La crisis social que afronta Venezuela afecta de manera directa a departamentos fronterizos, como el Cesar donde el contrabando se ha reducido notablemente.

Venezuela pasa por uno de sus momentos más duros cuando miles de personas que se oponen al gobierno de Nicolás Maduro, salen a las calles a manifestar su inconformismo. Esta situación incide en los departamentos ubicados en zona fronteriza como La Guajira, Cesar, Norte de Santander y Arauca, impactando de manera directa en la economía en estas zonas.

Desde hace varias semanas las medidas que ha tomado el gobierno venezolano se han hecho sentir en el Cesar y La Guajira, principalmente a las personas que adquieren sus víveres que provienen del país vecino debido a los bajos costos que maneja esta mercancía.

Son altos los volúmenes de intercambio de mercancía y de movimiento de personas en la frontera y hace que regiones como las mencionadas sean las más vulnerables frente a las dificultades y situaciones que se presentan en el país vecino.

En el sector de la Galería Popular, donde pululan los depósitos donde se vende mercancía que es traída de Venezuela. Leche, arroz, aceite, harina son los principales productos que personas como Heiner Mendoza llevan a su casa argumentando que “sale más económico y la comida está muy cara”, pero con los nuevos controles a quienes compran estos alimentos se les empezará a complicar la situación.

“Ya no se consigue tanta variedad ni tantos productos como antes, entonces a uno le toca comprar es lo que se produce aquí y eso es más caro, o bueno, uno lo ve más caro porque siempre ha estado comprando son los productos de contrabando”, aseveró Mendoza.

Por su parte, Karina Seoanes quien administra uno de los depósitos aseguró que “en este momento con lo que está pasando en Venezuela ha sido muy difícil traer más mercancía o que llegue como antes, ya se empieza a sentir el golpe de lo que está sucediendo allá”.

Aparte del comercio otra de las medidas que afecta al país y principalmente a los departamentos fronterizos ha sido la suspensión del envío de las remesas hacía este país, pues se están buscando maneras para que el trámite no se realice en dólares sino en pesos colombianos.

Como lo registró este medio, la semana pasada, las llamadas “carpetas” ya no tendrán ningún valor y muchas de las familias que vivían con el dinero que era enviado desde Venezuela, pasan por un mal momento; añadido a eso, los sitios donde se realizan los giros ya no están atestados de gente como se solían ver en semanas anteriores, donde se podía ver a más de 40 personas haciendo fila para reclamar el subsidio.

Ante esta situación Fedesarrollo emitió un estudio reciente donde manifiesta que “el contrabando ha emergido como un negocio de alta rentabilidad que permite multiplicar por diez el valor en bolívares de divisas adquiridas a la tasa oficial de 6.30 y vendidas a la tesa del mercado paralelo, que actualmente supera los 70 bolívares por dólar”.

Por su parte, Aristóbulo Cortés, administrador de una estación de servicio de Valledupar, se refirió a la problemática específica de la gasolina, y dijo que “el combustible ha tenido una leve alza en el Cesar pero aún se sigue vendiendo combustible a precio cómodo en las estaciones de servicio pero se cree que a futuro la situación con respecto a la gasolina de contrabando va a repercutir porque hay unas decisiones de gobiernos venezolano y colombiano de control a esta actividad ilícita y lo van a hacer van con toda clase de productos hay acciones que se están tomando que va a tener una repercusión directa en la economía nuestra”.

La situación de Venezuela tiene efecto directo en la zona de frontera, lógicamente cualquier acción que impacte la economía de allá se refleja en esos lugares, hay un mercado que se siente afectado y es el que ha venido ejerciendo el comercio ilegal. Es decir que las personas que vienen acostumbradas a adquirir esos productos sentirán lo que está pasando. La cultura de la ilegalidad es la que está sintiendo el golpe.

 Por: Freddy Oñate Acevedo / EL PILÓN