Cientos de peces de la acequia Las Mercedes de Valledupar, murieron por la sequía del afluente, que se presentó desde la tarde del lunes pasado.
En extrañas circunstancias, cientos de peces de la acequia Las Mercedes de Valledupar se murieron debido a la sequía que presentó el afluente desde horas de la tarde del lunes pasado.
Barbules, moncholos, coroncoros, zapateros, capitanes o lecheros, mojarras amarillas y cabezonas, machucha, lapiceros o alcaldes, cangrejos y demás animales acuáticos que hacían parte del importante afluente de Valledupar, sufrieron el impacto ambiental que se produjo de forma insólita.
El hecho, en el que las especies marginales perdieron la vida, y que inicialmente se presumía ser por causa del fuerte verano por el que atraviesa la región, se produjo, según la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, por el rompimiento del dique que permite la desviación de las aguas del río Guatapurí hasta la acequia Las Mercedes, causado por la creciente que se generó luego de las primeras lluvias que cayeron el lunes en la Sierra Nevada de Santa Marta.
El director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, aseguró que el daño se presentó a la altura de la Escuela Ambiental de la ciudad, en la parte baja en donde funciona el acueducto de la Empresas de Servicios Públicos, Emdupar.
“Una vez que se rompió ese dique, la acequia se desvió totalmente con sentido, nuevamente, al río Guatapurí y dejó de fluir hacia el resto del recorrido de la acequia que es la que entra a la ciudad de Valledupar, lo que originó dos situaciones de impacto ambiental: la sequía del afluente y la muerte de cientos de peces, que tenían como habitad, la acequia”, explicó el Director.
Algunas personas al ver esta dramática situación aseguraron, “nosotros, como ciudadanos, perjudicamos el ecosistema porque nuestro error es tirar basuras y no vemos a los peces que nos benefician de una u otra manera”
Y mientras que algunos confirman la falta de pertenencia de los recursos hídricos y la contaminación de los mismos, otros les otorgan la responsabilidad a las autoridades locales por la falta de mantenimiento del afluente privado. “Esto es falta de la limpieza por parte de las autoridades”.
El impacto ambiental
La extrañeza de ver poco líquido llevó a los ciudadanos de los barrios del suroccidente a verificar, en las horas de la tarde del lunes pasado, lo que sucedía en Las Mercedes, pero para su sorpresa varios de los peces que hacían parte del afluente se revolcaban en el suelo, mientras que otros habían muerto.
Desde ese momento se activó la alarma del impacto ambiental que se originó en los aproximados 12 kilómetros de recorrido del arroyo que atraviesa de norte a sur a Valledupar, específicamente en la parte occidental, donde alrededor de 20 mil alevinos fallecieron.
La situación se tornó más preocupante en las horas de la mañana de ayer cuando el vecindario comenzó a reportar a los medios de comunicación la cantidad de peces muertos. Ante esto, Corpocesar envió dos funcionarios para verificar el hecho; quienes, efectivamente, confirmaron la mortandad y de inmediato comenzaron las acciones para impedir un problema de sanidad por las poblaciones por donde pasa la corriente.
EL PILÓN recorrió gran parte del afluente, desde la Ciudadela 450 Años, donde las personas se aglomeraban en la acequia, en inmediaciones del hospital Rosario Pumarejo de López, para lamentarse por el desolador panorama, en el que también se observó gran cantidad de residuos sólidos arrojados en el canal.
Así como también en la entrada de Villa Taxi y Populandia, en donde varias personas, a través de vasijas con agua socorrían a los peces, mientras que otros sacaban al pavimento los ya muertos con el fin de arrojarlos en otros lugares para impedir los malos olores que provienen una vez éstos están descompuestos.
Este medio también verificó que en la parte noroccidental, cercano al parque Lineal del barrio La Nevada, el panorama era el mismo, niños y jóvenes tratando de ayudar a los peces y personas preguntándose las razones del hecho.
Al llegar al punto de la compuerta, ubicada en el sitio turístico El Rincón, EL PILÓN estableció, según argumentos de Eliécer Torres, encargado de la misma, que una creciente del Río Guatapurí, originada en la madrugada del martes permitió el rompimiento del dique y por ese motivo mantiene desde entonces las compuertas cerradas.
A las 3:00 de la tarde de ayer, fueron convocados uniformados del Ejército Nacional para que asistieran a la Corporación Autónoma Regional del Cesar en un recorrido sobre la acequia Las Mercedes y así cuantificar y mitigar el daño ambiental y darle un manejo adecuado a los alevinos y fauna etiológica que vivía alrededor del afluente.
Según Kaleb Villalobos, se busca evitar un problema de sanidad, puesto que hay población proclive a coger estos peces en estado de descomposición, para utilizarlos para el consumo humano lo que generaría, según autoridades de la Secretaría de Salud Municipal, daños estomacales.
El paso a seguir
La Corporación Autónoma Regional del Cesar realizará un plan de contingencia para evitar un problema de salubridad, por lo que se hará una limpieza con ayuda del Ejército en el canal, en el que no sólo se recogerán a los alevinos muertos, sino que se limpiará la acequia.
De igual modo, la máxima autoridad ambiental del Cesar procedió a notificarle a la propietaria de la acequia, en este caso a Ibeth Uhía, para que hiciera las obras de ingeniería de forma inmediata y así permitir que el agua vuelva a fluir.
La Alcaldía de Valledupar también fue notificada por parte de la corporación para que realice las obras civiles pertinentes que necesite la acequia para su adecuado funcionamiento, ya sea de forma individual o de la mano de Corpocesar.
En cuanto a ambas notificaciones, si llegase a presentarse falla por parte de los mencionados, podría ameritar alguna sanción, tal como ha sucedido con la empresa Emdupar, según Villalobos Brochel, por incumplir el reglamento de sanidad en cierta parte de la acequia con respecto al vertimiento de aguas residuales.
Los problemas de la acequia Las Mercedes
La acequia Las Mercedes es de propiedad de Ibeth Uhía, quien, según funcionarios de Corpocesar, se hizo dueña de la cuenca entre los años 1975 y 1980, apareciendo como propietaria luego que el Inderena, cuando existía, le cediera la concesión.
Sin embargo, desde ese tiempo, poco o nulo ha sido cumplida la obligación establecida en la concesión de aguas artificiales en la que la autoridad ambiental solicita hacerle mantenimiento permanente a la acequia.
No obstante, la acequia, en todo su curso, ha permanecido sucia y es utilizada como servidero de aguas residuales, lo que determina falta de compromiso, tanto de la comunidad por donde pasa la misma y de la propietaria, quien, al parecer, vive fuera de la ciudad.
“Si bien es cierto, esta acequia es de propiedad privada, también es cierto que le corresponde a las autoridades ambientales, principalmente al municipio, hacerles todo el tema de campañas de educación ambiental y concientización al municipio y a las comunidades para que no arrojen basura dentro de la acequia; que es otro flagelo que se está presentando con ésta y otras acequias de la ciudad, donde la gente arroja hasta colchones, basuras y residuos, entre otros; lo que dificulta la calidad de vida y ambiental de este tipo de cuerpos de agua”, aseguró el Director de Corpocesar.
Por ahora, la comunidad y la misma autoridad ambiental solo espera que estos acontecimientos no se vuelvan a presentar y causen el daño ambiental de gran escala como el causado en horas anteriores.
Puntos de vista:
Zunilda Pérez: Esto da tristeza, porque es la naturaleza, es el agua, son los peces, yo me sirvo de la acequia, pero da lástima que nadie la cuida.
Robis Ayala: Esto es falta de conciencia, porque son peces, que aunque están contaminados, hacen parte del medio ambiente y es necesario que vivan.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]
Cientos de peces de la acequia Las Mercedes de Valledupar, murieron por la sequía del afluente, que se presentó desde la tarde del lunes pasado.
En extrañas circunstancias, cientos de peces de la acequia Las Mercedes de Valledupar se murieron debido a la sequía que presentó el afluente desde horas de la tarde del lunes pasado.
Barbules, moncholos, coroncoros, zapateros, capitanes o lecheros, mojarras amarillas y cabezonas, machucha, lapiceros o alcaldes, cangrejos y demás animales acuáticos que hacían parte del importante afluente de Valledupar, sufrieron el impacto ambiental que se produjo de forma insólita.
El hecho, en el que las especies marginales perdieron la vida, y que inicialmente se presumía ser por causa del fuerte verano por el que atraviesa la región, se produjo, según la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, por el rompimiento del dique que permite la desviación de las aguas del río Guatapurí hasta la acequia Las Mercedes, causado por la creciente que se generó luego de las primeras lluvias que cayeron el lunes en la Sierra Nevada de Santa Marta.
El director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, aseguró que el daño se presentó a la altura de la Escuela Ambiental de la ciudad, en la parte baja en donde funciona el acueducto de la Empresas de Servicios Públicos, Emdupar.
“Una vez que se rompió ese dique, la acequia se desvió totalmente con sentido, nuevamente, al río Guatapurí y dejó de fluir hacia el resto del recorrido de la acequia que es la que entra a la ciudad de Valledupar, lo que originó dos situaciones de impacto ambiental: la sequía del afluente y la muerte de cientos de peces, que tenían como habitad, la acequia”, explicó el Director.
Algunas personas al ver esta dramática situación aseguraron, “nosotros, como ciudadanos, perjudicamos el ecosistema porque nuestro error es tirar basuras y no vemos a los peces que nos benefician de una u otra manera”
Y mientras que algunos confirman la falta de pertenencia de los recursos hídricos y la contaminación de los mismos, otros les otorgan la responsabilidad a las autoridades locales por la falta de mantenimiento del afluente privado. “Esto es falta de la limpieza por parte de las autoridades”.
El impacto ambiental
La extrañeza de ver poco líquido llevó a los ciudadanos de los barrios del suroccidente a verificar, en las horas de la tarde del lunes pasado, lo que sucedía en Las Mercedes, pero para su sorpresa varios de los peces que hacían parte del afluente se revolcaban en el suelo, mientras que otros habían muerto.
Desde ese momento se activó la alarma del impacto ambiental que se originó en los aproximados 12 kilómetros de recorrido del arroyo que atraviesa de norte a sur a Valledupar, específicamente en la parte occidental, donde alrededor de 20 mil alevinos fallecieron.
La situación se tornó más preocupante en las horas de la mañana de ayer cuando el vecindario comenzó a reportar a los medios de comunicación la cantidad de peces muertos. Ante esto, Corpocesar envió dos funcionarios para verificar el hecho; quienes, efectivamente, confirmaron la mortandad y de inmediato comenzaron las acciones para impedir un problema de sanidad por las poblaciones por donde pasa la corriente.
EL PILÓN recorrió gran parte del afluente, desde la Ciudadela 450 Años, donde las personas se aglomeraban en la acequia, en inmediaciones del hospital Rosario Pumarejo de López, para lamentarse por el desolador panorama, en el que también se observó gran cantidad de residuos sólidos arrojados en el canal.
Así como también en la entrada de Villa Taxi y Populandia, en donde varias personas, a través de vasijas con agua socorrían a los peces, mientras que otros sacaban al pavimento los ya muertos con el fin de arrojarlos en otros lugares para impedir los malos olores que provienen una vez éstos están descompuestos.
Este medio también verificó que en la parte noroccidental, cercano al parque Lineal del barrio La Nevada, el panorama era el mismo, niños y jóvenes tratando de ayudar a los peces y personas preguntándose las razones del hecho.
Al llegar al punto de la compuerta, ubicada en el sitio turístico El Rincón, EL PILÓN estableció, según argumentos de Eliécer Torres, encargado de la misma, que una creciente del Río Guatapurí, originada en la madrugada del martes permitió el rompimiento del dique y por ese motivo mantiene desde entonces las compuertas cerradas.
A las 3:00 de la tarde de ayer, fueron convocados uniformados del Ejército Nacional para que asistieran a la Corporación Autónoma Regional del Cesar en un recorrido sobre la acequia Las Mercedes y así cuantificar y mitigar el daño ambiental y darle un manejo adecuado a los alevinos y fauna etiológica que vivía alrededor del afluente.
Según Kaleb Villalobos, se busca evitar un problema de sanidad, puesto que hay población proclive a coger estos peces en estado de descomposición, para utilizarlos para el consumo humano lo que generaría, según autoridades de la Secretaría de Salud Municipal, daños estomacales.
El paso a seguir
La Corporación Autónoma Regional del Cesar realizará un plan de contingencia para evitar un problema de salubridad, por lo que se hará una limpieza con ayuda del Ejército en el canal, en el que no sólo se recogerán a los alevinos muertos, sino que se limpiará la acequia.
De igual modo, la máxima autoridad ambiental del Cesar procedió a notificarle a la propietaria de la acequia, en este caso a Ibeth Uhía, para que hiciera las obras de ingeniería de forma inmediata y así permitir que el agua vuelva a fluir.
La Alcaldía de Valledupar también fue notificada por parte de la corporación para que realice las obras civiles pertinentes que necesite la acequia para su adecuado funcionamiento, ya sea de forma individual o de la mano de Corpocesar.
En cuanto a ambas notificaciones, si llegase a presentarse falla por parte de los mencionados, podría ameritar alguna sanción, tal como ha sucedido con la empresa Emdupar, según Villalobos Brochel, por incumplir el reglamento de sanidad en cierta parte de la acequia con respecto al vertimiento de aguas residuales.
Los problemas de la acequia Las Mercedes
La acequia Las Mercedes es de propiedad de Ibeth Uhía, quien, según funcionarios de Corpocesar, se hizo dueña de la cuenca entre los años 1975 y 1980, apareciendo como propietaria luego que el Inderena, cuando existía, le cediera la concesión.
Sin embargo, desde ese tiempo, poco o nulo ha sido cumplida la obligación establecida en la concesión de aguas artificiales en la que la autoridad ambiental solicita hacerle mantenimiento permanente a la acequia.
No obstante, la acequia, en todo su curso, ha permanecido sucia y es utilizada como servidero de aguas residuales, lo que determina falta de compromiso, tanto de la comunidad por donde pasa la misma y de la propietaria, quien, al parecer, vive fuera de la ciudad.
“Si bien es cierto, esta acequia es de propiedad privada, también es cierto que le corresponde a las autoridades ambientales, principalmente al municipio, hacerles todo el tema de campañas de educación ambiental y concientización al municipio y a las comunidades para que no arrojen basura dentro de la acequia; que es otro flagelo que se está presentando con ésta y otras acequias de la ciudad, donde la gente arroja hasta colchones, basuras y residuos, entre otros; lo que dificulta la calidad de vida y ambiental de este tipo de cuerpos de agua”, aseguró el Director de Corpocesar.
Por ahora, la comunidad y la misma autoridad ambiental solo espera que estos acontecimientos no se vuelvan a presentar y causen el daño ambiental de gran escala como el causado en horas anteriores.
Puntos de vista:
Zunilda Pérez: Esto da tristeza, porque es la naturaleza, es el agua, son los peces, yo me sirvo de la acequia, pero da lástima que nadie la cuida.
Robis Ayala: Esto es falta de conciencia, porque son peces, que aunque están contaminados, hacen parte del medio ambiente y es necesario que vivan.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
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