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Crónica - 1 septiembre, 2014

De la calle al periodismo

Dos menores de Valledupar contaron a EL PILÓN cómo vivieron en las calles y consumieron drogas, pero también cómo lograron recuperarse y ganar un premio nacional.

Iris y Daniela lograron salir del mundo de las calles y las drogas, con la ayuda de sus familiares y la fundación Fundinaj. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
Iris y Daniela lograron salir del mundo de las calles y las drogas, con la ayuda de sus familiares y la fundación Fundinaj. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
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Soñaban ingresar a la moda, pero de solamente imaginarlo sus mundos casi terminan. Oscuro fueron los caminos, tan tenebrosos que al recordar piden una hoja en blanco y un lápiz con tinta transparente para escribir.

Se conocieron como jamás pensaron, por eso de la moda hubiera sido en una fiesta ‘party’, en las playas de la Costa Caribe o cualquier otro sitio donde el licor y todo tipo de sustancia alucinógena está con solo abrir los ojos, pero no, lo hicieron en un centro de recuperación para menores de la calle.

¿Qué les pasó?, lo saben muy bien, incluso se enorgullecen al relatar cómo salieron del hueco donde cayeron.

Iris y Daniela, ambas de 14 años, se vieron por primera vez en la Fundación para el Desarrollo de la Infancia, la Adolescencia y la Juventud, Fundinaj, eran “rivales”, como ahora lo reconocen.

Iris es la más fluida, mientras entrelazaba sus dedos de las manos, rompía el silencio del pasado: “Al principio pensé que se me iba acabar el mundo porque iba a dejar los amigos afuera; uno piensa que esos son los amigos y aquí a Fundinaj nunca llegaron a preguntar ¿cómo está Iris?” Recuerda a su familia pidiéndole explicaciones y demoró más de 365 días buscándolas en las calles de Valledupar, “me uní con amistades malas, me volaba de la casa, no le hacía caso a mi mamá, era rebelde hasta el punto que consumí (drogas)”.

Hasta aquí podrían considerarse actos de una menor influenciada por la tecnología, el consumismo o las redes sociales, pero el punto de consumir drogas y dormir en los andenes, no.
“Me le salí a mi mamá de las manos y fue cuando decidió internarme. Muchas personas no creyeron que iba a cambiar, pero ahora están arrepentidas por esas palabras que dijeron; hay una Iris nueva. Yo estoy muy contenta, al igual que mi familia”, declaró para EL PILÓN.

Cuando Iris hablaba, Daniela miraba y sonreía de manera inocente, pues ella también ‘probó’ del mismo mundo.

“Antes andaba en las calles, con amigos, no me importaba mi familia (vive con sus abuelos) hasta que llegó un punto que me salí de sus manos”, recuerda Daniela que al preguntarle por qué lo hizo, dijo: “Uno siempre se deja llevar y quiere demostrar que uno es el chacho”.

Todo este difícil trance encontró una recompensa. Sus familiares lograron que ingresaran a Fundinaj y en un periodo de recuperación salieron adelante, tanto que, hace algunos días consiguieron con el programa de situación de vida en calle, ‘Reporteritos para la vida’, el premio nacional ‘De Voces que Construyen’, liderado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF y la Fundación Somos más.

Con esta propuesta, las menores quieren que haya un grado de concientización en los padres y en los niños que son los principales involucrados en esta propuesta, de igual manera, darles el 100% de la ayuda a los niños, apoyándolos y demostrándoles que no están solos y que ellos puedan estudiar y salir adelante sin necesidad de mendigar.

‘Reporterios para la vida’, nació en Fundinaj gracias al aporte educativo en periodismo brindado por la Fundación, a cargo del periodista Limedes Molina, los menores involucrados allí pueden conocer técnicas de radio, prensa y televisión.

Josmel Torres, enlace territorial de la ONG Somos más, dijo que es un reconocimiento que parte básicamente de la construcción de una iniciativa elaborado por Iris y Daniela. “La creación alude a ‘Reporteritos para la vida’, para que puedan ofrecer espacios en prensa, radio, hacer noticias”, señaló.

Iris explicó que el proyecto “es con el fin de ayudar aquellos niños que están en la calle, como nosotras estuvimos, para darle mensajes, una voz de aliento, para que sigan adelante y olviden toda esa vida que siempre han tenido y no ha sido la adecuada”.

La iniciativa fue colgada es un página web, junto a otros trabajos, la mayor votación la obtuvo ‘Reporteritos por la vida’ y fueron premiados con un capital semilla para la instalación de una emisora para Fundinaj.

Así, después de estar entre vaivenes, Iris y Daniela hoy cursan octavo grado de bachillerato en Valledupar, mientras sueñan con ser abogada y psicóloga, respectivamente.

“Se nos dio la oportunidad de presentar un proyecto y queremos montar una emisora, primero comunitaria y después local”: Daniela.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]

Crónica
1 septiembre, 2014

De la calle al periodismo

Dos menores de Valledupar contaron a EL PILÓN cómo vivieron en las calles y consumieron drogas, pero también cómo lograron recuperarse y ganar un premio nacional.


Iris y Daniela lograron salir del mundo de las calles y las drogas, con la ayuda de sus familiares y la fundación Fundinaj. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
Iris y Daniela lograron salir del mundo de las calles y las drogas, con la ayuda de sus familiares y la fundación Fundinaj. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
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Soñaban ingresar a la moda, pero de solamente imaginarlo sus mundos casi terminan. Oscuro fueron los caminos, tan tenebrosos que al recordar piden una hoja en blanco y un lápiz con tinta transparente para escribir.

Se conocieron como jamás pensaron, por eso de la moda hubiera sido en una fiesta ‘party’, en las playas de la Costa Caribe o cualquier otro sitio donde el licor y todo tipo de sustancia alucinógena está con solo abrir los ojos, pero no, lo hicieron en un centro de recuperación para menores de la calle.

¿Qué les pasó?, lo saben muy bien, incluso se enorgullecen al relatar cómo salieron del hueco donde cayeron.

Iris y Daniela, ambas de 14 años, se vieron por primera vez en la Fundación para el Desarrollo de la Infancia, la Adolescencia y la Juventud, Fundinaj, eran “rivales”, como ahora lo reconocen.

Iris es la más fluida, mientras entrelazaba sus dedos de las manos, rompía el silencio del pasado: “Al principio pensé que se me iba acabar el mundo porque iba a dejar los amigos afuera; uno piensa que esos son los amigos y aquí a Fundinaj nunca llegaron a preguntar ¿cómo está Iris?” Recuerda a su familia pidiéndole explicaciones y demoró más de 365 días buscándolas en las calles de Valledupar, “me uní con amistades malas, me volaba de la casa, no le hacía caso a mi mamá, era rebelde hasta el punto que consumí (drogas)”.

Hasta aquí podrían considerarse actos de una menor influenciada por la tecnología, el consumismo o las redes sociales, pero el punto de consumir drogas y dormir en los andenes, no.
“Me le salí a mi mamá de las manos y fue cuando decidió internarme. Muchas personas no creyeron que iba a cambiar, pero ahora están arrepentidas por esas palabras que dijeron; hay una Iris nueva. Yo estoy muy contenta, al igual que mi familia”, declaró para EL PILÓN.

Cuando Iris hablaba, Daniela miraba y sonreía de manera inocente, pues ella también ‘probó’ del mismo mundo.

“Antes andaba en las calles, con amigos, no me importaba mi familia (vive con sus abuelos) hasta que llegó un punto que me salí de sus manos”, recuerda Daniela que al preguntarle por qué lo hizo, dijo: “Uno siempre se deja llevar y quiere demostrar que uno es el chacho”.

Todo este difícil trance encontró una recompensa. Sus familiares lograron que ingresaran a Fundinaj y en un periodo de recuperación salieron adelante, tanto que, hace algunos días consiguieron con el programa de situación de vida en calle, ‘Reporteritos para la vida’, el premio nacional ‘De Voces que Construyen’, liderado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF y la Fundación Somos más.

Con esta propuesta, las menores quieren que haya un grado de concientización en los padres y en los niños que son los principales involucrados en esta propuesta, de igual manera, darles el 100% de la ayuda a los niños, apoyándolos y demostrándoles que no están solos y que ellos puedan estudiar y salir adelante sin necesidad de mendigar.

‘Reporterios para la vida’, nació en Fundinaj gracias al aporte educativo en periodismo brindado por la Fundación, a cargo del periodista Limedes Molina, los menores involucrados allí pueden conocer técnicas de radio, prensa y televisión.

Josmel Torres, enlace territorial de la ONG Somos más, dijo que es un reconocimiento que parte básicamente de la construcción de una iniciativa elaborado por Iris y Daniela. “La creación alude a ‘Reporteritos para la vida’, para que puedan ofrecer espacios en prensa, radio, hacer noticias”, señaló.

Iris explicó que el proyecto “es con el fin de ayudar aquellos niños que están en la calle, como nosotras estuvimos, para darle mensajes, una voz de aliento, para que sigan adelante y olviden toda esa vida que siempre han tenido y no ha sido la adecuada”.

La iniciativa fue colgada es un página web, junto a otros trabajos, la mayor votación la obtuvo ‘Reporteritos por la vida’ y fueron premiados con un capital semilla para la instalación de una emisora para Fundinaj.

Así, después de estar entre vaivenes, Iris y Daniela hoy cursan octavo grado de bachillerato en Valledupar, mientras sueñan con ser abogada y psicóloga, respectivamente.

“Se nos dio la oportunidad de presentar un proyecto y queremos montar una emisora, primero comunitaria y después local”: Daniela.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]