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EL PILÓN entrevistó al senador Didier Lobo sobre su agenda legislativa, lo que viene en el 2025 y cómo será el 2026, un año clave porque serán las elecciones legislativas y presidenciales.
EL PILÓN entrevistó al senador Didier Lobo sobre su agenda legislativa, lo que viene en el 2025 y cómo será el 2026, un año clave porque serán las elecciones legislativas y presidenciales.
Fue un año de retos. Tuve la oportunidad de ser segundo vicepresidente del Congreso de la República. Recorrimos el país trabajando por la autonomía de las regiones. El centralismo le ha hecho mucho daño a los territorios porque no ha habido equidad en la inversión de los recursos. Promovimos la modificación del Sistema General de Participación, lo que le permite tener mayores recursos en los territorios.
Tuvimos una mesa directiva que demostró la independencia del legislativo hacia el ejecutivo. Tuve la oportunidad de presidir, aproximadamente, más de un 30% de las sesiones que se llevaron a plenaria. Alrededor de 72 sesiones. Más de 280 proyectos de ley pasaron por la plenaria.
Hicimos debates de control político como partido de la oposición, y sacamos 22 proyectos de acto legislativo en 2024.
Nosotros en el primer periodo trajimos al departamento del Cesar más de 2 billones de pesos y obras importantes. Cuando bajan recursos del Gobierno nacional a los territorios comienza a haber desarrollo y empleo.
En este Gobierno eso no pasó. Actualmente, hay recursos importantes del 2023 y 2024, alrededor de 90 billones de pesos, en fideicomisos, fiduciarias y patrimonios autónomos. Eso nos preocupa. Por eso como oposición nos hemos negado a aprobar reformas tributarias. Hoy el aparato productivo del país está asfixiado.
Esperamos que en este 2025, que es el último que le queda al Gobierno porque en el 2026 estamos en un debate electoral, se hagan las inversiones que el país está esperando.
Sí, efectivamente. Nosotros al inicio del Gobierno del presidente Petro quisimos mantener un equilibrio como lo hicimos con el expresidente Duque. En el anterior Gobierno podíamos discutir temas, sentarnos en la mesa y llegar a puntos de acuerdos. Pensábamos hacer lo mismo con este Gobierno, pero fue imposible.
Recién empezando el Gobierno se presentó la reforma tributaria. Ignoraron todas nuestras propuestas. Después de eso tomamos la decisión de declararnos partido de oposición y el tiempo no dio la razón.
He sido un defensor malinterpretado de la minería. Yo creo que se debe seguir haciendo la minería bien hecha. No podemos desconocer que el 50 % del Plan de Desarrollo del departamento del Cesar lo financian los recursos que entrega la explotación del carbón. El carbón es el segundo producto de mayor exportación en Colombia.
Este Gobierno ha mandado mensajes equivocados, como que no se quería nada con la minería y que era peor que la cocaína. Estos mensajes equivocados hacen que el inversionista no ponga su mirada en Colombia.
Solo el cierre de Prodeco conllevó al despido masivo de más de 4.000 trabajadores directos, y más de 12.000 familias afectadas de manera indirecta, más el impacto incalculable en varios departamentos que tenían economías de encadenamiento con esta empresa.
Un operador que ganaba 6 millones de pesos en La Mina, ahora gana $20 mil diarios en un mototaxi. Un local comercial, antes, se arrendaba por 3.5 millones. Hoy no vale más de 1.5 millones. Nos fuimos a pique, los restaurantes, la hotelería, las panaderías, en fin, todo el comercio. Lo digo con conocimiento de causa. Por eso ha sido difícil bajar a un dígito la tasa de desempleo en el departamento.
Hay que apuntarle a la transición energética. Pero sin la minería La Jagua de Ibirico sería un territorio abandonado. Hoy tenemos escenarios importantes, la zona rural electrificada. Ahora hay que darle un giro a las inversiones y hay que apuntar a lo social. Ya construimos las infraestructuras, ahora debe invertirse en lo social.
Creo que la gente ha entendido que este gobierno va mal, que el país va mal, que este Gobierno no ha logrado ejecutar todo lo dicho. Que se quedó simplemente en palabras bonitas.
Reconozco que los gobiernos anteriores fallaron y eso llevó a que un candidato progresista se viera como una opción. Pero al no llenar las expectativas, por los escándalos de corrupción, desórdenes en el cambio de gabinete, el pueblo va a entender que es necesario elegir un candidato centro-derecha, que no sea tan radical. El pueblo castiga en las urnas. Creo que vamos a recuperar el país.
Sí, seré candidato. Es una responsabilidad que tengo. Pasarán 50 años, por así decirlo, para que una persona del centro del Cesar, del eje minero, pueda liderar una candidatura al Senado, y se pueda mantener en el tiempo.
Yo creo que el Cesar debe mantener sus credenciales en el Senado y si puede aumentar mucho mejor. Igual con los representantes.
Al principio dudaba de aspirar nuevamente porque no hemos tenido un Gobierno cercano y hemos sido oposición. Pero hemos escalado. Hoy somos un parlamentario que nos conocen en todo el país, un senador a nivel nacional que estuvo en la vicepresidencia del Congreso, que tuve la oportunidad de presidir y conducir la plenaria del Senado, coadyuvar a la toma de decisiones en la mesa directiva y yo creo que ahí están los resultados: casi 300 proyectos de ley.
Hemos consolidado amigos y votaciones por fuera del departamento del Cesar. Tenemos votaciones en Arauca, Meta, Guaviare, Vichada, Caquetá, Sucre, Atlántico, Huila, Norte de Santander. Yo creo que esto amerita que nosotros hagamos nuevamente el ejercicio. Hemos mantenido el equilibrio y eso la gente lo reconoce.
La ley no nos permite hacer alianzas con partidos diferentes a Cambio Radical porque sería doble militancia. Pero nuestros amigos y líderes que han venido respaldando el Senado de Didier Lobo tienen afinidad para apoyar una Cámara del partido Conservador. No podría yo impedirles que apoyen al representante.
Yo estoy agradecido con estos líderes. La mayoría de alcaldes que apoyamos en las elecciones regionales fueron avalados por el partido Conservador. No se trata de que Didier Lobo respalde a Ape Cuello. Son grupos políticos independientes que nos apoyan. No es una alianza, simplemente tenemos demasiados amigos en común. Ape Cuello vota al Senado por su partido.
Faltan nueve meses para las inscripciones. Creo que si Ape Cuello vuelve a la Cámara es seguro que gana; si Eliecer Salazar vuelve a aspirar, igual creo que ganaría porque tiene el apoyo de un grupo político fuerte. Las otras dos cámaras debemos esperar para saber quiénes aspirarán.
En el departamento nos reunimos los tres senadores y cinco representantes para ir en bloque al Gobierno y presentar las necesidades del departamento del Cesar. Somos un bloque.
Hay una coalición entre fuerzas locales. En algún momento nos reuniremos para salvaguardar lo que hemos construido y trabajar de forma conjunta.
Es posible que salgan nuevos nombres a la Cámara y cambien el panorama. En el Senado es diferente porque pueden salir más senadores si logran tener respaldos en otras regiones del país.
Sí claro. El departamento tiene tres senadores, entendiendo que dos fueron elegidos popularmente y la senadora Imelda Daza fue por un derecho que dio el acuerdo de paz.
El trabajo. Uno tiene sus estructuras, sus amigos y una gestión por mostrar. Muchas veces se sufre porque hay que viajar a Cartagena a media noche y no hay recursos ni para el peaje. Pero tenemos ese reto nuevamente y lo vamos asumir.
Yo creo que el Partido Cambio Radical aumentará su número de credenciales. En las pasadas elecciones fui el noveno senador de once que fuimos elegidos por el partido.
Ahora muchos amigos de la zona minera me dicen que se sienten maltratados por el Gobierno nacional. Nos llaman arrepentidos por haber votado por senadores de otras regiones que se olvidaron de ellos y no volvieron a contestar.
Nosotros siempre estamos ahí. Lobo fue el senador que les contestó cuando tuvieron un accidente, cuando necesitaban una gestión, apoyo en la clínica, en la enfermedad. Y la gente es agradecida.
Se aumentaron las destinaciones a las regiones de un 25% a un 39%. Efectivamente, vamos a traer recursos de Hacienda Nacional para el Sistema General de Participación, pero son recursos públicos que iban a ser invertidos de la forma como el centralismo quisiese, es decir, termina dándole a una región mucho y a otras poco. Aquí lo que buscamos es mantener un equilibrio. Los entes territoriales podrán cumplir con el montón de responsabilidades que les asignan, pero que los recursos son muy pequeños.
Yo fui alcalde. Me llegaba para transporte escolar $100 millones y el transporte escolar me valía $1.200 millones, ¿con qué cubría el resto? Con los recursos del municipio, con regalías o con otras fuentes o muchas veces quedaban los niños sin el transporte algunos días.
Ya es ley de la república la ley que protege las ciénagas de Zapatosa, Zapayán y Mallorquín. Ahora viene la implementación. Esta ley obliga a que los ministerios de Turismo, Industria y Comercio y Medio Ambiente tengan unas acciones contundentes sobre la ciénega y sobre los cinco municipios del Cesar que están a su alrededor y un municipio del Magdalena. Debemos salvar el espejo de agua dulce que tiene Latinoamérica. Además, sirve como fusible de esas corrientes de agua para que no terminen inundadas poblaciones del Magdalena.
Lo dijimos varias veces: le están entregando el país a los grupos al margen de la ley, que se estaban fortaleciendo militar, económica y territorialmente. Lastimosamente, el tiempo nos dio la razón. No es solo el Catatumbo, Arauca, Caquetá, Huila, el Bajo Cauca, están bajo el control de los grupos armados.
Como congresista me recorría todo el país. Iba al Huila, donde vive la familia de mi esposa y me podía quedar tres días en una vereda tranquilamente. Hoy para entrar a esa vereda se necesita carnet, se necesita permiso por parte de los grupos al margen de la ley que tienen el control del territorio.
El Gobierno perdió el control del país. Pero todavía está a tiempo el presidente para que ejerza el control a través de la Fuerza Pública. Pero es que no pueden sacar a los militares con experiencia porque eso debilita a las autoridades.
Por Deivis Caro
EL PILÓN entrevistó al senador Didier Lobo sobre su agenda legislativa, lo que viene en el 2025 y cómo será el 2026, un año clave porque serán las elecciones legislativas y presidenciales.
EL PILÓN entrevistó al senador Didier Lobo sobre su agenda legislativa, lo que viene en el 2025 y cómo será el 2026, un año clave porque serán las elecciones legislativas y presidenciales.
Fue un año de retos. Tuve la oportunidad de ser segundo vicepresidente del Congreso de la República. Recorrimos el país trabajando por la autonomía de las regiones. El centralismo le ha hecho mucho daño a los territorios porque no ha habido equidad en la inversión de los recursos. Promovimos la modificación del Sistema General de Participación, lo que le permite tener mayores recursos en los territorios.
Tuvimos una mesa directiva que demostró la independencia del legislativo hacia el ejecutivo. Tuve la oportunidad de presidir, aproximadamente, más de un 30% de las sesiones que se llevaron a plenaria. Alrededor de 72 sesiones. Más de 280 proyectos de ley pasaron por la plenaria.
Hicimos debates de control político como partido de la oposición, y sacamos 22 proyectos de acto legislativo en 2024.
Nosotros en el primer periodo trajimos al departamento del Cesar más de 2 billones de pesos y obras importantes. Cuando bajan recursos del Gobierno nacional a los territorios comienza a haber desarrollo y empleo.
En este Gobierno eso no pasó. Actualmente, hay recursos importantes del 2023 y 2024, alrededor de 90 billones de pesos, en fideicomisos, fiduciarias y patrimonios autónomos. Eso nos preocupa. Por eso como oposición nos hemos negado a aprobar reformas tributarias. Hoy el aparato productivo del país está asfixiado.
Esperamos que en este 2025, que es el último que le queda al Gobierno porque en el 2026 estamos en un debate electoral, se hagan las inversiones que el país está esperando.
Sí, efectivamente. Nosotros al inicio del Gobierno del presidente Petro quisimos mantener un equilibrio como lo hicimos con el expresidente Duque. En el anterior Gobierno podíamos discutir temas, sentarnos en la mesa y llegar a puntos de acuerdos. Pensábamos hacer lo mismo con este Gobierno, pero fue imposible.
Recién empezando el Gobierno se presentó la reforma tributaria. Ignoraron todas nuestras propuestas. Después de eso tomamos la decisión de declararnos partido de oposición y el tiempo no dio la razón.
He sido un defensor malinterpretado de la minería. Yo creo que se debe seguir haciendo la minería bien hecha. No podemos desconocer que el 50 % del Plan de Desarrollo del departamento del Cesar lo financian los recursos que entrega la explotación del carbón. El carbón es el segundo producto de mayor exportación en Colombia.
Este Gobierno ha mandado mensajes equivocados, como que no se quería nada con la minería y que era peor que la cocaína. Estos mensajes equivocados hacen que el inversionista no ponga su mirada en Colombia.
Solo el cierre de Prodeco conllevó al despido masivo de más de 4.000 trabajadores directos, y más de 12.000 familias afectadas de manera indirecta, más el impacto incalculable en varios departamentos que tenían economías de encadenamiento con esta empresa.
Un operador que ganaba 6 millones de pesos en La Mina, ahora gana $20 mil diarios en un mototaxi. Un local comercial, antes, se arrendaba por 3.5 millones. Hoy no vale más de 1.5 millones. Nos fuimos a pique, los restaurantes, la hotelería, las panaderías, en fin, todo el comercio. Lo digo con conocimiento de causa. Por eso ha sido difícil bajar a un dígito la tasa de desempleo en el departamento.
Hay que apuntarle a la transición energética. Pero sin la minería La Jagua de Ibirico sería un territorio abandonado. Hoy tenemos escenarios importantes, la zona rural electrificada. Ahora hay que darle un giro a las inversiones y hay que apuntar a lo social. Ya construimos las infraestructuras, ahora debe invertirse en lo social.
Creo que la gente ha entendido que este gobierno va mal, que el país va mal, que este Gobierno no ha logrado ejecutar todo lo dicho. Que se quedó simplemente en palabras bonitas.
Reconozco que los gobiernos anteriores fallaron y eso llevó a que un candidato progresista se viera como una opción. Pero al no llenar las expectativas, por los escándalos de corrupción, desórdenes en el cambio de gabinete, el pueblo va a entender que es necesario elegir un candidato centro-derecha, que no sea tan radical. El pueblo castiga en las urnas. Creo que vamos a recuperar el país.
Sí, seré candidato. Es una responsabilidad que tengo. Pasarán 50 años, por así decirlo, para que una persona del centro del Cesar, del eje minero, pueda liderar una candidatura al Senado, y se pueda mantener en el tiempo.
Yo creo que el Cesar debe mantener sus credenciales en el Senado y si puede aumentar mucho mejor. Igual con los representantes.
Al principio dudaba de aspirar nuevamente porque no hemos tenido un Gobierno cercano y hemos sido oposición. Pero hemos escalado. Hoy somos un parlamentario que nos conocen en todo el país, un senador a nivel nacional que estuvo en la vicepresidencia del Congreso, que tuve la oportunidad de presidir y conducir la plenaria del Senado, coadyuvar a la toma de decisiones en la mesa directiva y yo creo que ahí están los resultados: casi 300 proyectos de ley.
Hemos consolidado amigos y votaciones por fuera del departamento del Cesar. Tenemos votaciones en Arauca, Meta, Guaviare, Vichada, Caquetá, Sucre, Atlántico, Huila, Norte de Santander. Yo creo que esto amerita que nosotros hagamos nuevamente el ejercicio. Hemos mantenido el equilibrio y eso la gente lo reconoce.
La ley no nos permite hacer alianzas con partidos diferentes a Cambio Radical porque sería doble militancia. Pero nuestros amigos y líderes que han venido respaldando el Senado de Didier Lobo tienen afinidad para apoyar una Cámara del partido Conservador. No podría yo impedirles que apoyen al representante.
Yo estoy agradecido con estos líderes. La mayoría de alcaldes que apoyamos en las elecciones regionales fueron avalados por el partido Conservador. No se trata de que Didier Lobo respalde a Ape Cuello. Son grupos políticos independientes que nos apoyan. No es una alianza, simplemente tenemos demasiados amigos en común. Ape Cuello vota al Senado por su partido.
Faltan nueve meses para las inscripciones. Creo que si Ape Cuello vuelve a la Cámara es seguro que gana; si Eliecer Salazar vuelve a aspirar, igual creo que ganaría porque tiene el apoyo de un grupo político fuerte. Las otras dos cámaras debemos esperar para saber quiénes aspirarán.
En el departamento nos reunimos los tres senadores y cinco representantes para ir en bloque al Gobierno y presentar las necesidades del departamento del Cesar. Somos un bloque.
Hay una coalición entre fuerzas locales. En algún momento nos reuniremos para salvaguardar lo que hemos construido y trabajar de forma conjunta.
Es posible que salgan nuevos nombres a la Cámara y cambien el panorama. En el Senado es diferente porque pueden salir más senadores si logran tener respaldos en otras regiones del país.
Sí claro. El departamento tiene tres senadores, entendiendo que dos fueron elegidos popularmente y la senadora Imelda Daza fue por un derecho que dio el acuerdo de paz.
El trabajo. Uno tiene sus estructuras, sus amigos y una gestión por mostrar. Muchas veces se sufre porque hay que viajar a Cartagena a media noche y no hay recursos ni para el peaje. Pero tenemos ese reto nuevamente y lo vamos asumir.
Yo creo que el Partido Cambio Radical aumentará su número de credenciales. En las pasadas elecciones fui el noveno senador de once que fuimos elegidos por el partido.
Ahora muchos amigos de la zona minera me dicen que se sienten maltratados por el Gobierno nacional. Nos llaman arrepentidos por haber votado por senadores de otras regiones que se olvidaron de ellos y no volvieron a contestar.
Nosotros siempre estamos ahí. Lobo fue el senador que les contestó cuando tuvieron un accidente, cuando necesitaban una gestión, apoyo en la clínica, en la enfermedad. Y la gente es agradecida.
Se aumentaron las destinaciones a las regiones de un 25% a un 39%. Efectivamente, vamos a traer recursos de Hacienda Nacional para el Sistema General de Participación, pero son recursos públicos que iban a ser invertidos de la forma como el centralismo quisiese, es decir, termina dándole a una región mucho y a otras poco. Aquí lo que buscamos es mantener un equilibrio. Los entes territoriales podrán cumplir con el montón de responsabilidades que les asignan, pero que los recursos son muy pequeños.
Yo fui alcalde. Me llegaba para transporte escolar $100 millones y el transporte escolar me valía $1.200 millones, ¿con qué cubría el resto? Con los recursos del municipio, con regalías o con otras fuentes o muchas veces quedaban los niños sin el transporte algunos días.
Ya es ley de la república la ley que protege las ciénagas de Zapatosa, Zapayán y Mallorquín. Ahora viene la implementación. Esta ley obliga a que los ministerios de Turismo, Industria y Comercio y Medio Ambiente tengan unas acciones contundentes sobre la ciénega y sobre los cinco municipios del Cesar que están a su alrededor y un municipio del Magdalena. Debemos salvar el espejo de agua dulce que tiene Latinoamérica. Además, sirve como fusible de esas corrientes de agua para que no terminen inundadas poblaciones del Magdalena.
Lo dijimos varias veces: le están entregando el país a los grupos al margen de la ley, que se estaban fortaleciendo militar, económica y territorialmente. Lastimosamente, el tiempo nos dio la razón. No es solo el Catatumbo, Arauca, Caquetá, Huila, el Bajo Cauca, están bajo el control de los grupos armados.
Como congresista me recorría todo el país. Iba al Huila, donde vive la familia de mi esposa y me podía quedar tres días en una vereda tranquilamente. Hoy para entrar a esa vereda se necesita carnet, se necesita permiso por parte de los grupos al margen de la ley que tienen el control del territorio.
El Gobierno perdió el control del país. Pero todavía está a tiempo el presidente para que ejerza el control a través de la Fuerza Pública. Pero es que no pueden sacar a los militares con experiencia porque eso debilita a las autoridades.
Por Deivis Caro