El pasado 8 de septiembre se celebró el Día Internacional de la Alfabetización. Para esta misma fecha, en el año 2024, abordamos el tema del analfabetismo en Valledupar y todo el Cesar, manifestando que eran preocupantes las cifras de personas que no saben leer ni escribir en esta zona del país.
Un año después, cuando nuevamente se vuelve a celebrar el Día Internacional de la Alfabetización, la situación sigue igual y tal vez peor porque no se escucha hablar de acciones encaminadas a erradicar ese fenómeno que no debería existir en pleno siglo XXI. Hasta la fecha pasó inadvertida.
Al respecto, al ser consultados algunos rectores de los principales colegios oficiales de Valledupar, muchos manifestaron desconocer iniciativas o programas institucionales para enseñar a leer a esas personas y, en menor proporción, jóvenes que todavía no han tenido la oportunidad de aprender a leer y escribir.
“Lo cierto es que en Valledupar ni a nivel nacional no hay programas, no hay acciones conjuntas no solo de las entidades como secretaria de educación, campañas de colegios, universidades, entre otras, ni tampoco de las comunidades de cada barrio, de cada cuadra, etc.”, expresó el rector del colegio Prudencia Daza, Ever Ruíz Caamaño.
Pareciera que el analfabetismo se tratara de un problema muy difícil de resolver, pero al escuchar los planteamientos de algunos directivos docentes queda la idea de que su solución, o por lo menos de manera parcial, es algo que se puede lograr con la participación de todos.
Se plantean alternativas con estudiantes de ultimo grado de bachillerato, para ellos los rectores de colegios, de manera conjunta con las secretarías de educación tanto municipal como del departamento, dispongan de programas o campañas para que esos jóvenes adelanten actividades de enseñanza de lectura y escritura.
Ese tipo de campañas requerirían que las autoridades, con el acompañamiento de líderes comunitarios, adelanten labores de identificación de personas analfabetas en cada cuadra del barrio, al mismo tiempo adelantar acciones que permitan la donación de libros o las cartillas adecuadas para la el aprendizaje de la lectura, además de aportes para cubrir mínimos aspectos logísticos. Para el proceso de enseñanza también se puede acudir a los estudiantes universitarios, en especial los de los programas de licenciaturas en idiomas.
Mejor aún resultarían las campañas de alfabetización si las autoridades educativas logran patrocinadores formalmente identificados y comprometidos con la causa, entre esos podrían ser distintas empresas o entidades privadas que, mediante ese mecanismo, podrían cumplir con la labor social a que están llamadas a desarrollar.
Según cifras del DANE y el Ministerio de Educación, aunque ha habido avances en cobertura educativa, el Cesar sigue presentando indicadores preocupantes: miles de personas mayores de 15 años no saben leer ni escribir, siendo las zonas rurales las más críticas.
Los informes que se conocen hablan de falta de acceso a instituciones, de escasez de docentes capacitados y de barreras sociales y culturales que impiden a muchos aprender a leer y escribir. Es un fenómeno que ya debería estar superado.
Las cifras del DANE que presentamos el año anterior, siguen siendo las mismas, según comentan algunos rectores. Las cuales revelaron que Valledupar es la quinta ciudad de Colombia con mayor índice de analfabetismo con un porcentaje del 10.8%, seguido de Montería con 11.8%, Sincelejo 14.7%, Quibdó 14.9% y el primer lugar Riohacha con 18.7%. También dijimos que la tasa de analfabetismo en el Cesar, en personas mayores de 15 años, se calcula que está alrededor del 8%, superior al promedio nacional. Seguimos a la espera de mejores noticias al respecto.











