Según los geólogos nadie ni nada puede estar preparado en un ciento por ciento para enfrentar los fenómenos naturales, en razón a que estos son impredecibles, pero sí se pueden mitigar los impactos mediante algunas medidas preventivas.
Ante los dos temblores de tierra registrados este miércoles 24 de septiembre que, aunque no dejaron daños materiales ni víctimas, encendieron las alarmas y despertaron una pregunta urgente: ¿está nuestra ciudad preparada para un sismo de gran magnitud?
Al respecto, consultamos al profesor de Ingeniería Geológica de la Universidad del Área Andina, sede Valledupar, Luis Carlos Tapia, quien considera que en esta capital y el departamento sí existen algunas condiciones para enfrentar un eventual fenómeno sísmico, pero es necesario optimizar muchos aspectos que no se pueden descartar para un manejo acertado de ese tipo de situaciones.
De la explicación del geólogo Tapia se puede extraer que, debido a que tanto los municipios como la Gobernación del Cesar, cuentan con oficinas de gestión del riesgo y prevención de desastres, las cuales tienen planes de emergencia para catástrofe naturales, se puede pensar que sí podríamos estar en capacidad de responder a un eventual temblor de tierra de mayores proporciones al ocurrido el pasado miércoles.
Si bien Valledupar está ubicada en una zona de amenaza sísmica baja, el llamado en ese sentido es que las autoridades competentes se acojan a las normas sismorresistentes y las hagan cumplir al pie de letra, en especial para la construcción de edificios en Valledupar, eso ayudaría a evitar muchos errores al momento de cualquier desastre natural.
En todo caso, la principal recomendación a la ciudadanía es no caer en el pánico exagerado y atender las informaciones oficiales que emiten los organismos especializados en el tema y no convertirse presa fácil de lo que se diga en las redes sociales.
En el momento de la emergencia deben tener preparados ciertos elementos que puedan ayudar a sortear de mejor manera las situaciones, tales como documento de identidad de todos los miembros de la familia, número de celulares anotados por fuera de la memoria de los respectivos equipos, contar en casa con botiquín de primeros auxilios, entre otros.
Así las cosas, todo indica que en Valledupar sí es probable que se presenten fenómenos naturales y, aunque la probabilidad es baja, no se puede descartar una eventual ocurrencia. Eso siempre será impredecible, por eso hay que prestarle mayor atención a los simulacros que desarrollan las autoridades, los cuales permitirán contar con una población entrenada frente a cualquier emergencia. Las áreas más activas en el Cesar, en términos sísmicos, son las de las zonas montañosas de la Sierra Nevada y la serranía de El Perijá.
“Desde la comunidad geocientífica pedimos que en cada municipio haya un geólogo encargado de apoyar y orientar, en especial en el diseño de los planes de ordenamiento territorial. Eso es una necesidad”, es la petición del geólogo Luis Carlos Tapia.
¿Sismo político en Venezuela? Como se sabe, el temblor de tierra que se sintió en Valledupar tuvo su epicentro en Venezuela, donde ocurrieron alrededor de 15 movimientos intensos seguidos en una misma tarde y parte de la noche, situación que se ha prestado para hacer deducciones jocosas y afirmar que eso se debe a la tormenta política que le viene al régimen de Nicolás Maduro frente a las amenazas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Hasta un clarividente se atrevió a asegurar que es el anuncio del final de Maduro. ¿Cosas de la naturaleza o cosas de la política internacional?











