El frijol de Semana Santa tiene la particularidad que se puede consumir caliente o frío.
POR: CULTURA/ EL PILÓN
Uno de los platos en otrora infaltables en Cuaresma y Semana Mayor, especialmente en el sur de La Guajira y el norte del Cesar, era el frijol rojo con plátano maduro, llamado también frijol de Semana Santa.
Reseña el chef, historiador e investigador gastronómico, Julio Mario Celedón, que su carácter dulce la hizo tradicional, especialmente, en esta época. “Aunque no quiere decir que solo se haga para esta temporada”, advierte Celedón.
El frijol de Semana Santa tiene la particularidad que se puede consumir caliente o frío y su apariencia y textura es similar a la del chocolate líquido.
“Es muy fácil de hacer, pero no todo el mundo la hace porque se ha perdido la tradición, porque piensan que es difícil, y por el contrario es sencilla y económica, se puede comer fría o caliente”, enfatiza el experto culinario que hace parte del ‘Catálogo bibliográfico de documentos disponibles en Colombia sobre recetas tradicionales regionales’.
Dentro de esta importante publicación que cuenta con más de un centenar de recetas de todas las regiones del país aparecen cuatro de orígenes vallenatos, entre ellas, el frijol de Semana Santa, además del sancocho de chivo, la arepa de queso vallenata y la carne molida en polvo.
Los ingredientes para 8 personas son los siguientes:
– 500 gramos de frijoles rojos (puestos en remojo desde la víspera)
– 1 litro de leche
– 2 plátanos maduros pelados y partidos en torrejas o trozos pequeños
– Media panela raspada
– Una cucharadita de clavitos de olor
– Una pizca de sal.
Los frijoles se cocinan en agua, por una hora aproximadamente, después se pasan por el procesador o la licuadora, con un poquito de agua para facilitar el proceso, se mezclan con la leche, los clavitos, la panela y la pizca de sal y se ponen al fuego lento por 10 minutos hasta que quede como un mote o puré aguadito.
El frijol de Semana Santa tiene la particularidad que se puede consumir caliente o frío.
POR: CULTURA/ EL PILÓN
Uno de los platos en otrora infaltables en Cuaresma y Semana Mayor, especialmente en el sur de La Guajira y el norte del Cesar, era el frijol rojo con plátano maduro, llamado también frijol de Semana Santa.
Reseña el chef, historiador e investigador gastronómico, Julio Mario Celedón, que su carácter dulce la hizo tradicional, especialmente, en esta época. “Aunque no quiere decir que solo se haga para esta temporada”, advierte Celedón.
El frijol de Semana Santa tiene la particularidad que se puede consumir caliente o frío y su apariencia y textura es similar a la del chocolate líquido.
“Es muy fácil de hacer, pero no todo el mundo la hace porque se ha perdido la tradición, porque piensan que es difícil, y por el contrario es sencilla y económica, se puede comer fría o caliente”, enfatiza el experto culinario que hace parte del ‘Catálogo bibliográfico de documentos disponibles en Colombia sobre recetas tradicionales regionales’.
Dentro de esta importante publicación que cuenta con más de un centenar de recetas de todas las regiones del país aparecen cuatro de orígenes vallenatos, entre ellas, el frijol de Semana Santa, además del sancocho de chivo, la arepa de queso vallenata y la carne molida en polvo.
Los ingredientes para 8 personas son los siguientes:
– 500 gramos de frijoles rojos (puestos en remojo desde la víspera)
– 1 litro de leche
– 2 plátanos maduros pelados y partidos en torrejas o trozos pequeños
– Media panela raspada
– Una cucharadita de clavitos de olor
– Una pizca de sal.
Los frijoles se cocinan en agua, por una hora aproximadamente, después se pasan por el procesador o la licuadora, con un poquito de agua para facilitar el proceso, se mezclan con la leche, los clavitos, la panela y la pizca de sal y se ponen al fuego lento por 10 minutos hasta que quede como un mote o puré aguadito.