivimos encerrados para cuidar a los niños”.
La delincuencia en el barrio Pupo no para. A diario se presenta más de un caso de hurto en el sector, situación que mantiene en zozobra a la comunidad
“En este barrio roban más de día que de noche y todos los habitantes del sector hemos sido víctimas de los delincuentes”: Arístides José Díaz.
La delincuencia en el barrio Pupo no para. A diario se presenta más de un caso de hurto en el sector, situación que mantiene en zozobra a la comunidad, quienes afectados por el vandalismo aclaman presencia de los agentes de la Policía Nacional.
Según los habitantes del sector, la falta de iluminación por el mal estado de las lámparas aumenta el número de asaltos, acrecentando la presencia de personas que buscan lugares inhóspitos para consumir sustancias alucinógenas.
Arístides José Díaz, habitante del sector, manifestó que a pesar de la llamada a tiempo a la Policía Nacional, los uniformados no hacen presencia o llegan después de horas. “Llamamos al 123 de la Policía y no contestan”.
Añadió que “por este sector solo vemos a la Policía cuando van persiguiendo a los mototaxistas porque no llevan casco, sabemos que es algo pertinente por seguridad de ellos, pero también deberían hacer presencia cuando lo necesitamos. Cuando logramos comunicarnos con ellos llegan después de una hora, ya cuando todo ha pasado”, puntualizó el habitante del sector.
Según este morador del barrio Pupo, el índice de inseguridad es alto, tanto que la comunidad se siente temor de ser víctimas de los delincuentes.
“Por acá atracan más de día que de noche. Y solo por mencionar dos casos: el señor de la tienda en estos días cuando venía del Mercado Público con las compras para su negocio, fue amordazado por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta robándole el mercado y 80 mil pesos, la vecina de la esquina, también la robaron cuando iba a la tienda a comprar lo del almuerzo”.
Arístides José Díaz indicó que, otro problema que agrava la situación del barrio es la falta de alumbrado público, ya que las lámparas se encuentran dañadas. “Las luminaria están dañadas desde hace unos siete años y no hacen nada para arreglarlas, pero sí nos cobran el servicio en el recibo de energía que pagamos mensualmente”.
Problema que para Arístides, genera que el sector sea propicio para lugar de encuentro de vándalos. “La falta de iluminación se presta para que el barrio sea guarida de vándalos que llegan acá a consumir sustancias alucinógenas, por eso, nosotros vivimos encerrados para cuidar a los niños”.