Las quejas anónimas relacionadas al consumo de sustancias psicoactivas alrededor de la Universidad del Área Andina, se han convertido en una constante para las autoridades. Una situación que abrió una puerta al diálogo entre los vecinos, la comunidad estudiantil y los directivos del centro educativo, quienes más que encontrar un responsable intentan buscar una solución.

Según la comunidad todas las tardes se reúne un grupo de muchachos que aun con mochila y cuadernos encima, arman cigarrillos de marihuana y los fuman sin ningún pudor, frente a la vista de todos. Esta situación prendió las alarmas de las autoridades policiales.

Debido a las denuncias que han puesto de manera anónima residentes del sector en los diferentes medios de comunicación, la rectora del Área Andina, Gelca Gutiérrez habló con los residentes de los conjuntos aledaños.

“Me identifiqué y hablé con el administrador y con el vigilante. Ya estamos identificando a los estudiantes que viven en la zona, pero lo que nos dicen las dos personas que mencioné no coincide con la denuncia anónima.

Pero somos conscientes que como universidad somos foco de todo eso, por eso estamos haciendo todo lo posible por solucionar o prevenir esta posible problemática”, explicó la rectora.

Entre las medidas adoptadas según Gutiérrez está que “iniciamos con una encuesta para conocer la procedencia de los estudiantes, su posición social y detalles que nos puedan orientar en ese sentido. También estamos cuadrando con la gente de bienestar universitario y queremos llegar a los barrios para hablar con los jóvenes, sean de la Andina o no, para que puedan dictárseles charlas y talleres contra el consumo de drogas o sustancias psicoactivas”.

Dijo que la formación de la universidad debe ser integral por eso “hacemos lo que nos toca para que los estudiantes no solo sean profesionales y ya, sino que puedan ser individuos con valores y una formación propia para ser parte de la sociedad”.

Otro punto de vista es el que tienen los estudiantes de la universidad, quienes se defienden de las acusaciones y aseguran que ellos mismos han sido testigos de estos grupos juveniles que consumen droga pero saben muy bien que no son de esa universidad.

“Es fácil darse cuenta que no son estudiante de acá, no se visten como nosotros, no tienen la misma apariencia. En realidad creo que hay factores cercanos que tienen que ser tenidos en cuenta, como la cercanía de esta universidad con algunos barrios que tienen esta problemática y con el Centro de Rehabilitación y Orientación al Menor Infractor CROMI. Desde donde vienen muchos de esos jóvenes” aseguró un estudiante que por temor no dijo su nombre.

Por su parte, los vecinos de la universidad dijeron que el problema va mucho más allá, para ellos los verdaderos responsables de evitar esto son las autoridades que no tienen una presencia real y fuerte en la zona.

“Independientemente de donde vengan estos jóvenes, lo cierto es que hay consumo de droga en este sector y delincuencia. Incluso para los mismo estudiantes esto se puede convertir en un riesgo, porque los pueden atracar mientras caminan a casa o mientras esperan el colectivo” dijo Miguel Castro, habitante del conjunto residencial Callejas.

Por Pepe Morón Reales
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