Científicos mencionan que a través de la salud bucal se evidencias anomalías en el ser humano, especialmente enfermedades cardiovasculares.
Cada 3 de octubre se celebra en Latinoamérica el Día del Odontólogo, haciendo alusión a esta fecha cuando en 1925 el doctor Raúl Loustalán propusiera este día para hacer un reconocimiento oficial a los profesionales de la salud en esta área.
Desde entonces, a lo largo de los años se ha resaltado esta labor la cual ha sido indispensable para identificar enfermedades en el ser humano, tal y cómo lo describen los especialistas, pues los dientes pueden revelar anomalías en otras partes del cuerpo.
Algunos consideran una estrecha relación entre la salud bucal y las enfermedades del corazón. En primer lugar, estudios de científicos estadounidenses demuestran que si la persona tiene enfermedad de las encías, sea en una etapa moderada o avanzada, está en mayor riesgo de sufrir de enfermedades del corazón que alguien que tiene las encías sanas.
Expertos aseguran que: “la salud bucal y las enfermedades del corazón se relacionan por la propagación de bacterias y otros gérmenes, desde la boca a otras partes de su cuerpo mediante el torrente sanguíneo. Cuando estas bacterias llegan al corazón, se adhieren a cualquier área y causan una inflamación, lo que puede generar en enfermedades como la endocarditis, que es una infección del revestimiento interno del corazón”, según la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Según la Asociación Americana de Periodoncia (AAP), las personas puede tener una enfermedad si sus encías están rojas, inflamadas y duelen al tacto, sangran al comer, al cepillarse o al usar hilo dental, tienen pus u otros signos de infección en las encías y los dientes.
Así como si con frecuencia tiene mal aliento o nota un mal sabor en la boca, algunos de sus dientes están flojos, o da la sensación de que unos dientes se están separando de los otros dientes.
-Higiene bucal y exámenes dentales regulares para protegerse contra el desarrollo de la enfermedad de las encías.
-Cepillarse los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves.
-Utilizar hilo dental diariamente.
-Visitar regularmente al odontólogo.
Científicos mencionan que a través de la salud bucal se evidencias anomalías en el ser humano, especialmente enfermedades cardiovasculares.
Cada 3 de octubre se celebra en Latinoamérica el Día del Odontólogo, haciendo alusión a esta fecha cuando en 1925 el doctor Raúl Loustalán propusiera este día para hacer un reconocimiento oficial a los profesionales de la salud en esta área.
Desde entonces, a lo largo de los años se ha resaltado esta labor la cual ha sido indispensable para identificar enfermedades en el ser humano, tal y cómo lo describen los especialistas, pues los dientes pueden revelar anomalías en otras partes del cuerpo.
Algunos consideran una estrecha relación entre la salud bucal y las enfermedades del corazón. En primer lugar, estudios de científicos estadounidenses demuestran que si la persona tiene enfermedad de las encías, sea en una etapa moderada o avanzada, está en mayor riesgo de sufrir de enfermedades del corazón que alguien que tiene las encías sanas.
Expertos aseguran que: “la salud bucal y las enfermedades del corazón se relacionan por la propagación de bacterias y otros gérmenes, desde la boca a otras partes de su cuerpo mediante el torrente sanguíneo. Cuando estas bacterias llegan al corazón, se adhieren a cualquier área y causan una inflamación, lo que puede generar en enfermedades como la endocarditis, que es una infección del revestimiento interno del corazón”, según la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Según la Asociación Americana de Periodoncia (AAP), las personas puede tener una enfermedad si sus encías están rojas, inflamadas y duelen al tacto, sangran al comer, al cepillarse o al usar hilo dental, tienen pus u otros signos de infección en las encías y los dientes.
Así como si con frecuencia tiene mal aliento o nota un mal sabor en la boca, algunos de sus dientes están flojos, o da la sensación de que unos dientes se están separando de los otros dientes.
-Higiene bucal y exámenes dentales regulares para protegerse contra el desarrollo de la enfermedad de las encías.
-Cepillarse los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves.
-Utilizar hilo dental diariamente.
-Visitar regularmente al odontólogo.