El proceso en contra de Edwar Mattos Barrero, el único señalado de causar el daño ambiental en cerca de 100 hectáreas, pronto será archivado por la Oficina Jurídica de la Corporación Autónoma Regional de Cesar, Corpocesar.
Un ‘fantasma’ está causando estragos ambientales al nororiente de Valledupar en un predio, situación en la que se menciona a Edwar Mattos Barrero, hermano del exsenador Carlos Mattos, involucrado en el escándalo por presuntamente manipular un proceso judicial para favorecer a su empresa en la importación de vehículos Hyundai.
Lea aquí también: Descubren corrupción en la Rama Judicial en caso Hyundai
Las denuncias, que iniciaron en el 2015 Alba Luz Luque se propagaron hasta la convención COP21 realizada en París Francia, en el marco de la cumbre sobre el cambio climático. Rosa Bowen Luque, hija de Alba, llevó la queja por el daño ecológico causado en un terreno de su propiedad, llamado Río de Janeiro, muy cerca al corregimiento de El Jabo.
Con fotografías, vídeos y una serie de material, la familia Luque asegura que los daños ambientales están siendo causados por los propietarios de la finca Distráeme, que según era propiedad de Edwar Mattos Barrero, afirmación que al día de hoy no ha sido comprobada por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, que en los próximos días archivará la investigación que se esperaba terminara en la determinación del actor principal del daño ecológico.
EL PILÓN conoció el documento donde, a través del Auto 151, Corpocesar
“decreta la nulidad de las acciones administrativas dentro del trámite sancionatorio ambiental seguido contra Edwar Mattos Barrero”
porque:
“una vez revisado el expediente, este despacho observó que las pruebas decretadas mediante Resolución 019 del 9 de marzo de 2016, no fueron practicadas”.
Es decir, que a Mattos Barrero, no le dieron oportunidad de aportar su defensa y eso originó la violación al debido proceso que está amparado en un derecho constitucional, se lee también en la resolución final, firmada por Julio Rafael Suárez Luna, jefe de la Oficina Jurídica de Corpocesar.
Alba Luz y su hija advierten de manera reiterativa que desde la finca Distráeme están desviando dos arroyos para surtir un reservorio de agua que es utilizado para regar los cultivos de arroz, así como también talaron cerca seis hectáreas de árboles nativos como guayacán, volador, orejero y algarrobillo.
“Esa es una denuncia de cuando ocurrieron los hechos en el 2015 y aún no ha pasado nada y es tan así que Mattos (Edwar) construyó otra represa en el 2017, hechos que fueron denunciados por un campesino valiente a quien le dañó sus árboles con el agua, desviando nuevamente el río Aguas Blancas y sin ningún permiso de Corpocesar”
esto señaló Alba Luz Luque.
Atendiendo la denuncia en 2016, Corpocersar comenzó el seguimiento a las actividades que se venían practicando en la finca Distráeme, en la que apoyados de la Policía Nacional decretaron
“medidas pertinentes para evitar mayores afectaciones ambientales en el corregimiento de El Jabo”.
Por medio de un comunicado, la entidad reguladora del medio ambiente en el Cesar anunció que “dentro de la finca Distráeme se venían desarrollando actividades de represamiento de las acequias aledañas a la propiedad sin contar con los respectivos permisos de aprovechamiento forestal, aprovechamiento de aguas superficiales, ocupación de cauce, entre otros”, comprobando que estaban intervenidas más de 100 hectáreas y la ocupación del cauce en el área es total.
Los datos fueron registrados por los técnicos de Corpocesar en visitas realizadas al lugar, tras la queja de Alba Luz Luque, propietaria de la finca Río de Janeiro; con base a las evidencias halladas, la Oficina Jurídica de la corporación impuso acto administrativo donde suspendía cualquier tipo de actividades al interior del predio denunciado.
La destrucción es tan amplia que se habla de la exterminación del hábitat de 25 especies de anfibios, 40 de reptiles, 84 de aves, 38 de mamíferos, así como una extensión considerable de bosque seco tropical y bosque seco espinoso en la finca Río de Janeiro, donde la Universidad Nacional de Colombia consiguió registrar un centenar de aves típicas de la región y múltiples especies de árboles en peligro de extinción.
El daño existe. En 2016 Corpocesar lo comprobó al evidenciar en flagrancia la conformación de taludes de represamiento de las aguas de acequias aledañas al lugar denominado Distráeme, así fue como se dio la incautación, en cabeza de la jefe de la especialidad de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía en el Cesar, Adolfina Gómez, de una máquina retroexcavadora y una motobomba, usadas para efectuar trabajos que atentaban contra los recursos naturales y a las poblaciones vecinas de Guacoche y de El Jabo.
Y después de dos años la situación no tiene culpables, ni mucho menos hay a quien sancionar, debido a que el predio Distráeme no le aparece dueño y Edwar Mattos Barrero, según Corpocesar, no es.
Sobre este caso, Julio Suárez Luna, jefe de la Oficina Jurídica de Corpocesar, indicó que el material aportado por los denunciantes no fue suficiente para que la corporación sancionara a Edwar Mattos Barrero, por eso la investigación terminará engavetada.
“El proceso inició contra Edwar Mattos Barrero porque se supone que la finca donde se hizo la actividad del represamiento de agua y desvío de los caños que se denuncian, lo habría hecho Mattos, cosa que en el expediente no se ha podido probar. El proceso se inició, luego se formuló pliego de cargos en el año 2015, de ahí a la fecha hicimos tres actuaciones más donde realizamos la apertura del material probatorio donde nos contestaron solicitando unas pruebas, la Oficina Jurídica incurrió en un error en ese momento porque pasó a la siguiente etapa sin escuchar las pruebas y cuando tuvieron la oportunidad de presentarlas, se demostró que Edwar Mattos no es propietario de finca, cosa que nos obliga a hacer un retroceso y declarar la nulidad a partir de lo actuado con el acto de apertura probatoria, y se hace una nueva visita para arrancar un nuevo proceso”, explicó Suárez Luna.
El funcionario aseguró que “hay un proceso nuevo iniciado que lo más seguro es que termine en archivo porque no está probado que Edwar Mattos Barrero haya realizado esa actuación, aunque todo el mundo diga que sí fue, pero en el expediente no se probó. El derecho es probatorio”.
Julio Suárez señaló que la semana anterior Corpocesar visitó nuevamente el terreno donde se ubica la finca Distráeme, en compañía del abogado Alfonso Restrepo, apoderado del caso de Alba Luz Luque, acción que se convertirá en el primer paso para identificar al propietario del lugar.
“El llamado a responder es el dueño del predio y no el que diga la comunidad, es lo que sea probado materialmente. Ya hicimos una nueva indagación preliminar, está un proceso andando para el que utilizaremos las pruebas necesarias de la anterior investigación, porque nos servirán registros fotográficos, denuncias, las indagaciones. Hay que tener en cuenta que según la Ley 1333, los delitos o afectaciones ambientales prescriben a los 20 años, por eso estamos trabajando”, manifestó el Jefe de la Oficina Jurídica, quien reconoció demoras y retrasos en su dependencia para tratar los casos: “Desafortunadamente la Oficina Jurídica cuenta con un solo profesional de planta y los demás son contratistas, todos conocemos las dificultades del Estado para contratar, no tenemos notificador propio y nos toca contratarlo, y año por año perdemos hasta tres meses en la contratación”.
Suárez Luna afirmó que para reabrir el proceso se basarán en la cartografía del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). “Con el levantamiento de coordenadas que se hizo en la última visita, la semana anterior, le vamos a solicitar al IGAC que nos suministre la matrícula catastral donde recaen esas coordenadas, luego nos vamos a la oficina de Instrumentos Públicos para que nos entreguen el Certificado de Tradición y Libertad del predio, que nos demostrará quién es el verdadero dueño y así iniciar las acciones tendientes a identificar al infractor”.
Hoy también está en investigación si la represa es legal o no, si las quemas han sido fraudulentas e igualmente la tala de árboles. Corpocesar no tiene la certeza de que sea positiva o negativa la denuncia ambiental.
A la fecha, Corpocesar ha cerrado cerca de 10 procesos de investigación que cursaban en contra de Edwar Mattos debido a que no encuentran predios a su nombre. También conoció este medio que Mattos fue embargado por Corpocesar y actualmente mantiene un acuerdo de pago al ser sancionado por una mínima cuantía luego de un proceso sancionatorio.
Cabe destacar además que, por medio de la Resolución 0826 del 28 de agosto de 2017, Corpocesar decretó el desistimiento de la solicitud de concesión de aguas sobre la corriente denominada arroyo Aguas Blancas, en beneficio del predio Distráeme, y de la ocupación del cauce, presentada por Edwar Mattos Barrero.
Este medio intentó comunicarse con Edwar Mattos y así conocer su posición frente a estas denuncias, pero no fue posible la comunicación.
El proceso en contra de Edwar Mattos Barrero, el único señalado de causar el daño ambiental en cerca de 100 hectáreas, pronto será archivado por la Oficina Jurídica de la Corporación Autónoma Regional de Cesar, Corpocesar.
Un ‘fantasma’ está causando estragos ambientales al nororiente de Valledupar en un predio, situación en la que se menciona a Edwar Mattos Barrero, hermano del exsenador Carlos Mattos, involucrado en el escándalo por presuntamente manipular un proceso judicial para favorecer a su empresa en la importación de vehículos Hyundai.
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Las denuncias, que iniciaron en el 2015 Alba Luz Luque se propagaron hasta la convención COP21 realizada en París Francia, en el marco de la cumbre sobre el cambio climático. Rosa Bowen Luque, hija de Alba, llevó la queja por el daño ecológico causado en un terreno de su propiedad, llamado Río de Janeiro, muy cerca al corregimiento de El Jabo.
Con fotografías, vídeos y una serie de material, la familia Luque asegura que los daños ambientales están siendo causados por los propietarios de la finca Distráeme, que según era propiedad de Edwar Mattos Barrero, afirmación que al día de hoy no ha sido comprobada por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, que en los próximos días archivará la investigación que se esperaba terminara en la determinación del actor principal del daño ecológico.
EL PILÓN conoció el documento donde, a través del Auto 151, Corpocesar
“decreta la nulidad de las acciones administrativas dentro del trámite sancionatorio ambiental seguido contra Edwar Mattos Barrero”
porque:
“una vez revisado el expediente, este despacho observó que las pruebas decretadas mediante Resolución 019 del 9 de marzo de 2016, no fueron practicadas”.
Es decir, que a Mattos Barrero, no le dieron oportunidad de aportar su defensa y eso originó la violación al debido proceso que está amparado en un derecho constitucional, se lee también en la resolución final, firmada por Julio Rafael Suárez Luna, jefe de la Oficina Jurídica de Corpocesar.
Alba Luz y su hija advierten de manera reiterativa que desde la finca Distráeme están desviando dos arroyos para surtir un reservorio de agua que es utilizado para regar los cultivos de arroz, así como también talaron cerca seis hectáreas de árboles nativos como guayacán, volador, orejero y algarrobillo.
“Esa es una denuncia de cuando ocurrieron los hechos en el 2015 y aún no ha pasado nada y es tan así que Mattos (Edwar) construyó otra represa en el 2017, hechos que fueron denunciados por un campesino valiente a quien le dañó sus árboles con el agua, desviando nuevamente el río Aguas Blancas y sin ningún permiso de Corpocesar”
esto señaló Alba Luz Luque.
Atendiendo la denuncia en 2016, Corpocersar comenzó el seguimiento a las actividades que se venían practicando en la finca Distráeme, en la que apoyados de la Policía Nacional decretaron
“medidas pertinentes para evitar mayores afectaciones ambientales en el corregimiento de El Jabo”.
Por medio de un comunicado, la entidad reguladora del medio ambiente en el Cesar anunció que “dentro de la finca Distráeme se venían desarrollando actividades de represamiento de las acequias aledañas a la propiedad sin contar con los respectivos permisos de aprovechamiento forestal, aprovechamiento de aguas superficiales, ocupación de cauce, entre otros”, comprobando que estaban intervenidas más de 100 hectáreas y la ocupación del cauce en el área es total.
Los datos fueron registrados por los técnicos de Corpocesar en visitas realizadas al lugar, tras la queja de Alba Luz Luque, propietaria de la finca Río de Janeiro; con base a las evidencias halladas, la Oficina Jurídica de la corporación impuso acto administrativo donde suspendía cualquier tipo de actividades al interior del predio denunciado.
La destrucción es tan amplia que se habla de la exterminación del hábitat de 25 especies de anfibios, 40 de reptiles, 84 de aves, 38 de mamíferos, así como una extensión considerable de bosque seco tropical y bosque seco espinoso en la finca Río de Janeiro, donde la Universidad Nacional de Colombia consiguió registrar un centenar de aves típicas de la región y múltiples especies de árboles en peligro de extinción.
El daño existe. En 2016 Corpocesar lo comprobó al evidenciar en flagrancia la conformación de taludes de represamiento de las aguas de acequias aledañas al lugar denominado Distráeme, así fue como se dio la incautación, en cabeza de la jefe de la especialidad de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía en el Cesar, Adolfina Gómez, de una máquina retroexcavadora y una motobomba, usadas para efectuar trabajos que atentaban contra los recursos naturales y a las poblaciones vecinas de Guacoche y de El Jabo.
Y después de dos años la situación no tiene culpables, ni mucho menos hay a quien sancionar, debido a que el predio Distráeme no le aparece dueño y Edwar Mattos Barrero, según Corpocesar, no es.
Sobre este caso, Julio Suárez Luna, jefe de la Oficina Jurídica de Corpocesar, indicó que el material aportado por los denunciantes no fue suficiente para que la corporación sancionara a Edwar Mattos Barrero, por eso la investigación terminará engavetada.
“El proceso inició contra Edwar Mattos Barrero porque se supone que la finca donde se hizo la actividad del represamiento de agua y desvío de los caños que se denuncian, lo habría hecho Mattos, cosa que en el expediente no se ha podido probar. El proceso se inició, luego se formuló pliego de cargos en el año 2015, de ahí a la fecha hicimos tres actuaciones más donde realizamos la apertura del material probatorio donde nos contestaron solicitando unas pruebas, la Oficina Jurídica incurrió en un error en ese momento porque pasó a la siguiente etapa sin escuchar las pruebas y cuando tuvieron la oportunidad de presentarlas, se demostró que Edwar Mattos no es propietario de finca, cosa que nos obliga a hacer un retroceso y declarar la nulidad a partir de lo actuado con el acto de apertura probatoria, y se hace una nueva visita para arrancar un nuevo proceso”, explicó Suárez Luna.
El funcionario aseguró que “hay un proceso nuevo iniciado que lo más seguro es que termine en archivo porque no está probado que Edwar Mattos Barrero haya realizado esa actuación, aunque todo el mundo diga que sí fue, pero en el expediente no se probó. El derecho es probatorio”.
Julio Suárez señaló que la semana anterior Corpocesar visitó nuevamente el terreno donde se ubica la finca Distráeme, en compañía del abogado Alfonso Restrepo, apoderado del caso de Alba Luz Luque, acción que se convertirá en el primer paso para identificar al propietario del lugar.
“El llamado a responder es el dueño del predio y no el que diga la comunidad, es lo que sea probado materialmente. Ya hicimos una nueva indagación preliminar, está un proceso andando para el que utilizaremos las pruebas necesarias de la anterior investigación, porque nos servirán registros fotográficos, denuncias, las indagaciones. Hay que tener en cuenta que según la Ley 1333, los delitos o afectaciones ambientales prescriben a los 20 años, por eso estamos trabajando”, manifestó el Jefe de la Oficina Jurídica, quien reconoció demoras y retrasos en su dependencia para tratar los casos: “Desafortunadamente la Oficina Jurídica cuenta con un solo profesional de planta y los demás son contratistas, todos conocemos las dificultades del Estado para contratar, no tenemos notificador propio y nos toca contratarlo, y año por año perdemos hasta tres meses en la contratación”.
Suárez Luna afirmó que para reabrir el proceso se basarán en la cartografía del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). “Con el levantamiento de coordenadas que se hizo en la última visita, la semana anterior, le vamos a solicitar al IGAC que nos suministre la matrícula catastral donde recaen esas coordenadas, luego nos vamos a la oficina de Instrumentos Públicos para que nos entreguen el Certificado de Tradición y Libertad del predio, que nos demostrará quién es el verdadero dueño y así iniciar las acciones tendientes a identificar al infractor”.
Hoy también está en investigación si la represa es legal o no, si las quemas han sido fraudulentas e igualmente la tala de árboles. Corpocesar no tiene la certeza de que sea positiva o negativa la denuncia ambiental.
A la fecha, Corpocesar ha cerrado cerca de 10 procesos de investigación que cursaban en contra de Edwar Mattos debido a que no encuentran predios a su nombre. También conoció este medio que Mattos fue embargado por Corpocesar y actualmente mantiene un acuerdo de pago al ser sancionado por una mínima cuantía luego de un proceso sancionatorio.
Cabe destacar además que, por medio de la Resolución 0826 del 28 de agosto de 2017, Corpocesar decretó el desistimiento de la solicitud de concesión de aguas sobre la corriente denominada arroyo Aguas Blancas, en beneficio del predio Distráeme, y de la ocupación del cauce, presentada por Edwar Mattos Barrero.
Este medio intentó comunicarse con Edwar Mattos y así conocer su posición frente a estas denuncias, pero no fue posible la comunicación.