El corregimiento de Estados Unidos, jurisdicción del municipio de Becerril, el cual fue víctima de múltiples asesinatos a través de masacres en manos de grupos paramilitares en la primera década del 2000, ha sido beneficiado con reparación colectiva, precisamente para el goce y disfrute de sus habitantes, de aquellos que sobrevivieron y se quedaron en su territorio y para quienes han ido regresando.

La presidenta de la Junta de Acción Comunal, Ana Delia Herrera Bayona, explicó que luego de formular proyectos y realizar acciones ante el Gobierno nacional, han sido beneficiados con la reparación colectiva que les permitirá recibir $3.370 millones, para resolver las necesidades más apremiantes.  

En total son 12 veredas las beneficiadas con estos recursos. 

“Nos enfocamos en una necesidad prioritaria que tenía el corregimiento y sus veredas que era una máquina, no fue fácil porque no estaba en el documento,  pero contamos con la ayuda de la Unidad para las Víctimas, de un ingeniero que me elaboró un documento y nos probaron una maquinaria amarilla que es una ‘pajarita’, un camión y un tractor”, dijo la líder comunal y social. 

Añadió que también aprobaron vías terciarias, pavimentación, un polideportivo que será construido entre La Loma y Tucusito  

En este 2023 luego de varios años podrán realizar las fiestas patronales y del campesino. 

“Algo que no nos podía faltar eran nuestras tradiciones en el corregimiento de Estados Unidos, el deporte y la cultura, por eso el 16 de julio; 8, 24 y 31 de diciembre tendremos juegos tradicionales que siempre implementábamos”, dijo Herrera Bayona. 

Otras de las obras que se realizarán en esta población, que es una de las puertas de la Serranía del Perijá, están: Reubicación de un colegio que está en zona de alto riesgo, placa huella, adecuación del puesto de salud y cementerio.

“La pandemia nos atrasó, pero ya los proyectos están formulados y los elevamos a un término de tres años, es decir, hasta el 2025”, expresó Herrera Bayona. 

Adicionalmente, indicó que si bien es cierto que la época del conflicto armado pasó, la delincuencia común los tiene azotados. “La inseguridad es bastante apremiante porque aprovechan lo ajeno y siempre  hay la incomodidad de la delincuencia común”, puntualizó la presidenta de JAC de Estados Unidos, Ana Delia Herrera Bayona. 

NECESIDADES 

El presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Progreso, perteneciente a Estados Unidos, Hainer Cadenas Beleño, indicó que esta comunidad está a unos 1.400 metros sobre el nivel del mar, con diferentes pisos térmicos, donde siembran café, aguacate y cacao.  Cuentan con pavimentación y placa huella, pero les hace falta 10 kilómetros de mejoramiento de vías ya que está totalmente en camino de herradura, esto les permitiría comercializar con mayor facilidad las cosechas. 

Resaltó que por agua no tienen inconvenientes porque se surten de los nacimientos que alimentan los ríos Tucuy y Maracas.  “Tomamos agua de esos arroyitos que son bendecidos para nosotros”, destacó Cadenas Beleño. 

En cuanto a la educación, indicó que cuentan con tres docentes, una profesora se encarga de los niños desde preescolar hasta segundo grado; otra desde tercero a quinto, y una última que desde sexto a noveno grado. 

“Los niños se transportan a pie desde sus casas a la escuela, hay muchos caminos de ‘herradura’ por hora y media de camino.  Los niños que salen de noveno grado lastimosamente se quedan sin completar los estudios porque muchos padres no cuentan con los recursos para enviarlos a Estados Unidos o Becerril, estuvimos pendiente con la administración municipal para una ruta escolar para que los lleven al corregimiento y los retornen al mediodía y así culminen el bachillerato”, puntualizó Hainer Cadenas Beleño. 

¿QUÉ ES LA REPARACIÓN COLECTIVA?

De acuerdo con la Unidad Nacional para las Víctimas uno de los aportes fundamentales de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras es el Programa de Reparación Colectiva, que reconoce los daños ocasionados en el marco del conflicto a las comunidades campesinas y barriales, comunidades y pueblos étnicos, organizaciones y grupos.

Este programa busca la reparación colectiva integral desde una perspectiva material, política y simbólica, a través de las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición.

Lo anterior, con el fin de reconstruir el tejido social, recuperar los lazos de confianza y fortalecer los proyectos de vida de las comunidades, organizaciones y grupos que se vieron afectados.