Con gran expectativa y entusiasmo recibió la comunidad de Valledupar los comentarios y observaciones del ex alcalde de Bogotá y ex candidato presidencial, Enrique Peñalosa Londoño, sobre lo que debe ser la planeación y la proyección de una ciudad para convertirla en un escenario humano y amable.
El ex mandatario capitalino dio una rueda de prensa, luego protagonizó un conversatorio y luego asistió a un almuerzo privado, y en todos los escenarios fue bien atendido y escuchado con atención. Y no era para menos, se trata de un economista e historiador que ha estudiado con juicio y disciplina el problema de las ciudades en el mundo y en particular el éxito de ciudades como Curitiba, en Brasil, algunas de cuyas experiencias aplicó cuando fue alcalde de Bogotá que es una megaciudad, hoy bien difícil de gobernar.
Peñalosa se fue encantado de Valledupar y de su gente. Identificó en la capital del Cesar muchas posibilidades para construir una ciudad amable, humana, incluyente y competitiva y dio algunas de sus ideas sobre este particular.
En primer lugar, coincide con otros expertos en los temas de planeación y desarrollo urbano en que la ciudad debe concentrarse, es decir compactarse y densificarse; en otras palabras, debe controlar su crecimiento extensivo y pensar en crecer de manera vertical.
En segundo término, habló de darle prioridad al transporte público colectivo, por encima del vehículo particular; y pensar más en los peatones, en el ciudadano de a pie y menos en los propietarios de vehículos. En este sentido, propone estimular el uso de la bicicleta, a través de las ciclo-rutas, y también de las motos, con sus debidos controles.
Elogió Peñalosa Londoño algunas cualidades de Valledupar, que se deben conservar y cuidar como el río Guatapurí, su arborización y el trazado que lleva principalmente el sector fundacional de la ciudad. Y consideró inconveniente pensar en puentes y pasos elevados, para resolver cuellos de botella que – en su concepto- se pueden solucionar con una semaforización adecuada y sincrónica.
Peñalosa habló también de la necesidad de proteger el espacio público y privilegiar los parques como sitios de encuentro social, en lugar de los centros comerciales, donde los más pobres se pueden sentir excluidos, en su criterio.
Y finalmente habló del atraso que tiene el país en materia de reforma urbana y de la urgencia de contar con bancos de tierra en las ciudades para adelantar buenos proyectos de vivienda y – en particular- de vivienda de interés social.
Sin lugar a dudas muy interesantes y valiosas las apreciaciones del ex alcalde Peñalosa, quien seguirá asesorando de manera honorífica al alcalde Fredys Socarrás Reales; pero, en el fondo, estos conceptos deben servir es para iniciar una discusión a nivel local y regional sobre cuál es la Valledupar que queremos construir?, cual es la ciudad que queremos proyectar? y también cuál es la que podemos construir?.
Estos son interrogantes que tiene que tener muy presente el actual mandatario Socarrás Reales, por cuando se acaba de surtir una modificación parcial al POT actual, pero pronto hay que comenzar a estructurar uno nuevo con una visión a doce o más años, como lo establecen las normas vigentes.
Ahora son nuestros arquitectos, urbanistas, ingenieros y planificadores económicos y sociales, expertos en el desarrollo urbano, a quienes les corresponde pronunciarse sobre lo expuesto por el ex Alcalde y pensar, en voz alta, sobre cual es lo mejor para hacer de Valledupar una ciudad amable, humana, incluyente, pero también competitiva. No son temas de poca monta, y con seguridad sobre el mismo habrá muchas teorías y posiciones encontradas. Sin embargo, lo más importante es iniciar desde ya ese proceso de discusión para comenzar a trabajar sobre el nuevo POT, sobre la ciudad región y sus múltiples necesidades en materia de movilidad, vivienda, servicios públicos, vías, etc. Y para facilitar esa sana controversia, el diario EL PILÓN desde ya abre sus páginas sobre estos temas fundamentales para proyectar el desarrollo futuro de la ciudad a mediano y largo plazo.
