En ese trance de la inspiración, ‘El poeta de Villanueva’ se llenó de requisitos liberándose de las ataduras del ayer, para tener la virtud de ver brillar las estrellas y sentir a la distancia la voz de su mujer, a la que le prometió amarla toda la vida. Al final, la plataforma del amor se posó en su corazón.
En una tarde cuando el año 2024 daba la bienvenida, el compositor Rosendo Romero Ospino se sentó a contar la historia de otra de sus canciones que tienen ese toque de reflexión y realidad reflejada en el existir de todos.
Ya con sus años que suman 70 de haber sido traído al mundo teniendo como epicentro a Villanueva, La Guajira, su memoria capta ese sentimiento puro del ayer traído a nuestros días, para hacer la suma que nunca acaba porque siempre le salen nuevos números.
De esta manera, el hijo de Escolástico Romero Rivera y Ana Antonia Ospino Campo, ‘La Nuñe’, hizo el análisis retrospectivo de su canción ‘Después de enero’ que hiciera en 1980 y 10 años después fuera grabada por Carlos Malo y Gustavo Maestre, ‘El Dúo Sensacional’.
“Seguimos así siempre en el creer, en espera de un mejor mañana, tiempos siempre habrá para festejar, para perecer en la nostalgia. El que tiene que cambiar es uno, la vieja manera de pensar, ay la vieja manera de sentir…”.
Todo comenzó así: “Con mi hermano Israel fuimos a la Sierra Nevada a darle el saludo de año nuevo al maestro Joaquín Amórtegui Valbuena, quien era una persona iluminada. Enseguida nos preguntó que dónde estaba lo nuevo y quedamos sorprendidos. En verdad lo que se nota el primer día del año en su mayoría, son personas amanecidas y borrachas. Esto no tiene nada de nuevo”.
Sin parar siguió dando a conocer su pensamiento al respecto. “Los años han venido pasando y nos reunimos para desearnos felicidad y todo llega cada vez peor. Antes la vida era más tranquila y primaba el respeto. Había menos vicios y maldad. Ahora, todo ha cambiado porque el afán del dinero no le está dejando espacio al amor. Si los años cambiaran la vida, el mundo sería un paraíso”, narra Romero.
Enseguida el maestro Rosendo Romero, hizo énfasis en algo esencial: “El que tiene que cambiar es el ser humano dejando de ser intolerante, insensible y estar conectado al amor de Dios y a sus semejantes. Esa es la tarea primordial que se tiene que hacer. De esta manera llegará la felicidad que sale desde adentro para afuera”.
Siguiendo con la palabra, entregó una frase salida desde el fondo de su corazón: “Somos unos enfermos emocionales por tanta violencia que hemos vivido. Ya nada nos asombra y esto es alarmante. Muy alarmante…”.
Todo lo anterior, es relatado en el contenido de la canción y pone de estampa su propio ejemplo. “El hecho de ver que la vida mía estaba estancada como cuando le atraviesan un palo a la rueda, entonces el primero que tenía que cambiar era yo, antes de dar la fórmula a los demás. Ese año dejé de beber y prometí no hacer canciones de dolor en cambio inspirarme en las cosas bellas de la vida, en una mujer bonita, en las alegrías, en los paisajes y en lo que gira alrededor del folclor vallenato”, relata.
Se regresó a contar en detalle porque dejó de tomar y mujerear. “Me di cuenta que eso no suma, más bien resta. No se tiene tranquilidad y son ataduras que se deben romper para tener una mejor vida agradable a los ojos de Dios. Empecé por querer a una sola mujer, no tomar y no componer canciones tristes”.
El maestro se mostró contento porque pasados los años los amantes del vallenato han estado entendiendo el mensaje de su canción donde pinta en letras una realidad inocultable para que se tome conciencia de que el cambio debe darse da manera rápida.
En ese sentido recalcó: “Sobre los cantos de reflexión también hice la canción ‘Dos voces’ que me grabó el Binomio de Oro, Rafael Orozco y mi hermano Israel Romero, donde digo que el mundo es un misterio y la pena y el amor se pueden remediar”.
En ese trance de la inspiración, ‘El poeta de Villanueva’ se llenó de requisitos liberándose de las ataduras del ayer, para tener la virtud de ver brillar las estrellas y sentir a la distancia la voz de su mujer, a la que le prometió amarla toda la vida. Al final, la plataforma del amor se posó en su corazón.
En el recorrido por el diálogo también contó sobre la producción musical que grabó recientemente llamada ‘’Amor a lo vallenato’, donde vienen incluidas 11 canciones inéditas de su autoría. “Hice el esfuerzo para seguir exaltando la música vallenata a través de mi voz y mis canciones, porque lo que se lleva en el corazón es eterno. Gracias a todos los músicos que se unieron a esta iniciativa que ha tenido la mejor aceptación”, recalcó.
La emoción por este proyecto musical lo tiene cabalgando por el camino de la alegría donde esos 11 cantos, son la mejor medicina en estos tiempos donde la poesía tiende a huir en medio de los golpes del modernismo, y lo natural suena a arcaico.
En ese estado del recuerdo ‘El poeta de Villanueva’, no pudo dejar de ser atrapado por la nostalgia, y tomando su guitarra hizo un breve repaso musical por varias obras que tienen el sello de la autenticidad vallenata. Allí aparecieron ‘Mensaje de Navidad’, ‘Noches sin lucero’, ‘Me sobran las palabras’, ‘Mi poema’, ‘El amor es un cultivo’, ‘Fantasía’, ‘Cadenas’, ‘Romanza’, ‘Tu dueño‘, ‘Sueño de conquista’, ‘Cobijas’, ‘Villanuevera’, ‘Navidad’ y ‘Frases de amor’, entre otras.
Cuando la noche se asomaba con su carga de oscuridad terminó la charla y el poeta de la lírica vallenata, recalcó sobre el mensaje de su canción ‘Después de enero’, para que reverdezca en la estación del primer mes el año. Mejor dicho, no se vaya a esconder en el tren del olvido donde las telarañas cumplen con su oficio y las melodías están escondidas detrás del silencio. En las manos de todos quedan los retos y desafíos que cuelgan de un nuevo año.
Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv
En ese trance de la inspiración, ‘El poeta de Villanueva’ se llenó de requisitos liberándose de las ataduras del ayer, para tener la virtud de ver brillar las estrellas y sentir a la distancia la voz de su mujer, a la que le prometió amarla toda la vida. Al final, la plataforma del amor se posó en su corazón.
En una tarde cuando el año 2024 daba la bienvenida, el compositor Rosendo Romero Ospino se sentó a contar la historia de otra de sus canciones que tienen ese toque de reflexión y realidad reflejada en el existir de todos.
Ya con sus años que suman 70 de haber sido traído al mundo teniendo como epicentro a Villanueva, La Guajira, su memoria capta ese sentimiento puro del ayer traído a nuestros días, para hacer la suma que nunca acaba porque siempre le salen nuevos números.
De esta manera, el hijo de Escolástico Romero Rivera y Ana Antonia Ospino Campo, ‘La Nuñe’, hizo el análisis retrospectivo de su canción ‘Después de enero’ que hiciera en 1980 y 10 años después fuera grabada por Carlos Malo y Gustavo Maestre, ‘El Dúo Sensacional’.
“Seguimos así siempre en el creer, en espera de un mejor mañana, tiempos siempre habrá para festejar, para perecer en la nostalgia. El que tiene que cambiar es uno, la vieja manera de pensar, ay la vieja manera de sentir…”.
Todo comenzó así: “Con mi hermano Israel fuimos a la Sierra Nevada a darle el saludo de año nuevo al maestro Joaquín Amórtegui Valbuena, quien era una persona iluminada. Enseguida nos preguntó que dónde estaba lo nuevo y quedamos sorprendidos. En verdad lo que se nota el primer día del año en su mayoría, son personas amanecidas y borrachas. Esto no tiene nada de nuevo”.
Sin parar siguió dando a conocer su pensamiento al respecto. “Los años han venido pasando y nos reunimos para desearnos felicidad y todo llega cada vez peor. Antes la vida era más tranquila y primaba el respeto. Había menos vicios y maldad. Ahora, todo ha cambiado porque el afán del dinero no le está dejando espacio al amor. Si los años cambiaran la vida, el mundo sería un paraíso”, narra Romero.
Enseguida el maestro Rosendo Romero, hizo énfasis en algo esencial: “El que tiene que cambiar es el ser humano dejando de ser intolerante, insensible y estar conectado al amor de Dios y a sus semejantes. Esa es la tarea primordial que se tiene que hacer. De esta manera llegará la felicidad que sale desde adentro para afuera”.
Siguiendo con la palabra, entregó una frase salida desde el fondo de su corazón: “Somos unos enfermos emocionales por tanta violencia que hemos vivido. Ya nada nos asombra y esto es alarmante. Muy alarmante…”.
Todo lo anterior, es relatado en el contenido de la canción y pone de estampa su propio ejemplo. “El hecho de ver que la vida mía estaba estancada como cuando le atraviesan un palo a la rueda, entonces el primero que tenía que cambiar era yo, antes de dar la fórmula a los demás. Ese año dejé de beber y prometí no hacer canciones de dolor en cambio inspirarme en las cosas bellas de la vida, en una mujer bonita, en las alegrías, en los paisajes y en lo que gira alrededor del folclor vallenato”, relata.
Se regresó a contar en detalle porque dejó de tomar y mujerear. “Me di cuenta que eso no suma, más bien resta. No se tiene tranquilidad y son ataduras que se deben romper para tener una mejor vida agradable a los ojos de Dios. Empecé por querer a una sola mujer, no tomar y no componer canciones tristes”.
El maestro se mostró contento porque pasados los años los amantes del vallenato han estado entendiendo el mensaje de su canción donde pinta en letras una realidad inocultable para que se tome conciencia de que el cambio debe darse da manera rápida.
En ese sentido recalcó: “Sobre los cantos de reflexión también hice la canción ‘Dos voces’ que me grabó el Binomio de Oro, Rafael Orozco y mi hermano Israel Romero, donde digo que el mundo es un misterio y la pena y el amor se pueden remediar”.
En ese trance de la inspiración, ‘El poeta de Villanueva’ se llenó de requisitos liberándose de las ataduras del ayer, para tener la virtud de ver brillar las estrellas y sentir a la distancia la voz de su mujer, a la que le prometió amarla toda la vida. Al final, la plataforma del amor se posó en su corazón.
En el recorrido por el diálogo también contó sobre la producción musical que grabó recientemente llamada ‘’Amor a lo vallenato’, donde vienen incluidas 11 canciones inéditas de su autoría. “Hice el esfuerzo para seguir exaltando la música vallenata a través de mi voz y mis canciones, porque lo que se lleva en el corazón es eterno. Gracias a todos los músicos que se unieron a esta iniciativa que ha tenido la mejor aceptación”, recalcó.
La emoción por este proyecto musical lo tiene cabalgando por el camino de la alegría donde esos 11 cantos, son la mejor medicina en estos tiempos donde la poesía tiende a huir en medio de los golpes del modernismo, y lo natural suena a arcaico.
En ese estado del recuerdo ‘El poeta de Villanueva’, no pudo dejar de ser atrapado por la nostalgia, y tomando su guitarra hizo un breve repaso musical por varias obras que tienen el sello de la autenticidad vallenata. Allí aparecieron ‘Mensaje de Navidad’, ‘Noches sin lucero’, ‘Me sobran las palabras’, ‘Mi poema’, ‘El amor es un cultivo’, ‘Fantasía’, ‘Cadenas’, ‘Romanza’, ‘Tu dueño‘, ‘Sueño de conquista’, ‘Cobijas’, ‘Villanuevera’, ‘Navidad’ y ‘Frases de amor’, entre otras.
Cuando la noche se asomaba con su carga de oscuridad terminó la charla y el poeta de la lírica vallenata, recalcó sobre el mensaje de su canción ‘Después de enero’, para que reverdezca en la estación del primer mes el año. Mejor dicho, no se vaya a esconder en el tren del olvido donde las telarañas cumplen con su oficio y las melodías están escondidas detrás del silencio. En las manos de todos quedan los retos y desafíos que cuelgan de un nuevo año.
Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv