En el barrio Candelaria Norte de Valledupar,aparecieron decenas,de unas las 100 especies más riesgosas del mundo, lo que disparo las alarmas de corpocesar.
La presencia de decenas de caracoles africanos en el barrio Candelaria Norte de Valledupar, disparó las alarmas de la Corporación Autónoma Regional de Cesar, Corpocesar.
El hallazgo fue hecho por el presidente de la junta de acción comunal del barrio, un veterinario que reconoció la especie tras descubrir que su hijo jugaba con uno de ellos en inmediaciones de un lote enmotado donde se cultiva yuca y ahuyama.
Al comprobar la estancia del animal dieron aviso a la Corporación, al tiempo que técnicos hicieron presencia en el sector para adelantar el control y erradicación de los moluscos que representan un peligro para el medio ambiente y la salud humana.
En septiembre del año pasado se registró la primera aparición del molusco en el departamento del Cesar, en el Alto de la Vuelta, y este año se reportó su presencia primero Aguachica y ahora en Valledupar.
Desde el punto de vista ambiental, el animal destruye ecosistemas porque desplaza a las especies autóctonas que luego de un tiempo, tienden a desaparecer. Como es una especie sacada de su hábitat natural no tiene depredador.
Para la agricultura es una plaga que azota y acaba con los cultivos. Para la comunidad es un animal que pone en riesgo la salud, que sin ser venenoso puede transmitir un parásito que ocasiona problemas gastrointestinales y meningitis, una enfermedad que puede llegar a ser mortal.
La ingesta de su carne mal preparada y el contacto directo con su baba puesto en contacto con los ojos, la nariz o la boca son factores de contagio. También es riesgoso el consumo de alimentos sin lavar que han sido expuestos a la mucosidad del animal, que puede transmitir el parásito que termina afectando el sistema nervioso.
El director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, hizo un llamado a los padres de familia para que no dejen que los niños y adolescentes de ese sector jueguen con el molusco debido a los riesgos que representa para la salud.
Explicó que existe un protocolo para eliminarlos: meterlos en bolsas plásticas, echarles sal o cal viva para que mueran y luego incinerarlos para eliminar sus huevos.
No es recomendable usar insecticidas porque se afectaría el ambiente y morirían otras especies benignas propias de la región.
El funcionario dijo que la entidad continuará adelantando el monitoreo en el sector, el cual será declarado en cuarentena y atenderá las denuncias ciudadanas de presencia del animal en la ciudad de Valledupar y los municipios del Cesar.
El caracol africano llegó al país desde Kenia, Mozambique y Tanzania en manos de comerciantes del sur del país que pretendían hacer negocio con su baba y su carne.
No obstante, en la actualidad se ha convertido en una de las especies más peligrosas que están dentro del territorio nacional y según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza está dentro de las 100 especies más riesgosas del mundo.
Los institutos Humboldt, Invemar y Sinchi, y Francisco de Paula Gutiérrez, de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, publicaron el año pasado, el Análisis de Riesgo de las Especies Introducidas para Colombia, que además sugiere una metodología para su categorización.
El caracol apareció por primera vez en el país en los Llanos Orientales y en la actualidad está en 11 municipios de ocho departamentos, algunos de ellos con vocación agrícola, lo que significa una amenaza para los agricultores.
En el barrio Candelaria Norte de Valledupar,aparecieron decenas,de unas las 100 especies más riesgosas del mundo, lo que disparo las alarmas de corpocesar.
La presencia de decenas de caracoles africanos en el barrio Candelaria Norte de Valledupar, disparó las alarmas de la Corporación Autónoma Regional de Cesar, Corpocesar.
El hallazgo fue hecho por el presidente de la junta de acción comunal del barrio, un veterinario que reconoció la especie tras descubrir que su hijo jugaba con uno de ellos en inmediaciones de un lote enmotado donde se cultiva yuca y ahuyama.
Al comprobar la estancia del animal dieron aviso a la Corporación, al tiempo que técnicos hicieron presencia en el sector para adelantar el control y erradicación de los moluscos que representan un peligro para el medio ambiente y la salud humana.
En septiembre del año pasado se registró la primera aparición del molusco en el departamento del Cesar, en el Alto de la Vuelta, y este año se reportó su presencia primero Aguachica y ahora en Valledupar.
Desde el punto de vista ambiental, el animal destruye ecosistemas porque desplaza a las especies autóctonas que luego de un tiempo, tienden a desaparecer. Como es una especie sacada de su hábitat natural no tiene depredador.
Para la agricultura es una plaga que azota y acaba con los cultivos. Para la comunidad es un animal que pone en riesgo la salud, que sin ser venenoso puede transmitir un parásito que ocasiona problemas gastrointestinales y meningitis, una enfermedad que puede llegar a ser mortal.
La ingesta de su carne mal preparada y el contacto directo con su baba puesto en contacto con los ojos, la nariz o la boca son factores de contagio. También es riesgoso el consumo de alimentos sin lavar que han sido expuestos a la mucosidad del animal, que puede transmitir el parásito que termina afectando el sistema nervioso.
El director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, hizo un llamado a los padres de familia para que no dejen que los niños y adolescentes de ese sector jueguen con el molusco debido a los riesgos que representa para la salud.
Explicó que existe un protocolo para eliminarlos: meterlos en bolsas plásticas, echarles sal o cal viva para que mueran y luego incinerarlos para eliminar sus huevos.
No es recomendable usar insecticidas porque se afectaría el ambiente y morirían otras especies benignas propias de la región.
El funcionario dijo que la entidad continuará adelantando el monitoreo en el sector, el cual será declarado en cuarentena y atenderá las denuncias ciudadanas de presencia del animal en la ciudad de Valledupar y los municipios del Cesar.
El caracol africano llegó al país desde Kenia, Mozambique y Tanzania en manos de comerciantes del sur del país que pretendían hacer negocio con su baba y su carne.
No obstante, en la actualidad se ha convertido en una de las especies más peligrosas que están dentro del territorio nacional y según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza está dentro de las 100 especies más riesgosas del mundo.
Los institutos Humboldt, Invemar y Sinchi, y Francisco de Paula Gutiérrez, de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, publicaron el año pasado, el Análisis de Riesgo de las Especies Introducidas para Colombia, que además sugiere una metodología para su categorización.
El caracol apareció por primera vez en el país en los Llanos Orientales y en la actualidad está en 11 municipios de ocho departamentos, algunos de ellos con vocación agrícola, lo que significa una amenaza para los agricultores.