El 60 % de los árboles en Valledupar se encuentran enfermos debido a podas agresivas que ocasionan enfermedades que deterioran el organismo vegetal; una vez la afectación inicia la planta se puede volver ‘alimento’ de insectos como el comején.
El 60 % de los árboles en Valledupar se encuentran enfermos debido a podas agresivas que ocasionan enfermedades que deterioran el organismo vegetal; una vez la afectación inicia la planta se puede volver ‘alimento’ de insectos como el comején.
Este mismo panorama lo sufren otros árboles en el resto del Cesar, por ello esta práctica solo debe ser utilizada por un personal capacitado que cuente con las herramientas que no dañan innecesariamente la estructura del árbol.
De acuerdo con el técnico operativo de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Carlos Andrade, existe una gran preocupación del arbolado urbano de Valledupar porque no hubo una planeación ni manejo para la plantación de las especies vegetales. Señaló que ahora, 30 años después, hay una vegetación extensa y los árboles en su mayoría están causando inconvenientes debido a que no se llevó a cabo un estudio para seleccionar las especies que se debieron plantar en el territorio y la disponibilidad de los sitios.
Señaló que hay muchos usuarios que le solicitan a la corporación una intervención en el arbolado que está en el espacio público cuando este genera una afectación en obras de construcción y remodelación. Cuando son diligenciados dichos permisos esta dependencia los evalúa apoyándose en la normativa de gestión del riesgo.
“Cuando analizamos las solicitudes para talar árboles y posterior a ello damos el aval hay quienes reclaman que la entidad no tiene en cuenta el cambio climático porque se está dando el permiso para talar árboles. Pero nosotros tenemos que partir de la normatividad. Por ejemplo, cuando un árbol represente un peligro tenemos que complementar la norma con el decreto Ley 1523 del 2012 de la Gestión de Riesgo”, manifestó Andrade.
Señaló que cuando un árbol representa un riesgo hay que hacer una evaluación muy técnica que generalmente llega a la tala de la planta, pero esto provoca “críticas” por parte de la población debido a que la mayoría carece del conocimiento de la complementariedad entre lo técnico y lo normativo.
Acotó que es necesario que la comunidad comprenda que los permisos para la tala de estos organismos vegetales están relacionados con la seguridad y la estabilidad de la estructura arbórea, donde se debe determinar que no va a causar un accidente en la zona donde está sembrada si llega a colapsar.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.
El 60 % de los árboles en Valledupar se encuentran enfermos debido a podas agresivas que ocasionan enfermedades que deterioran el organismo vegetal; una vez la afectación inicia la planta se puede volver ‘alimento’ de insectos como el comején.
El 60 % de los árboles en Valledupar se encuentran enfermos debido a podas agresivas que ocasionan enfermedades que deterioran el organismo vegetal; una vez la afectación inicia la planta se puede volver ‘alimento’ de insectos como el comején.
Este mismo panorama lo sufren otros árboles en el resto del Cesar, por ello esta práctica solo debe ser utilizada por un personal capacitado que cuente con las herramientas que no dañan innecesariamente la estructura del árbol.
De acuerdo con el técnico operativo de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Carlos Andrade, existe una gran preocupación del arbolado urbano de Valledupar porque no hubo una planeación ni manejo para la plantación de las especies vegetales. Señaló que ahora, 30 años después, hay una vegetación extensa y los árboles en su mayoría están causando inconvenientes debido a que no se llevó a cabo un estudio para seleccionar las especies que se debieron plantar en el territorio y la disponibilidad de los sitios.
Señaló que hay muchos usuarios que le solicitan a la corporación una intervención en el arbolado que está en el espacio público cuando este genera una afectación en obras de construcción y remodelación. Cuando son diligenciados dichos permisos esta dependencia los evalúa apoyándose en la normativa de gestión del riesgo.
“Cuando analizamos las solicitudes para talar árboles y posterior a ello damos el aval hay quienes reclaman que la entidad no tiene en cuenta el cambio climático porque se está dando el permiso para talar árboles. Pero nosotros tenemos que partir de la normatividad. Por ejemplo, cuando un árbol represente un peligro tenemos que complementar la norma con el decreto Ley 1523 del 2012 de la Gestión de Riesgo”, manifestó Andrade.
Señaló que cuando un árbol representa un riesgo hay que hacer una evaluación muy técnica que generalmente llega a la tala de la planta, pero esto provoca “críticas” por parte de la población debido a que la mayoría carece del conocimiento de la complementariedad entre lo técnico y lo normativo.
Acotó que es necesario que la comunidad comprenda que los permisos para la tala de estos organismos vegetales están relacionados con la seguridad y la estabilidad de la estructura arbórea, donde se debe determinar que no va a causar un accidente en la zona donde está sembrada si llega a colapsar.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.