Hace dos años Edilsa Camarillo recuperó su predio ubicado en la zona rural de Valledupar, donde hoy cultiva cacao y le vende su cosecha a la Compañía Nacional de Chocolates, empresa multinacional que comercializa sus productos en Europa, Asia, Oceanía y Centroamérica.
Un fuerte aroma a chocolate impregna el ambiente de la Sierra Nevada. Este aroma es el que guía a quienes habitan el corregimiento de Azúcar Buena, zona rural de Valledupar, hacia el cultivo de cacao de Edilsa Camarillo, una mujer que a pesar de su avanzada edad trabaja como proveedora de la Compañía Nacional de Chocolates, empresa que abastece de productos derivados del cacao a muchos hogares colombianos y del mundo.
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Edilsa que pasó de ser víctima a mujer emprendedora luego de recuperar su predio de 20 hectáreas se vinculó al programa de Proyectos Productivos de la Unidad de Restitución de Tierras y recibió recursos y acompañamiento técnico durante 24 meses que le permitieron sumarse a los demás cacaocultores que dependen económicamente de este fruto.
La Unidad de Restitución de Tierras ha invertido más de $2.600 millones en la implementación de 90 proyectos productivos de cacao que benefician al mismo número de familias en 16 departamentos del país. Se busca que los beneficiarios les den un valor agregado a sus productos, por eso también apoya la comercialización y la asociatividad para que los campesinos se conecten con los mercados a través de modelos de agricultura por contrato, estrategia liderada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
“Gracias al trabajo de toda la familia hoy tenemos nuestra finca funcionando a la perfección. El cultivo de cacao ha sido una bendición de Dios porque desde el primer momento comenzamos a venderle directamente a Nacional de Chocolates”, aseguró la agricultora.
El proyecto productivo adelantado por la Unidad de Restitución de Tierras permitió la adecuación de obras de infraestructura para la cosecha del cacao, la construcción de fermentadores y secadores, la compra de herramientas para el manejo del cultivo y la compra de fertilizantes edáficos; además, los recursos y la asesoría brindados por la entidad permitieron que la beneficiaria se aliara comercialmente y hoy venden el kilo de cacao premium en promedio a $6.800.
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“La política restitutiva va más allá de la entrega de la tierra y muchas familias restituidas regresan al campo con un proyecto productivo, permitiéndoles de esa manera una verdadera reparación y restablecimiento de sus derechos”, precisó la directora de la Unidad de Restitución de Tierras en Cesar y La Guajira, Claudia Manotas.
Para esta familia atrás quedó el dolor ocasionado por la violencia desde que el Tribunal Superior de Cartagena reconoció a Edilsa y su familia como víctimas de desplazamiento y les notificó que volverían a su parcela. Camarillo fue desplazada por el extinto Frente Mártires del Valle de Upar del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, presente en la región desde 1998 y que era dirigido por Rodrigo Tovar, alias ‘Jorge 40’. Pero eso ya es historia del pasado y hoy en esta tierra se siembran frutos de esperanza.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]
Hace dos años Edilsa Camarillo recuperó su predio ubicado en la zona rural de Valledupar, donde hoy cultiva cacao y le vende su cosecha a la Compañía Nacional de Chocolates, empresa multinacional que comercializa sus productos en Europa, Asia, Oceanía y Centroamérica.
Un fuerte aroma a chocolate impregna el ambiente de la Sierra Nevada. Este aroma es el que guía a quienes habitan el corregimiento de Azúcar Buena, zona rural de Valledupar, hacia el cultivo de cacao de Edilsa Camarillo, una mujer que a pesar de su avanzada edad trabaja como proveedora de la Compañía Nacional de Chocolates, empresa que abastece de productos derivados del cacao a muchos hogares colombianos y del mundo.
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Edilsa que pasó de ser víctima a mujer emprendedora luego de recuperar su predio de 20 hectáreas se vinculó al programa de Proyectos Productivos de la Unidad de Restitución de Tierras y recibió recursos y acompañamiento técnico durante 24 meses que le permitieron sumarse a los demás cacaocultores que dependen económicamente de este fruto.
La Unidad de Restitución de Tierras ha invertido más de $2.600 millones en la implementación de 90 proyectos productivos de cacao que benefician al mismo número de familias en 16 departamentos del país. Se busca que los beneficiarios les den un valor agregado a sus productos, por eso también apoya la comercialización y la asociatividad para que los campesinos se conecten con los mercados a través de modelos de agricultura por contrato, estrategia liderada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
“Gracias al trabajo de toda la familia hoy tenemos nuestra finca funcionando a la perfección. El cultivo de cacao ha sido una bendición de Dios porque desde el primer momento comenzamos a venderle directamente a Nacional de Chocolates”, aseguró la agricultora.
El proyecto productivo adelantado por la Unidad de Restitución de Tierras permitió la adecuación de obras de infraestructura para la cosecha del cacao, la construcción de fermentadores y secadores, la compra de herramientas para el manejo del cultivo y la compra de fertilizantes edáficos; además, los recursos y la asesoría brindados por la entidad permitieron que la beneficiaria se aliara comercialmente y hoy venden el kilo de cacao premium en promedio a $6.800.
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Para esta familia atrás quedó el dolor ocasionado por la violencia desde que el Tribunal Superior de Cartagena reconoció a Edilsa y su familia como víctimas de desplazamiento y les notificó que volverían a su parcela. Camarillo fue desplazada por el extinto Frente Mártires del Valle de Upar del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, presente en la región desde 1998 y que era dirigido por Rodrigo Tovar, alias ‘Jorge 40’. Pero eso ya es historia del pasado y hoy en esta tierra se siembran frutos de esperanza.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
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