Atracciones dañadas o sin el uso para el que fueron destinadas, así como falta de seguridad son solo algunos de los problemas que se pueden evidenciar en el parque La Provincia de Valledupar.

Turistas, ciudadanos o comerciantes han visto cómo con el pasar del tiempo este espacio para el sano esparcimiento ha perdido algunas de las bondades por las cuales se caracterizó desde el momento de su inauguración.

EL PILÓN, en una visita al lugar, pudo constatar que atracciones como la tirolesa, e infraestructuras como la fuente y algunos riegos, no se encuentran actualmente activos.

Otros servicios como los prestados, en algún momento, dentro del avión los días domingos, además de los guías y vigilantes de las atracciones no se perciben en la actualidad, dejando el parque a merced de personas sin civismo.

PAGO DE ADMINISTRACIÓN

Shirley Méndez, presidente de la Asociación Protectora del Balneario Hurtado, Asprobhu, señaló que los comerciantes ubicados en el parque deben cancelar a la administración del lugar un monto mensual que ronda los 300.000 pesos.

Subrayó que a pesar del aporte realizado es poca la intervención que se le hace a la infraestructura, debido a que hay atracciones que se han deteriorado y no han sido arregladas.

“Desde un comienzo yo estaba ubicada en La Provincia, apenas ingresó la actual Alcaldía comenzaron a cobrar administración. Nos dijeron que solo iban a permitir 10 vendedores pero a día de hoy hay muchos más y tras de eso no se ve el dinero que se paga allí”, indicó Méndez.

INTERVENCIÓN DEL PARQUE

Según comentaron algunos vendedores, las personas encargadas de la limpieza del lugar son los operadores de Aseo del Norte, quienes diariamente realizan la recolección de basuras, el barrido y mantenimiento de las piscinas.

Por su lado, Robinson Valencia, director de Operaciones de Aseo del Norte, apuntó que la empresa ha apadrinado al parque con la limpieza y adecuación de algunos sectores.

“En la adopción hemos implementado, aparte del barrido, la actividad de jardinería, sembrando algunas plantas, asimismo nos encargamos de restaurar la parte exterior del avión pintándolo y ejecutando algunas adecuaciones estructurales”, informó.

Señaló que dan un aporte en insumos para el mantenimiento de las piscinas, por esto han encargado a operarios para que realicen adecuaciones en los horarios de 6:00 a.m. hasta las 10:00 p.m.

Un grupo de comerciantes precisó que el actual gobierno de Mello Castro González no le ha puesto el suficiente interés a esta obra y puso como ejemplo de ello las pocas políticas implementadas por parte de las carteras municipales para el sostenimiento del parque.

“EGOS POLÍTICOS”

EL PILÓN, en conversación con una de las personas cercanas a la anterior administración municipal, pudo conocer que el “abandono” de la Alcaldía, liderada por Castro González, puede estar ligado a que esta haya sido la obra insignia del gobierno de Augusto Ramírez Uhía, perteneciente a la casa política rival en las anteriores elecciones.

“Mello Castro sabe que esta fue una de las obras claves de la Alcaldía del ‘Tuto’ y al parecer lo que busca es no darle tanta relevancia o importancia, como ha pasado con la Casa en el Aire”, apuntó.

Indicó que este actuar se debe a que la actual administración no ha podido ejecutar ninguna obra por la cual pueda “sacar pecho” e invertir en el parque sería aumentar el crédito del anterior mandatario.

PUNTO ESTRATÉGICO DEL TURISMO

Asimismo, la fuente, quien pidió reserva de su identidad, informó que a pesar del “abandono” por el que ha pasado el parque, este sigue siendo la principal fuente de atracción de turismo en la capital cesarense.

“Cada fin de semana podemos ver que las personas llegan a tomarse fotos con las esculturas de Kaleth Morales, Iván Villazón, Diomedes Díaz y las demás, lo que demuestra que es una obra necesaria para el turismo en Valledupar que tenía pocos sitios insignias para propios y visitantes”.

Andrés Romero, vendedor de cocos en la glorieta Los Juglares, perteneciente a la asociación de vendedores del sector, Asprobhu, acotó que desde su construcción y puesta en funcionamiento han mejorado sustancialmente las ventas, porque cada fin de semana las personas llegan a visitar las nuevas atracciones con las que cuenta el sitio.

“Anteriormente, cuando estaba el parque del Helado, la afluencia de turistas era más baja. En la actualidad puedo alcanzar ventas de 200.000 o 300.000 pesos, mientras que antes casualmente llegaba a los 100.000. Para nosotros fue una bendición esta construcción”, finalizó.