Una reunión de jóvenes, en la que de manera casual coincidieron estudiantes universitarios de varias instituciones de Valledupar, quienes al percatarse que en ese encuentro estaban algunos periodistas, al unísono y de manera espontánea todos pidieron que los medios de comunicación denuncien públicamente la falta de un transporte público masivo que cubra todas las rutas hacia y desde las universidades.
“Señores periodistas, por favor informen que a nosotros los estudiantes de la clase media y clase baja se nos está violando el derecho a un transporte digno que nos permita asistir a las clases de nuestras universidades”, fue una de las peticiones que hicieron en esa reunión.
En cierta medida, ese clamor de los jóvenes universitarios se ajusta a la realidad que se presenta en el transporte público de Valledupar, donde los estudiantes no cuentan con suficientes alternativas para movilizarse de manera segura y al alcance de sus presupuestos. La tarifa actual del servicio de bus es de $2.900, considerada por los estudiantes que es viable, “pero si no la aumentan, si la llegan a aumentar quedaría igual o casi igual a un mototaxi, entonces nos resultaría mejor agarrar una moto”, dicen los estudiantes ante rumores de eventuales aumentos del servicio.
Además de las pocas rutas existentes, las que funcionan no satisfacen en un alto porcentaje las necesidades de los estudiantes, hace falta que estas cubran mayores zonas de la ciudad y, lo que más reclaman estos jóvenes, es que el tiempo de recorrido entre un bus y otro sea más corto, debido a que en la actualidad se ven obligados a esperar hasta más de media hora para poder abordar estos buses, corriendo así el riesgo de perder clases por llegar tarde.
Recordemos que el Sistema Integrado de Transportes de Valledupar, SIVA, desde el año 2022 puso en funcionamiento nuevos buses y unas 10 nuevas rutas. En ese entonces esa entidad había hecho varios anuncios de mejoras del servicio, consistente, precisamente, en más rutas, mayor número de buses y recorridos, pero estos no se han cumplido hasta el momento.
Siempre se habló de dotar a Valledupar de un
transporte público masivo como una solución integral para la movilidad urbana, deuda que continúa con nuestra ciudad, en especial con uno de los sectores claves para su desarrollo como son los estudiantes universitarios.
Independiente de todos esos anuncios, el SIVA debería ponderar las necesidades de la población universitaria, con el objetivo de garantizar una cobertura más eficiente y accesible, procurar unas rutas con frecuencias adecuadas y con horarios que se ajusten a las exigencias académicas.
Para miles de estudiantes, ir a clases se ha convertido en una gran dificultad, pues la mayoría de ellos viven en zonas muy distantes de sus universidades y por lo general su presupuesto ni siquiera les alcanza para pagar un servicio de mototaxis que, aunque ilegal, esa es la opción de transporte más económica después del bus de servicio colectivo. A ellos la ciudad debe brindarles una respuesta si quiere lograr el propósito de convertirse en un polo educativo y cultural de la región.
No se puede seguir brindando motivos que justifiquen el uso del transporte ilegal, además de los riesgos que ello implica. Los estudiantes, lo mismo que toda la ciudadanía, necesitan que se les resuelva el problema de la movilidad y de paso se les permita un mejor acceso a la educación, que ellos sientan que existe un compromiso institucional con la juventud.
La educación universitaria en Valledupar no puede seguir con miles de estudiantes esperando en una parada sin bus.











