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El Edén, Chiriquí, Villa Jaidith y Nando Marín son los barrios sumidos en olores fétidos, sedimentos y abandono institucional por la crisis de la acequia La Solución.
La acequia La Solución, ubicada en los sectores de El Edén, Chiriquí, Villa Jaidith y Nando Marín en Valledupar, se ha convertido en el epicentro de una problemática ambiental y social que afecta gravemente a las comunidades locales. Una denuncia fiscal presentada por Carlos Alberto Maldonado Villalba, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villa Haydith, y Mayerlis Camelo Oñate, presidenta de la JAC barrio Chiriquí, ante los entes de control estatales, expone cómo la intervención ilegal o sin permisos ambientales ha alterado el cauce natural de esta acequia, generando inundaciones en viviendas y áreas públicas colindantes.
El problema de la acequia tiene tales dimensiones que fue la causante de la inundación en la temporada de lluvias en noviembre del 2024, cuando los habitantes del barrio, incluído niños, tuvieron que dormir en cambuches improvisados fuera de sus casas con temor. Cabe resaltar que el olor y color de las aguas de la acequia es de aguas servidas, por tanto al desbordarse y entrar a las casas dañan más que camas y electrodomésticos: provocan problemas de salud, sobre todo en adultos mayores y niños.
La acequia La Solución viene desde el humedal de María Camila sur, sin embargo, los cambios en la calidad del agua empiezan después de pasar por Villa Dariana por la existencia de cambuches y asentamientos irregulares al margen del cuerpo de agua, que tienen su camino desde la última manzana de la urbanización María Camila sur, de la que entran y salen personas.
Leer: Humedales de Valledupar: entre la negligencia y la necesidad de acción comunitaria
Maldonado Villalba señala que “la intervención ilegal afectó el caudal y cauce normal de la acequia La Solución”, lo que ha provocado desbordamientos que perjudican directamente al barrio Villa Haydith, esa paredilla que cercó la zona reforestada y de reserva natural de 15 metros que anteriormente había adelantado Corpocesar hace casi una década, es un predio de José Jorge Monsalvo.
Además, la construcción de la doble calzada El Edén y una tubería de alcantarillado ha exacerbado el problema, contribuyendo a la pérdida de bienes públicos municipales.
Maldonado Villalba lo explica desde su territorio: “Entonces la sequía venía así (señala con el dedo desde El Edén hasta la paredilla) y cogía por detrás de todos estos árboles que tú ves aquí. Pasaba por todo esto, la acequia, ahora con el tema de la nueva vía, entonces la tiraron derecho. O sea, ya aquí vamos a ver que perdió el cauce. Entonces, cuando llueve, el agua busca nuevamente por donde era su caudal. Cuando nos inundamos. Pues que la acequia, debido a tanta sedimento que tiene, a tanto mugre, a que no está canalizada, a que no se le hace mantenimiento, a que el municipio no viene a hacer los respectivos controles que hay que hacer, pues ella se tapona, se llena y cuando viene esa cantidad de agua que es inmensa, impresionante, ella se desborda hacia acá y lo que hace es que nos inunda”.
A pesar de una orden emitida el 23 de agosto de 2023 por el Inspector Primero Urbano de Policía para recuperar las áreas afectadas, identificadas en los folios de matrícula inmobiliaria No. 190107847 y 190107848, aún no se han tomado acciones concretas para resolver la situación.
Así mismo, el 6 de febrero del 2025, la Dirección de Seguridad Ciudadana del Ministerio de Defensa Nacional respondió a un derecho de petición elevado sobre la misma problemática: “Me permito informarle que se ha enviado comunicación radicado RS20250206022506 dirigida al Doctor Ernesto Miguel Orozco Durán, Alcalde de Valledupar para que ‘dentro del marco de su autonomía y de sus competencias se tomen las medidas necesarias para que se restablezca y/o mantenga el orden público y la convivencia en el marco del debido proceso en los bienes a que se contrae dicha comunicación’, e igualmente ‘ordenar a quién corresponda enviar copia de las acciones realizadas al correo carlose.montoya@mindefensa.gov.co, con el objeto de verificar la trazabilidad de las gestiones ejecutadas’.
Según testimonios comunitarios, las dificultades comenzaron en 2016 con las invasiones en el sector. Estas bloquearon las vías naturales por donde corría el agua, obligándola a buscar nuevos cauces, pero persiste una vez se constituyeron los barrios en el POT. “Cada vez que llueve, esto se convierte en un mar”, explican los líderes locales, quienes denuncian que el municipio no ha realizado los mantenimientos necesarios para evitar el taponamiento de la acequia.
Acerca de las acciones realizadas por la comunidad: “Nosotros venimos haciendo reuniones casi desde el 2010 que empezó el barrio, porque desde un comienzo vimos que la acequia nos perjudicaba y comenzamos a hacer mesas de trabajo con Fonvisocial, con Corpocesar, con el municipio, con prevención y desastre. Tenemos infinidad de mesas. Y en 2016 fue cuando Corpocesar canalizó la acequia, hizo una siembra de árboles de neem, o sea, una recuperación forestal. Sembraron más de 100 árboles. Se talaron todos los árboles que se habían sembrado”, señaló Camelo Oñate.
En noviembre pasado, las lluvias intensas provocaron inundaciones debido a la acumulación de sedimentos y desechos, que aún hoy se ven claramente y a la espera de nuevas inundaciones para la nueva temporada de lluvias de abril. Maldonado Villalba enfatiza que “necesitamos una solución definitiva para canalizar la acequia”, ya que las medidas paliativas tomadas hasta ahora no han resuelto el problema y la comunidad de 4 barrios vecinos temen por la nueva temporada de lluvias festivaleras.
La Contraloría General de la República trasladó la denuncia a la Contraloría Municipal de Valledupar, indicando que esta última tiene competencia directa para ejercer vigilancia sobre los recursos territoriales. Sin embargo, también se informó al Grupo de Vigilancia Fiscal del Cesar para su conocimiento y posible intervención futura. A pesar del reconocimiento institucional del problema, las comunidades siguen esperando acciones concretas.
Los líderes comunitarios de los barrios afectados por la problemática de la acequia La Solución han expresado su frustración ante la falta de acciones concretas por parte de las autoridades. “La idea era que la administración municipal se diera cuenta de que esto hay que canalizarlo, hay que buscarle un orden”, afirmó uno de los líderes. Sin embargo, señalan que entidades como Corpocesar han tenido una presencia limitada y poco efectiva en el área. “Jamás y nunca hemos visto a Corpocesar aquí, y las veces que han venido solo recogen muestras del suelo y del agua, mandan unas cartillas inmensas donde dicen que hay contaminación, pero de ahí no pasa. No hay acciones”, denunció el presidente de la JAC de El Edén. Esta falta de intervención adecuada ha llevado a los habitantes a acumular carpetas llenas de respuestas inconclusas, sin soluciones reales para el problema.
La situación se agrava con el impacto ambiental y social que la acequia ha generado en los últimos años. “Nosotros aquí nos convertimos en pura carpeta”, expresó una líder comunitaria, refiriéndose a las múltiples denuncias y peticiones enviadas a diferentes entidades gubernamentales, incluyendo el Ministerio de Ambiente y el Ministerio del Interior. Los líderes recuerdan cómo la acequia solía ser un recurso útil para la comunidad, contribuyendo a la arborización y al medio ambiente. “Anteriormente incluso hasta pescaditos se cogían en la acequia, era algo que distraía a la comunidad”, señaló la presidenta de la JAC de Chiriquí.
La crisis generada por la alteración del cauce natural de la acequia La Solución refleja una combinación de negligencia institucional y falta de planificación urbana. Las comunidades afectadas exigen soluciones definitivas que incluyan la canalización adecuada del agua y medidas para mitigar los impactos negativos sobre sus viviendas y áreas públicas.
Por: Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN
El Edén, Chiriquí, Villa Jaidith y Nando Marín son los barrios sumidos en olores fétidos, sedimentos y abandono institucional por la crisis de la acequia La Solución.
La acequia La Solución, ubicada en los sectores de El Edén, Chiriquí, Villa Jaidith y Nando Marín en Valledupar, se ha convertido en el epicentro de una problemática ambiental y social que afecta gravemente a las comunidades locales. Una denuncia fiscal presentada por Carlos Alberto Maldonado Villalba, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Villa Haydith, y Mayerlis Camelo Oñate, presidenta de la JAC barrio Chiriquí, ante los entes de control estatales, expone cómo la intervención ilegal o sin permisos ambientales ha alterado el cauce natural de esta acequia, generando inundaciones en viviendas y áreas públicas colindantes.
El problema de la acequia tiene tales dimensiones que fue la causante de la inundación en la temporada de lluvias en noviembre del 2024, cuando los habitantes del barrio, incluído niños, tuvieron que dormir en cambuches improvisados fuera de sus casas con temor. Cabe resaltar que el olor y color de las aguas de la acequia es de aguas servidas, por tanto al desbordarse y entrar a las casas dañan más que camas y electrodomésticos: provocan problemas de salud, sobre todo en adultos mayores y niños.
La acequia La Solución viene desde el humedal de María Camila sur, sin embargo, los cambios en la calidad del agua empiezan después de pasar por Villa Dariana por la existencia de cambuches y asentamientos irregulares al margen del cuerpo de agua, que tienen su camino desde la última manzana de la urbanización María Camila sur, de la que entran y salen personas.
Leer: Humedales de Valledupar: entre la negligencia y la necesidad de acción comunitaria
Maldonado Villalba señala que “la intervención ilegal afectó el caudal y cauce normal de la acequia La Solución”, lo que ha provocado desbordamientos que perjudican directamente al barrio Villa Haydith, esa paredilla que cercó la zona reforestada y de reserva natural de 15 metros que anteriormente había adelantado Corpocesar hace casi una década, es un predio de José Jorge Monsalvo.
Además, la construcción de la doble calzada El Edén y una tubería de alcantarillado ha exacerbado el problema, contribuyendo a la pérdida de bienes públicos municipales.
Maldonado Villalba lo explica desde su territorio: “Entonces la sequía venía así (señala con el dedo desde El Edén hasta la paredilla) y cogía por detrás de todos estos árboles que tú ves aquí. Pasaba por todo esto, la acequia, ahora con el tema de la nueva vía, entonces la tiraron derecho. O sea, ya aquí vamos a ver que perdió el cauce. Entonces, cuando llueve, el agua busca nuevamente por donde era su caudal. Cuando nos inundamos. Pues que la acequia, debido a tanta sedimento que tiene, a tanto mugre, a que no está canalizada, a que no se le hace mantenimiento, a que el municipio no viene a hacer los respectivos controles que hay que hacer, pues ella se tapona, se llena y cuando viene esa cantidad de agua que es inmensa, impresionante, ella se desborda hacia acá y lo que hace es que nos inunda”.
A pesar de una orden emitida el 23 de agosto de 2023 por el Inspector Primero Urbano de Policía para recuperar las áreas afectadas, identificadas en los folios de matrícula inmobiliaria No. 190107847 y 190107848, aún no se han tomado acciones concretas para resolver la situación.
Así mismo, el 6 de febrero del 2025, la Dirección de Seguridad Ciudadana del Ministerio de Defensa Nacional respondió a un derecho de petición elevado sobre la misma problemática: “Me permito informarle que se ha enviado comunicación radicado RS20250206022506 dirigida al Doctor Ernesto Miguel Orozco Durán, Alcalde de Valledupar para que ‘dentro del marco de su autonomía y de sus competencias se tomen las medidas necesarias para que se restablezca y/o mantenga el orden público y la convivencia en el marco del debido proceso en los bienes a que se contrae dicha comunicación’, e igualmente ‘ordenar a quién corresponda enviar copia de las acciones realizadas al correo carlose.montoya@mindefensa.gov.co, con el objeto de verificar la trazabilidad de las gestiones ejecutadas’.
Según testimonios comunitarios, las dificultades comenzaron en 2016 con las invasiones en el sector. Estas bloquearon las vías naturales por donde corría el agua, obligándola a buscar nuevos cauces, pero persiste una vez se constituyeron los barrios en el POT. “Cada vez que llueve, esto se convierte en un mar”, explican los líderes locales, quienes denuncian que el municipio no ha realizado los mantenimientos necesarios para evitar el taponamiento de la acequia.
Acerca de las acciones realizadas por la comunidad: “Nosotros venimos haciendo reuniones casi desde el 2010 que empezó el barrio, porque desde un comienzo vimos que la acequia nos perjudicaba y comenzamos a hacer mesas de trabajo con Fonvisocial, con Corpocesar, con el municipio, con prevención y desastre. Tenemos infinidad de mesas. Y en 2016 fue cuando Corpocesar canalizó la acequia, hizo una siembra de árboles de neem, o sea, una recuperación forestal. Sembraron más de 100 árboles. Se talaron todos los árboles que se habían sembrado”, señaló Camelo Oñate.
En noviembre pasado, las lluvias intensas provocaron inundaciones debido a la acumulación de sedimentos y desechos, que aún hoy se ven claramente y a la espera de nuevas inundaciones para la nueva temporada de lluvias de abril. Maldonado Villalba enfatiza que “necesitamos una solución definitiva para canalizar la acequia”, ya que las medidas paliativas tomadas hasta ahora no han resuelto el problema y la comunidad de 4 barrios vecinos temen por la nueva temporada de lluvias festivaleras.
La Contraloría General de la República trasladó la denuncia a la Contraloría Municipal de Valledupar, indicando que esta última tiene competencia directa para ejercer vigilancia sobre los recursos territoriales. Sin embargo, también se informó al Grupo de Vigilancia Fiscal del Cesar para su conocimiento y posible intervención futura. A pesar del reconocimiento institucional del problema, las comunidades siguen esperando acciones concretas.
Los líderes comunitarios de los barrios afectados por la problemática de la acequia La Solución han expresado su frustración ante la falta de acciones concretas por parte de las autoridades. “La idea era que la administración municipal se diera cuenta de que esto hay que canalizarlo, hay que buscarle un orden”, afirmó uno de los líderes. Sin embargo, señalan que entidades como Corpocesar han tenido una presencia limitada y poco efectiva en el área. “Jamás y nunca hemos visto a Corpocesar aquí, y las veces que han venido solo recogen muestras del suelo y del agua, mandan unas cartillas inmensas donde dicen que hay contaminación, pero de ahí no pasa. No hay acciones”, denunció el presidente de la JAC de El Edén. Esta falta de intervención adecuada ha llevado a los habitantes a acumular carpetas llenas de respuestas inconclusas, sin soluciones reales para el problema.
La situación se agrava con el impacto ambiental y social que la acequia ha generado en los últimos años. “Nosotros aquí nos convertimos en pura carpeta”, expresó una líder comunitaria, refiriéndose a las múltiples denuncias y peticiones enviadas a diferentes entidades gubernamentales, incluyendo el Ministerio de Ambiente y el Ministerio del Interior. Los líderes recuerdan cómo la acequia solía ser un recurso útil para la comunidad, contribuyendo a la arborización y al medio ambiente. “Anteriormente incluso hasta pescaditos se cogían en la acequia, era algo que distraía a la comunidad”, señaló la presidenta de la JAC de Chiriquí.
La crisis generada por la alteración del cauce natural de la acequia La Solución refleja una combinación de negligencia institucional y falta de planificación urbana. Las comunidades afectadas exigen soluciones definitivas que incluyan la canalización adecuada del agua y medidas para mitigar los impactos negativos sobre sus viviendas y áreas públicas.
Por: Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN