“El hombre prehistórico prácticamente cazaba a su pareja y en medio de forcejeos incluso el macho armado de garrote le daba unos cuantos golpes a la hembra para luego aparearse”, escribió.
Gutiérrez inicia la columna haciendo referencia a la separación del exjugador de fútbol Ricardo Izecson dos Santos, más conocido como ‘Kaká’, con Caroline Lyra Celico, quien habría asegurado que terminó su relación con el brasilero porque era “demasiado perfecto” para ella y ya no era feliz.
Sobre ese hecho, el escritor partió para argumentar que las mujeres prefieren a los hombres “malos”, “patanes”. Según él, “Kaká reunía las características del hombre perfecto para cualquier mujer; rico, famoso, talentoso, bien parecido, un caballero y, además de todo, fiel”.
Estas afirmaciones fueron cuestionadas por Shairick Neira, lideresa del colectivo Reevolución Feminista, en Valledupar. “¿Qué podemos hacer ahí?, ¿obligarla? No tenemos que aplaudirle que Kaká sea fiel porque era su esposa, era el deber ser, pero se ha naturalizado la infidelidad de los hombres”, dijo la joven.
Lea: Las mujeres los prefieren patanes, y los hombres, brutas (primera parte)
Neira también mencionó que ese ejemplo no sustentaría la supuesta afinidad de las mujeres hacia los hombres “patanes”, puesto que la cantante Shakira, con las mismas características que Gutiérrez refiere de Kaká (rica, famosa, talentosa, bien parecida y fiel), también fue dejada por su expareja Gerard Piqué a pesar del dinero y la fama de la barranquillera.
“Si ese es el ejemplo que va a poner: ¿cuántos hombres hay en el mundo dejando buenas mujeres?”, cuestionó la ciudadana, asegurando además que la sociedad le inculca a la población femenina ser ambiciosa, antes que obtener sus propios recursos y méritos.
¿CUESTIÓN DE HORMONAS?
Por otra parte, Gutiérrez, quien se desempeñó como presidente de la junta directiva de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), capítulo Cesar, citó un artículo de una revista que asegura que Martie Haselton, autora libro ‘Hormonal: La inteligencia oculta de las hormonas’, establece una relación biológica por la cual las mujeres se sentirían atraídas por “chicos malos”, especialmente en el proceso de la ovulación.
En contraste, Gutiérrez Anaya aseveró que las características que prefieren los varones de las mujeres son “grandes pechos, nalgas grandes, cintura estrecha, labios grandes, mandíbula pequeña y barbilla estrecha”.
“Entonces, queda claro que el problema es biológico o fisiológico”, agregó el antiguo líder gremial, sin embargo, un biólogo consultado por esta casa editorial no estuvo de acuerdo con esa relación y planteó que podría ser un tema de etología, es decir el comportamiento humano y las dinámicas sociales.
“Luego de leer las dos columnas me parece un concepto muy personal, acomodando experiencias históricas”, dijo el citado biólogo.
Gutiérrez también mencionó que “el hombre prehistórico prácticamente cazaba a su pareja y en medio de forcejeos incluso el macho armado de garrote le daba unos cuantos golpes a la hembra para luego aparearse”, pero contradictoriamente luego dijo que las mujeres buscan sentirse “protegidas” por un macho, mientras que ellos son impulsados por “la necesidad del encuentro sexual”.
Lea: Las mujeres los prefieren patanes, y los hombres, brutas (II)
“Eso es ridículo, es absurdo, porque no es biológico que los hombres violen, no es fisiológico, es violación basada en poder y dominación. Es ridículo que meta la biología para justificar violaciones, para decir que los hombres no se pueden controlar porque ven una falda corta cuando eso es una gran mentira. Todo lo que él está diciendo son estereotipos, misoginia, machismo porque refuerza comportamientos pedantes de los hombres como si fuera normal ser así”, refutó Shairick Neira.
Gutiérrez retomó la voluptuosidad en la que muchas mujeres han querido encajar a través de cirugías ante la presión de la sociedad, afirmando que esto ha desencadenado que a las féminas se les haya calificado de “cabezas huecas” y sean exhibidas por cantantes, narcos y deportistas como un objeto.
Aunque manifestó que por “naturaleza” los hombres las prefieren voluptuosas y ahora también “brutas”, a la hora de “escoger” a la esposa “las características son otras”, y reconoció que incluso él voltea cada vez que una mujer “voluptuosa y con grandes pechos” pasa, con la intención de mirarle el escote o el trasero. “Aplica para todas menos para la nuestra”, precisó.
De acuerdo con la comunicadora social, periodista y especialista en Ética, Clara Inés Orozco, este texto, al ser una columna de opinión, “no es la verdad”. La docente universitaria dijo a EL PILÓN que la columna “está llena de estereotipos de género y una mirada muy retrógrada de la mujer moderna y hace análisis poco profundos de la industria de la belleza que es creada para agrandar a los hombres”.
Orozco fue una de las expositoras en el panel ‘No revictimización de las mujeres en los medios de comunicación’, realizado el pasado lunes en la Universidad de Santander (UDES), sede Valledupar, escenario donde explicó que los estereotipos de géneros pueden ser reproducidos a través de los periódicos y sostienen la relación de poder desigual entre hombres y mujeres.
A partir de esas reacciones, EL PILÓN consultó a Eloy Gutiérrez, quien afirmó que las interpretaciones que le han dado a las columnas son erradas.
“Son posturas muy respetuosas del lector, pero mi intención jamás ha sido denigrar a ningún grupo en particular. Yo estoy haciendo un análisis biológico, físico-químico de por qué la mujer prefiere al hombre en tales circunstancias y la segunda parte tiene que ver con por qué el hombre prefiere a la mujer de una u otra manera”, dijo.
A pesar que solo parafraseó un artículo en concreto, el escritor añadió: “Estoy citando estudios serios de instituciones serias donde abordan la misma situación y aportan unas luces al respecto, es decir, no es una postura de Eloy Gutiérrez si no es el extracto de unas investigaciones que se han hecho”.
“El hombre prehistórico prácticamente cazaba a su pareja y en medio de forcejeos incluso el macho armado de garrote le daba unos cuantos golpes a la hembra para luego aparearse”, escribió.
Gutiérrez inicia la columna haciendo referencia a la separación del exjugador de fútbol Ricardo Izecson dos Santos, más conocido como ‘Kaká’, con Caroline Lyra Celico, quien habría asegurado que terminó su relación con el brasilero porque era “demasiado perfecto” para ella y ya no era feliz.
Sobre ese hecho, el escritor partió para argumentar que las mujeres prefieren a los hombres “malos”, “patanes”. Según él, “Kaká reunía las características del hombre perfecto para cualquier mujer; rico, famoso, talentoso, bien parecido, un caballero y, además de todo, fiel”.
Estas afirmaciones fueron cuestionadas por Shairick Neira, lideresa del colectivo Reevolución Feminista, en Valledupar. “¿Qué podemos hacer ahí?, ¿obligarla? No tenemos que aplaudirle que Kaká sea fiel porque era su esposa, era el deber ser, pero se ha naturalizado la infidelidad de los hombres”, dijo la joven.
Lea: Las mujeres los prefieren patanes, y los hombres, brutas (primera parte)
Neira también mencionó que ese ejemplo no sustentaría la supuesta afinidad de las mujeres hacia los hombres “patanes”, puesto que la cantante Shakira, con las mismas características que Gutiérrez refiere de Kaká (rica, famosa, talentosa, bien parecida y fiel), también fue dejada por su expareja Gerard Piqué a pesar del dinero y la fama de la barranquillera.
“Si ese es el ejemplo que va a poner: ¿cuántos hombres hay en el mundo dejando buenas mujeres?”, cuestionó la ciudadana, asegurando además que la sociedad le inculca a la población femenina ser ambiciosa, antes que obtener sus propios recursos y méritos.
¿CUESTIÓN DE HORMONAS?
Por otra parte, Gutiérrez, quien se desempeñó como presidente de la junta directiva de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), capítulo Cesar, citó un artículo de una revista que asegura que Martie Haselton, autora libro ‘Hormonal: La inteligencia oculta de las hormonas’, establece una relación biológica por la cual las mujeres se sentirían atraídas por “chicos malos”, especialmente en el proceso de la ovulación.
En contraste, Gutiérrez Anaya aseveró que las características que prefieren los varones de las mujeres son “grandes pechos, nalgas grandes, cintura estrecha, labios grandes, mandíbula pequeña y barbilla estrecha”.
“Entonces, queda claro que el problema es biológico o fisiológico”, agregó el antiguo líder gremial, sin embargo, un biólogo consultado por esta casa editorial no estuvo de acuerdo con esa relación y planteó que podría ser un tema de etología, es decir el comportamiento humano y las dinámicas sociales.
“Luego de leer las dos columnas me parece un concepto muy personal, acomodando experiencias históricas”, dijo el citado biólogo.
Gutiérrez también mencionó que “el hombre prehistórico prácticamente cazaba a su pareja y en medio de forcejeos incluso el macho armado de garrote le daba unos cuantos golpes a la hembra para luego aparearse”, pero contradictoriamente luego dijo que las mujeres buscan sentirse “protegidas” por un macho, mientras que ellos son impulsados por “la necesidad del encuentro sexual”.
Lea: Las mujeres los prefieren patanes, y los hombres, brutas (II)
“Eso es ridículo, es absurdo, porque no es biológico que los hombres violen, no es fisiológico, es violación basada en poder y dominación. Es ridículo que meta la biología para justificar violaciones, para decir que los hombres no se pueden controlar porque ven una falda corta cuando eso es una gran mentira. Todo lo que él está diciendo son estereotipos, misoginia, machismo porque refuerza comportamientos pedantes de los hombres como si fuera normal ser así”, refutó Shairick Neira.
Gutiérrez retomó la voluptuosidad en la que muchas mujeres han querido encajar a través de cirugías ante la presión de la sociedad, afirmando que esto ha desencadenado que a las féminas se les haya calificado de “cabezas huecas” y sean exhibidas por cantantes, narcos y deportistas como un objeto.
Aunque manifestó que por “naturaleza” los hombres las prefieren voluptuosas y ahora también “brutas”, a la hora de “escoger” a la esposa “las características son otras”, y reconoció que incluso él voltea cada vez que una mujer “voluptuosa y con grandes pechos” pasa, con la intención de mirarle el escote o el trasero. “Aplica para todas menos para la nuestra”, precisó.
De acuerdo con la comunicadora social, periodista y especialista en Ética, Clara Inés Orozco, este texto, al ser una columna de opinión, “no es la verdad”. La docente universitaria dijo a EL PILÓN que la columna “está llena de estereotipos de género y una mirada muy retrógrada de la mujer moderna y hace análisis poco profundos de la industria de la belleza que es creada para agrandar a los hombres”.
Orozco fue una de las expositoras en el panel ‘No revictimización de las mujeres en los medios de comunicación’, realizado el pasado lunes en la Universidad de Santander (UDES), sede Valledupar, escenario donde explicó que los estereotipos de géneros pueden ser reproducidos a través de los periódicos y sostienen la relación de poder desigual entre hombres y mujeres.
A partir de esas reacciones, EL PILÓN consultó a Eloy Gutiérrez, quien afirmó que las interpretaciones que le han dado a las columnas son erradas.
“Son posturas muy respetuosas del lector, pero mi intención jamás ha sido denigrar a ningún grupo en particular. Yo estoy haciendo un análisis biológico, físico-químico de por qué la mujer prefiere al hombre en tales circunstancias y la segunda parte tiene que ver con por qué el hombre prefiere a la mujer de una u otra manera”, dijo.
A pesar que solo parafraseó un artículo en concreto, el escritor añadió: “Estoy citando estudios serios de instituciones serias donde abordan la misma situación y aportan unas luces al respecto, es decir, no es una postura de Eloy Gutiérrez si no es el extracto de unas investigaciones que se han hecho”.