En una tertulia realizada este viernes 14 de febrero en el Centro Comercial Guatapurí de Valledupar, pensadores cesarenses se congregaron para analizar las problemáticas más apremiantes de la región y vislumbrar posibles futuros para la ciudad y sus habitantes, a partir de la ponencia ‘la dotación cultural y ambiental de Valledupar para asegurar el bienestar social y el atractivo turístico’, coordinada por el director de EL PILÓN, Juan Carlos Quintero Castro.
En una tertulia realizada este viernes 14 de febrero en el Centro Comercial Guatapurí de Valledupar, pensadores cesarenses se congregaron para analizar las problemáticas más apremiantes de la región y vislumbrar posibles futuros para la ciudad y sus habitantes, a partir de la ponencia ‘la dotación cultural y ambiental de Valledupar para asegurar el bienestar social y el atractivo turístico’, coordinada por el director de EL PILÓN, Juan Carlos Quintero Castro.
El encuentro, en la convocatoria de Arnoldo ‘Londo’ Mestre, entre otros, y moderado por Juan Carlos Cáceres, planteó la pregunta central que guió la discusión fue: “¿De qué vamos a vivir?”, ante el declive de la progresiva actividad minera en las próximas décadas.
“Hacia atrás, miren ustedes el caso del terminal de transporte. Ustedes aún van al terminal de transporte y ven una obra importante. Y fue tal vez la terminal de transporte más importante, más grande, más funcional en su momento de la costa Caribe, superior incluso al de Barranquilla. Pues bien, Valledupar ya empezaba a hacer cosas excepcionales y cosas importantes”, se mencionó en la reunión en la ponencia central. Después vino el fuerte impulso de las inversiones de los primeros alcaldes elegidos popularmente a partir de 1988, sorprendentemente financiadas por impuestos pagados por los vallenatos, que ayudaron a amortiguar el impacto de la crisis del algodón.
Se plantea un desafío mayúsculo para la región, que durante años dependió en gran medida de los ingresos generados por esta industria del carbón. Como señaló uno de los participantes, “la capacidad de los municipios y la gobernación, si no tienen esos recursos en el futuro y no van a tener cómo sustituirlos, va a ser el gran desafío de Valledupar y de nuestra región y los municipios”.
Así, se exploraron diversas alternativas para diversificar la economía local hoy. Se destacó la importancia de aprovechar los recursos naturales de manera sostenible, apostando por un “turismo ambiental regenerativo” que considere la preservación del entorno. Asimismo, se resaltó el potencial de la cultura como elemento diferenciador de Valledupar, -una ciudad sin mar y sin puerto-, impulsando el turismo cultural a través de la formación de la gente y la creación de eventos que atraigan visitantes nacionales e internacionales. Hay experiencias, se dijo en la ponencia central de ciudades mediterráneas exitosas, como Bucaramanga en contraste con las capitales portuarias de la Costa.
La riqueza cultural de Valledupar, especialmente su tradición musical, fue uno de los aspectos más destacados durante la tertulia. Se reconoció que la ciudad posee una “cultura particular que se ha ganado, principalmente a través de la música”, y que esta puede ser un factor clave para atraer turismo y generar desarrollo económico. Ya en próximos meses tendremos una gran infraestructura cultural, también deportiva, hay que ponerle actores, gestores, bailarines, músicos y deportistas, que los hagan realidad.
“Si no hay una protección, una preservación ambiental, un turismo ambiental regenerativo, es decir, que tenga en consideración a la naturaleza, no podemos hacer un salto hacia el desarrollo”, se afirmó durante la discusión.
Uno de los temas recurrentes fue la importancia de la participación ciudadana en la construcción del futuro de Valledupar. Se resaltó que “la ciudad la hacemos los ciudadanos, la sociedad civil”, y que los gobiernos deben sumarse a las iniciativas que surgen desde la comunidad. Se mencionaron ejemplos de proyectos impulsados por la sociedad civil, como la construcción de vías, las veedurías en la que conduce a Pueblo Bello o la de la nueva vía Valledupar – La Paz, y la creación de universidades como la Universidad Nacional sede La Paz, que demuestran el poder de la acción colectiva.
El debate sigue abierto y ofrecemos nuestras páginas para su desarrollo.
En una tertulia realizada este viernes 14 de febrero en el Centro Comercial Guatapurí de Valledupar, pensadores cesarenses se congregaron para analizar las problemáticas más apremiantes de la región y vislumbrar posibles futuros para la ciudad y sus habitantes, a partir de la ponencia ‘la dotación cultural y ambiental de Valledupar para asegurar el bienestar social y el atractivo turístico’, coordinada por el director de EL PILÓN, Juan Carlos Quintero Castro.
En una tertulia realizada este viernes 14 de febrero en el Centro Comercial Guatapurí de Valledupar, pensadores cesarenses se congregaron para analizar las problemáticas más apremiantes de la región y vislumbrar posibles futuros para la ciudad y sus habitantes, a partir de la ponencia ‘la dotación cultural y ambiental de Valledupar para asegurar el bienestar social y el atractivo turístico’, coordinada por el director de EL PILÓN, Juan Carlos Quintero Castro.
El encuentro, en la convocatoria de Arnoldo ‘Londo’ Mestre, entre otros, y moderado por Juan Carlos Cáceres, planteó la pregunta central que guió la discusión fue: “¿De qué vamos a vivir?”, ante el declive de la progresiva actividad minera en las próximas décadas.
“Hacia atrás, miren ustedes el caso del terminal de transporte. Ustedes aún van al terminal de transporte y ven una obra importante. Y fue tal vez la terminal de transporte más importante, más grande, más funcional en su momento de la costa Caribe, superior incluso al de Barranquilla. Pues bien, Valledupar ya empezaba a hacer cosas excepcionales y cosas importantes”, se mencionó en la reunión en la ponencia central. Después vino el fuerte impulso de las inversiones de los primeros alcaldes elegidos popularmente a partir de 1988, sorprendentemente financiadas por impuestos pagados por los vallenatos, que ayudaron a amortiguar el impacto de la crisis del algodón.
Se plantea un desafío mayúsculo para la región, que durante años dependió en gran medida de los ingresos generados por esta industria del carbón. Como señaló uno de los participantes, “la capacidad de los municipios y la gobernación, si no tienen esos recursos en el futuro y no van a tener cómo sustituirlos, va a ser el gran desafío de Valledupar y de nuestra región y los municipios”.
Así, se exploraron diversas alternativas para diversificar la economía local hoy. Se destacó la importancia de aprovechar los recursos naturales de manera sostenible, apostando por un “turismo ambiental regenerativo” que considere la preservación del entorno. Asimismo, se resaltó el potencial de la cultura como elemento diferenciador de Valledupar, -una ciudad sin mar y sin puerto-, impulsando el turismo cultural a través de la formación de la gente y la creación de eventos que atraigan visitantes nacionales e internacionales. Hay experiencias, se dijo en la ponencia central de ciudades mediterráneas exitosas, como Bucaramanga en contraste con las capitales portuarias de la Costa.
La riqueza cultural de Valledupar, especialmente su tradición musical, fue uno de los aspectos más destacados durante la tertulia. Se reconoció que la ciudad posee una “cultura particular que se ha ganado, principalmente a través de la música”, y que esta puede ser un factor clave para atraer turismo y generar desarrollo económico. Ya en próximos meses tendremos una gran infraestructura cultural, también deportiva, hay que ponerle actores, gestores, bailarines, músicos y deportistas, que los hagan realidad.
“Si no hay una protección, una preservación ambiental, un turismo ambiental regenerativo, es decir, que tenga en consideración a la naturaleza, no podemos hacer un salto hacia el desarrollo”, se afirmó durante la discusión.
Uno de los temas recurrentes fue la importancia de la participación ciudadana en la construcción del futuro de Valledupar. Se resaltó que “la ciudad la hacemos los ciudadanos, la sociedad civil”, y que los gobiernos deben sumarse a las iniciativas que surgen desde la comunidad. Se mencionaron ejemplos de proyectos impulsados por la sociedad civil, como la construcción de vías, las veedurías en la que conduce a Pueblo Bello o la de la nueva vía Valledupar – La Paz, y la creación de universidades como la Universidad Nacional sede La Paz, que demuestran el poder de la acción colectiva.
El debate sigue abierto y ofrecemos nuestras páginas para su desarrollo.