La comunidad de Mariangola, corregimiento de Valledupar, enfrenta una grave crisis ambiental y sanitaria por la contaminación del río Mariangola, causada por el uso irregular del agua en eventos organizados por la iglesia Monte Moriah, ubicada en la parcela Casa e Tabla. Esta fuente hídrica, vital para los más de 8.000 habitantes que dependen de ella para su consumo y actividades diarias, ahora está en riesgo debido a la presencia de desechos fecales y aguas residuales provenientes de la construcción, generando preocupación y alarma entre los residentes.
Ana Rocío Cantillo, edil de Mariangola y ambientalista, explicó que “la mayoría de los 8.000 habitantes consumen esa agua y es utilizada para todo. De pronto las personas que tienen la facilidad de comprar su caneca de agua para el consumo lo hacen, pero quienes no tienen cómo, les toca consumir esa agua debido a la falta de alternativas seguras”. La denuncia surgió tras un evento realizado por la iglesia Monte Moriah, que congregó a unas 300 personas de diversas regiones e incluso otros países en un sector ubicado más arriba de la bocatoma que abastece al corregimiento.
Tubos de descarga al río
Durante una inspección realizada por la edil y un grupo de vecinos, se encontraron graves irregularidades en el manejo del agua. “Nos sorprendió encontrar 19 baños instalados en la zona, con un tubo que descarga agua de ducha directamente al exterior, que termina infiltrándose y contaminando el río”, señaló Cantillo. Además, detectaron que personas hacen sus necesidades en las cercanías del río, lo que agrava la contaminación cuando llueve y el agua arrastra desechos hacia la fuente hídrica.
La edil también denunció la tala de árboles sin autorización en el área, y la presencia de una turbina de 15 caballos que extrae grandes cantidades de agua del río, afectando el caudal en una región que ya sufre de escasez, especialmente en temporadas de sequía. “Nosotros pasamos muchas necesidades con el agua en estas temporadas, y esta turbina contribuye a empeorar la situación”, afirmó.
La comunidad ha sufrido históricamente por la mala calidad del agua potable. Según reportes realizados en este medio, el sistema de acueducto local es deficiente y el agua que llega a los hogares es cruda, lo que ha provocado brotes de enfermedades como diarrea e infecciones en la piel, afectando tanto a niños como adultos.
Solicitud a los entes de control
Cantillo solicitó con urgencia a las autoridades ambientales y de salud para que realicen una inspección exhaustiva en el sitio y tomen medidas para proteger la fuente de agua. “Esto es una afectación inhumana. Queremos levantar la voz para que Corpocesar, el Ministerio de Salud y demás entidades intervengan y eviten que esta situación continúe”, expresó.
Por su parte, la iglesia Monte Moriah, cuya construcción lleva aproximadamente un año, no ha proporcionado información clara sobre los permisos ambientales o de uso de agua que haya solicitado a la alcaldía o a las autoridades competentes. La edil indicó que se está recopilando evidencia fotográfica para respaldar la denuncia y gestionar acciones legales.
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La crisis del agua en Mariangola refleja la necesidad urgente de optimizar el sistema de acueducto local, proyecto que la Alcaldía de Valledupar y la empresa Aguas del Cesar. No obstante, la contaminación generada por actividades irregulares como las denunciadas pone en riesgo la salud de miles de habitantes y la sostenibilidad del recurso hídrico.
EL PILÓN ha radicado derechos de petición ante Corpocesar y Aguas del Cesar, solicitando información sobre los permisos ambientales correspondientes a las construcciones en la zona, así como el estado actual del proyecto de acueducto.
Ana Rocío Cantillo concluyó: “No podemos seguir en esta era arcaica consumiendo agua cruda y contaminada. Es un derecho fundamental tener acceso a agua limpia y segura, especialmente para nuestros niños y la comunidad en general. Esperamos que esta denuncia sirva para que se tomen cartas en el asunto y se proteja el agua de Mariangola”.
Por: Redacción EL PILÓN











