El subintendente estaba adscrito a la oficina de Talento Humano del comando del departamento de Policía Cesar.
Este lunes 24 de junio se llevó a cabo la despedida de Nazaret Enrique Amaya Castilla, subintendente de la Policía Nacional, de 38 años, quien perdió la vida el sábado 22 de junio alrededor de las 8:11 p. m. tras ser alcanzado por una bala perdida disparada por un sicario. El incidente ocurrió mientras Amaya se encontraba fuera de su residencia en la manzana 37 casa 20 del barrio Bella Vista de Valledupar.
Amaya, quien formaba parte de la oficina de Talento Humano del comando del departamento de Policía Cesar, sufrió una herida en el hemitórax. El trágico suceso ocurrió en medio de un ataque sicarial cuando un sujeto disparó contra dos personas que se encontraban en una tienda de razón social Bellavista. Los agresores huyeron en una motocicleta NKD de color negro.
El subintendente fue velado inicialmente en su casa en el barrio Bella Vista, luego trasladado a la casa de su madre en el barrio La Esperanza.
Sus exequias se realizaron a las 3 p. m. con una misa en la Catedral del Ecce Homo, después de la cual el féretro fue llevado al cementerio Jardines del Ecce Homo de Valledupar. Familiares, amigos, compañeros de trabajo y conocidos le dieron su último adiós.
Aunque los hechos en los que falleció Nazaret no ocurrieron en acto de servicio, sino durante su día de descanso, la Policía Metropolitana de Valledupar y el comando del departamento de Policía Cesar le rindieron honores. Durante la ceremonia religiosa, se le entregó a su familia la bandera y se siguió el protocolo policial correspondiente cuando fallece un uniformado. “Nazaret nos regaló la memoria para nunca olvidar a quienes amamos”, dijeron los familiares, quienes pusieron su esperanza en Dios con el texto bíblico Jeremías 31:13: “Transformaré su aflicción en gozo, los confortaré y los haré alegrarse, porque el cautiverio con todos sus dolores quedará atrás”.
ATAQUE SICARIAL
Según las autoridades, el ataque sicarial que acabó con la vida de Amaya estaba dirigido a Luis Camilo Gámez Amaya, residente en el barrio Don Alberto, natural de La Guajira y de 38 años. Gámez resultó herido en el antebrazo izquierdo. Este individuo tiene antecedentes penales por delitos como fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones en 2007, 2008 y 2022; inasistencia alimentaria en 2001; fabricación, tráfico y porte de estupefacientes en 2013; y utilización ilegal de uniformes en 2013.
Aunque ya no tiene cuentas pendientes con la justicia, la Policía cree que el ataque fue un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. “La víctima no nos ha suministrado una información clara. Estamos tratando el caso como un posible ajuste de cuentas por sustancias ilegales producto del narcotráfico. Este sujeto no ha colaborado mucho, no ha suministrado mayor información. Iban por él, iban a matarlo, él debe tener una deuda o un ajuste ilegal pendiente y por eso no ha solicitado información”, expresó el coronel de la Policía Metropolitana de Valledupar, Alex Durán, al referirse al ataque.
El coronel Durán explicó que Gámez es un visitante habitual del lugar del ataque, donde se reúne con amigos y mantiene una relación sentimental.
AUTOR DEL CRIMEN
Las autoridades no han logrado identificar claramente al sicario, a pesar de tener imágenes de cámaras de seguridad.
La Alcaldía de Valledupar ofreció inicialmente una recompensa de 10 millones de pesos por información que conduzca a la captura del autor, pero este lunes 24 de junio la recompensa se incrementó a 30 millones de pesos con el aporte adicional de 20 millones por parte de la Gobernación del Cesar. La comunidad puede proporcionar información a la Policía Nacional a través de las líneas 3203049222 y 3203048240.
El subintendente estaba adscrito a la oficina de Talento Humano del comando del departamento de Policía Cesar.
Este lunes 24 de junio se llevó a cabo la despedida de Nazaret Enrique Amaya Castilla, subintendente de la Policía Nacional, de 38 años, quien perdió la vida el sábado 22 de junio alrededor de las 8:11 p. m. tras ser alcanzado por una bala perdida disparada por un sicario. El incidente ocurrió mientras Amaya se encontraba fuera de su residencia en la manzana 37 casa 20 del barrio Bella Vista de Valledupar.
Amaya, quien formaba parte de la oficina de Talento Humano del comando del departamento de Policía Cesar, sufrió una herida en el hemitórax. El trágico suceso ocurrió en medio de un ataque sicarial cuando un sujeto disparó contra dos personas que se encontraban en una tienda de razón social Bellavista. Los agresores huyeron en una motocicleta NKD de color negro.
El subintendente fue velado inicialmente en su casa en el barrio Bella Vista, luego trasladado a la casa de su madre en el barrio La Esperanza.
Sus exequias se realizaron a las 3 p. m. con una misa en la Catedral del Ecce Homo, después de la cual el féretro fue llevado al cementerio Jardines del Ecce Homo de Valledupar. Familiares, amigos, compañeros de trabajo y conocidos le dieron su último adiós.
Aunque los hechos en los que falleció Nazaret no ocurrieron en acto de servicio, sino durante su día de descanso, la Policía Metropolitana de Valledupar y el comando del departamento de Policía Cesar le rindieron honores. Durante la ceremonia religiosa, se le entregó a su familia la bandera y se siguió el protocolo policial correspondiente cuando fallece un uniformado. “Nazaret nos regaló la memoria para nunca olvidar a quienes amamos”, dijeron los familiares, quienes pusieron su esperanza en Dios con el texto bíblico Jeremías 31:13: “Transformaré su aflicción en gozo, los confortaré y los haré alegrarse, porque el cautiverio con todos sus dolores quedará atrás”.
ATAQUE SICARIAL
Según las autoridades, el ataque sicarial que acabó con la vida de Amaya estaba dirigido a Luis Camilo Gámez Amaya, residente en el barrio Don Alberto, natural de La Guajira y de 38 años. Gámez resultó herido en el antebrazo izquierdo. Este individuo tiene antecedentes penales por delitos como fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones en 2007, 2008 y 2022; inasistencia alimentaria en 2001; fabricación, tráfico y porte de estupefacientes en 2013; y utilización ilegal de uniformes en 2013.
Aunque ya no tiene cuentas pendientes con la justicia, la Policía cree que el ataque fue un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. “La víctima no nos ha suministrado una información clara. Estamos tratando el caso como un posible ajuste de cuentas por sustancias ilegales producto del narcotráfico. Este sujeto no ha colaborado mucho, no ha suministrado mayor información. Iban por él, iban a matarlo, él debe tener una deuda o un ajuste ilegal pendiente y por eso no ha solicitado información”, expresó el coronel de la Policía Metropolitana de Valledupar, Alex Durán, al referirse al ataque.
El coronel Durán explicó que Gámez es un visitante habitual del lugar del ataque, donde se reúne con amigos y mantiene una relación sentimental.
AUTOR DEL CRIMEN
Las autoridades no han logrado identificar claramente al sicario, a pesar de tener imágenes de cámaras de seguridad.
La Alcaldía de Valledupar ofreció inicialmente una recompensa de 10 millones de pesos por información que conduzca a la captura del autor, pero este lunes 24 de junio la recompensa se incrementó a 30 millones de pesos con el aporte adicional de 20 millones por parte de la Gobernación del Cesar. La comunidad puede proporcionar información a la Policía Nacional a través de las líneas 3203049222 y 3203048240.