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Editorial - 27 diciembre, 2019

Disminución de quemados con pólvora invita a trabajar más duro

Así como en múltiples oportunidades llamamos la atención de las autoridades de salud en el departamento y a los padres de familia por los niños y adultos quemados con pólvora es importante destacar cuando los resultados son positivos.

Así como en múltiples oportunidades llamamos la atención de las autoridades de salud en el departamento y a los padres de familia por los niños y adultos quemados con pólvora es importante destacar cuando los resultados son positivos.

Por esto, vale la pena felicitar ese 40 % de disminución de quemados en el Cesar que reporta el Instituto Nacional de Salud, a corte de 25 de diciembre, cuando en el 2018 se reportaban 15 lesionados, cuatro menores entre ellos. Este año solo se reportan nueve casos, tres de ellos menores de edad (7, 13 y 14 años).

Sin embargo, esto no indica otra cosa que la necesidad de continuar en el trabajo duro y permanente para sostener la cifra, que no es una cifra fría, un simple número, pues se constituye en seis víctimas menos de este grave problema.

Esto indica, además de la constancia de las instituciones en la promoción de las campañas de prevención, que el mensaje ha llegado a los ciudadanos, en últimas los directos actores del problema y de la solución. Son los principales afectados de su incultura y de la ausencia del Estado.

Llama la atención, y no es un alivio que ocurra, que los más perjudicados son adultos. La disminución en casos de menores es el eje central de la política de prevención, sin embargo los adultos quemados con pólvora son un mal síntoma. El reprochable comportamiento de los adultos, muchas veces en estado de embriaguez, nos está dando cifras que no podemos ignorar.

Entonces, es importante concentrar los esfuerzos en que las cifras no suban y no superar las presentadas en el periodo diciembre 2018 – enero 2019. Hay que tener en cuenta que en el periodo pasado, evaluado por el Instituto Nacional de Salud, indicaba que pese al buen comportamiento en algunas ciudades, municipios que no son ciudades capitales concentraron el 67,7 % de los lesionados; por lo tanto, en ese sentido se debe trabajar, concientizar a corregimientos a través del trabajo de inspectores de policía rural, Juntas de Acción Comunal, todo el mundo ‘con la camiseta puesta’.

Aún nos quedan las fiestas del 31 de diciembre de 2019, 1 de enero de 2020 y días siguientes en los cuales podrían presentarse lesionados.

Adultos, padres de familia, ciudadanos con cédula de ciudadanía, más compromiso y responsabilidad, demos el ejemplo, entendamos que la fiesta se celebra con encuentro familiar, baile y el disfrute de la gastronomía cesarense y guajira.

No está de más un nuevo recorrido por barrios y zonas rurales como el que acompañamos en vísperas de Navidad en el corredor centra de La Nevada. Allí, puerta a puerta, las secretarías de Salud sensibilizaron a niños y adultos con respecto al uso de la pólvora y los peligros que representa. No bajemos la guardia.

Editorial
27 diciembre, 2019

Disminución de quemados con pólvora invita a trabajar más duro

Así como en múltiples oportunidades llamamos la atención de las autoridades de salud en el departamento y a los padres de familia por los niños y adultos quemados con pólvora es importante destacar cuando los resultados son positivos.


Así como en múltiples oportunidades llamamos la atención de las autoridades de salud en el departamento y a los padres de familia por los niños y adultos quemados con pólvora es importante destacar cuando los resultados son positivos.

Por esto, vale la pena felicitar ese 40 % de disminución de quemados en el Cesar que reporta el Instituto Nacional de Salud, a corte de 25 de diciembre, cuando en el 2018 se reportaban 15 lesionados, cuatro menores entre ellos. Este año solo se reportan nueve casos, tres de ellos menores de edad (7, 13 y 14 años).

Sin embargo, esto no indica otra cosa que la necesidad de continuar en el trabajo duro y permanente para sostener la cifra, que no es una cifra fría, un simple número, pues se constituye en seis víctimas menos de este grave problema.

Esto indica, además de la constancia de las instituciones en la promoción de las campañas de prevención, que el mensaje ha llegado a los ciudadanos, en últimas los directos actores del problema y de la solución. Son los principales afectados de su incultura y de la ausencia del Estado.

Llama la atención, y no es un alivio que ocurra, que los más perjudicados son adultos. La disminución en casos de menores es el eje central de la política de prevención, sin embargo los adultos quemados con pólvora son un mal síntoma. El reprochable comportamiento de los adultos, muchas veces en estado de embriaguez, nos está dando cifras que no podemos ignorar.

Entonces, es importante concentrar los esfuerzos en que las cifras no suban y no superar las presentadas en el periodo diciembre 2018 – enero 2019. Hay que tener en cuenta que en el periodo pasado, evaluado por el Instituto Nacional de Salud, indicaba que pese al buen comportamiento en algunas ciudades, municipios que no son ciudades capitales concentraron el 67,7 % de los lesionados; por lo tanto, en ese sentido se debe trabajar, concientizar a corregimientos a través del trabajo de inspectores de policía rural, Juntas de Acción Comunal, todo el mundo ‘con la camiseta puesta’.

Aún nos quedan las fiestas del 31 de diciembre de 2019, 1 de enero de 2020 y días siguientes en los cuales podrían presentarse lesionados.

Adultos, padres de familia, ciudadanos con cédula de ciudadanía, más compromiso y responsabilidad, demos el ejemplo, entendamos que la fiesta se celebra con encuentro familiar, baile y el disfrute de la gastronomía cesarense y guajira.

No está de más un nuevo recorrido por barrios y zonas rurales como el que acompañamos en vísperas de Navidad en el corredor centra de La Nevada. Allí, puerta a puerta, las secretarías de Salud sensibilizaron a niños y adultos con respecto al uso de la pólvora y los peligros que representa. No bajemos la guardia.